Antes del recital del 19 de septiembre, el guitarrista Pablo “Blisky” Velmondo habló sobre la necesidad de tocar aunque sea frente a una cámara.
Después de su presentación en Cosquín Rock, 2 Minutos brindará Mundo TV, su primer show por streaming. Será el sábado 19 de septiembre a las 21.
Las entradas tienen un valor de $550 y se pueden conseguir a través de Ticketek.
Pablo “Blisky” Velmondo, guitarrista de la banda, nos contó cómo será el show y cómo vive estos meses de pandemia e incertidumbre para los artistas.
– ¿Cómo se siente ofrecer un show donde no hay gente?
– No va a ser la primera vez, pasó la otra vez en el Cosquín y fue raro. Es como ir a tocar a la tele o a la radio. No me encanta, pero bueno, es la que toca. Sirve para tocar, para hacer un mango también, porque obviamente estamos hace seis meses sin tocar. Y también para preparar algo copado. Lo del Cosquín fue un festival, había poco tiempo. Esta vez vamos a hacer una puesta más copada, con más tiempo. Pero de todos modos no va a estar la gente. Eso es lo que más duele, que no haya nadie cuando salís. Te mata.
– Una de las ventajas es que te da el streaming es la posibilidad de preparar algo distinto desde lo audiovisual. Supongo que Mundo TV tiene que ver con eso.
– Sí, claro. «Mundo TV» es el nombre de una canción del sexto disco (Superocho, de 2004) y por supuesto que ahora tiene que ver con esto que te contaba, que es como ir a tocar a la tele. Pero tenemos algunas sorpresas planeadas para que sea un poco más divertido ver a una banda desde tu casa. En realidad entiendo a la gente perfectamente. No se venden masivamente las entradas y está perfecto. Lo entiendo porque uno para ver una banda por la tele se pone un show viejo y a la mierda. Pero esto tiene una vuelta audiovisual. Además va a ser un show con canciones que nunca hacemos, que casi nunca tocamos. Entonces yo lo recomiendo.
– Me dijiste que la experiencia de Cosquín Rock fue rara. ¿Cómo la viviste?
– Nosotros salimos con todo, estábamos emocionadísimos. De hecho estuvimos como un mes preparando eso. Era la vuelta a tocar después de medio año. 2 Minutos en 33 años de carrera jamás paró tanto tiempo. Nunca paramos en realidad, pero por ahí había un espacio de un mes o quince días. Duró muy poco. Se acabó eso y quedamos como tristes. Encima no se podía ir a ningún lado, no había un bar donde hacer el after que siempre sucede cuando tocamos. Entonces sí, fue raro. El streaming también tiene un problema que es el audio, viste. Como pasa por tantos filtros el audio no sale genial, no sale como está sonando ahí. Entonces la mayoría de las bandas, por lo menos ese día, estaban grabadas. Lo graban, se lo llevan a un estudio, lo mezclan, lo pichicatean. Y nosotros dijimos «no, vamos a tocar en vivo». Y esto es lo que va a pasar ahora también. Nos propusieron hacerlo grabado para que suene bien pero preferimos que sea bien crudo como somos nosotros.
– Además, una de las características de los recitales en vivo es esa honestidad de escuchar tal cual está sonando en el momento.
– Exacto, con los pifies, todo. Como es 2 Minutos: ahí, al frente, pero con esa energía que también surge de estar haciendo las cosas en vivo.
– Ustedes son una banda acostumbrada a girar constantemente por todos lados y siempre con una respuesta del público muy enérgica. Con este cambio deben estar caminando por las paredes.
– Sí, estamos chiflados. Quiero que se acabe esto. Para un músico, para los artistas, es todavía más terrible, porque sabemos que vamos a ser los últimos. Cuando vuelva todo creo que voy a llorar. Seguramente en el primer concierto lloraré en vivo, sin ninguna duda.
– ¿Pudieron trabajar en canciones o proyectos nuevos?
– Justo ayer estuvimos ensayando y salieron algunas canciones nuevas. Quedamos contentos con eso. Yo tengo otro proyecto que se llama Los Putos y tengo el disco grabado hace rato pero falta mezclar algunos temas. Me puse un poco con eso. Con 2 Minutos estamos redescubriendo canciones que no tocábamos hace banda, así que son más o menos como canciones nuevas. Aparte volvió el Indio, ahora somos tres guitarras. Estamos acomodándonos en cada guitarra para hacer algo diferente y que tenga un vuelo. Porque si tocamos los tres lo mismo es al pedo. Entonces es como un proceso de descubrimiento que estamos atravesando.