Libros

100 discos de Heavy Metal 2010 – 2019, de varios autores

El libro es otra proeza de la gente de Jedbangers.

En la introducción a 100 discos de Heavy Metal 2010-2019: El libro de la Década, Hugo García reconoce con pesar que vivimos tiempos donde todo se brinda de manera fácil para el consumidor de música. “La última invención al respecto fue la ‘lista de reproducción’, que tiró abajo el hábito de escuchar un disco completo”, dice. Ante ese panorama, lo de Hugo y sus compañeros es una actitud para aplaudir.

El libro es uno más de los proyectos de la a esta altura ya legendaria revista especializada Jedbangers, una de las pocas que continúa publicándose en papel. Sabrán los lectores del periodismo musical que todo ahora pasa por la web, incluso por los videos de un minuto en las redes sociales. En Rock Salta padecimos esa realidad cuando tuvimos que dejar de publicar nuestra revista por una combinación de suba de costos y descenso de lectores del formato.

Ese contexto genera aún mayor admiración por Jedbangers. El contenido de este libro, publicado en 2020, es claro desde el título: un top 100 de discos de la década pasada. Pero no son solamente reseñas. Cada una incluye entrevistas con los protagonistas de esas grabaciones. Una proeza para un medio independiente (su web comenzó en… ¡1998!) que se alimenta con preventas y la confianza de sus lectores.

En las primeras páginas, García dice también que el objetivo del libro es “revalidar la música actual y tirar abajo la idea de que en el Metal no hay bandas o discos interesantes después de los ‘80s/’90s”. Una frase que podría aplicarse a todo el periodismo musical, que muchas veces se ahoga en un mar de refritos y notas aniversario. Hablamos con Hugo y le preguntamos sobre el trabajo realizado.

– ¿Me podés contar un poco cómo fue el proceso de laburo de este libro, con tantos discos y entrevistas?
Primero hicimos unas listas interminables con los posibles discos, que originalmente iban a ser 50 y el libro tendría 128 páginas. Al poco tiempo me di cuenta de que 50 eran muy pocos y decidí que serían 100. Después esas listas, que tendrían 180/200 discos, las fuimos puliendo y habrán quedado 130 discos, más o menos. De ahí en adelante comenzamos con el trabajo de contactar músicos, managers, agentes de prensa, sellos, etc. Y en base quiénes no nos respondían y quienes sí fue que terminamos armando la lista final de 100 discos. Esto último que te cuento se debió a que no quería un libro de comentarios de discos, sino que la premisa era que los protagonistas cuenten el detrás de escena de cómo se hicieron esos discos. Lo preferí de esta manera por dos motivos. Uno, que al tratarse de discos que elegimos como lo más destacable de una década, es obvio que nos parecen geniales. Entonces, hubiera sido muy repetitivo. Y segundo, muchos de estos discos, casi todos te diría, ya fueron comentados en la revista. Entonces me parecía más interesante que el tipo que lo grabó cuente cosas, sobre todo con la ventaja que te da el paso del tiempo, que te permite reflexionar y ver las cosas con cierta distancia. Una vez que tuvimos los testimonios, comenzamos a traducir, desgrabar y redactar las notas entre muchos de los que hacemos la revista. El libro terminó teniendo 256 páginas y, para mi sorpresa, se vendió muy bien. La sorpresa viene por el lado de que salió en plena pandemia/cuarentena y también tengo en claro que la mayoría de los metaleros están más interesados en leer cosas de los 80s o 90s que de los últimos años.

– Jedbangers es una de las pocas publicaciones de rock que quedan en papel. ¿Cómo se hace para lograr mantenerse a pesar de los costos?
– Mirá, creo que la expresión justa es «Lavado de dinero». Le dicen así, ¿no? Nah, mentira. La realidad es que no hay una fórmula ni nada, y lo que funciona para Jedbangers posiblemente no se aplique a una revista que apunte a otras cuestiones. Nosotros tenemos una ventaja, y es que hace más de veinte años que estamos en esto. Entonces, digamos que tenemos una base de lectores que nos bancan a muerte. No me voy a hacer el humilde, creo que eso sucede porque la revista que hacemos lo amerita, si no nadie estaría apoyando el proyecto tanto tiempo solo por «hacer el aguante» o algo así. Creo que es clave que haya una especie de «comunidad», que es la misma gente que paga una membresía en nuestra web donde damos otros contenidos, o los que vinieron a shows que hicimos acá en CABA, los mismos que compraron algunos de los CDs que editamos y todas esas cosas que a lo largo de estos años conformaron el «universo Jedbangers». Después hay otras cuestiones, como que yo nunca tuve grandes expectativas, que me fui rodeando de un montón de gente que tiene una pasión y dedicación a prueba de balas y que disfruta mucho comunicar y escribir sobre el Heavy Metal. De todos modos, te aclaro que pasamos momentos durísimos, y que actualmente tuvimos que reestructurar todo, desde el formato, a la distribución, a la periodicidad y más cosas. A mí me suelen hacer entrevistas chicos que estudian periodismo y eso me hace reflexionar sobre la historia de la revista. Y cada vez que hago esas notas me doy cuenta de que, en general, a la revista le fue mejor o peor según el momento del país. O sea, por más que apuntemos a un nicho específico y todo lo que quieras, no podemos escapar de la realidad que vivimos en Argentina. Para bien y para mal. Cuando hubo mucho consumo fueron nuestros mejores años y cuando el consumo cayó, la vimos muy complicada.

– ¿Publicar en papel aunque sea con una periodicidad más amplia es algo que desean mantener sí o sí?
Sí, sí. Siempre dije que si con tal de seguir saliendo tenía que sacar la revista tipo fanzine fotocopiado lo iba a hacer, no me importa. De hecho, cuando empezamos no era algo muy diferente. Pero no quiero dejar de existir en un formato impreso. Uso internet como cualquiera y disfruto de contenidos online, pero esto es otra cosa. Cualquiera que haya tenido una revista que le guste en sus manos, lo sabe.

– ¿Qué rol te parece que ocupa hoy en día la prensa musical con los discos al alcance, los datos en Wikipedia y el contacto directo de los artistas con los fans a través de las redes?
– No creo que tenga que ser un rol diferente. Es decir, tendríamos que seguir informando, opinando y analizando. Si nos vamos a limitar a dar datos simplemente, ahí si quedamos obsoletos, pero más allá de eso no veo porque tendríamos que tener otro rol. Podés seguir a todos los músicos que quieras a través de sus redes, pero dudo mucho de que vayas a sacar algo más de eso que si leés una buena entrevista. Podrás seguir una lista en Spotify, pero no creo que se compare con una recomendación de alguien calificado. ¿Alguna vez alguien dijo «no sabés qué bueno lo que leí en Wikipedia hoy»? En todo caso, las nuevas herramientas solo nos motivan a ser mejores en lo nuestro.