En 1997, tres años después de haber pronunciado la famosa frase, el músico asistió al legendario Hora Clave para defender su libertad de expresión.
El 19 de noviembre de 1994 se realizó el clásico festival anual gratuito para celebrar el aniversario de la ciudad de La Plata. Solían ser varias fechas con distintas actividades. Por allí podía pasar Julio Bocca o Fito Páez. Eran fechas multitudinarias en la Plaza Moreno de la capital bonaerense. Pero no todas las anécdotas que se generaban allí eran felices. En el 92 Luis Alberto Spinetta se electrocutó ¡dos veces! durante su concierto. Dos años después sucedería algo menos grave pero que pasaría a la historia: la famosa frase de Andrés Calamaro sobre el “porrito”.
Esa noche del 94 iban menos de diez minutos de concierto. Los Rodríguez habían hecho apenas dos canciones: “Dulce condena” y “Na na na”. Era el debut de la banda en La Plata. El rock estaba en punto de ebullición. “Me estoy poniendo tan a gusto que me fumaría un porrito, eh”, dijo Calamaro entonces. “No me digas que de cien mil personas no hay uno habilitando”, agregó, y enseguida se puso a cantar “Mi rock perdido», esa canción que comenzaba diciendo “voy a intentar escribir el rock de los vicios”. De alguna manera, Andrés lo estaba escribiendo en vivo.
Poco después, el abogado Alejandro Granillo Fernández denunció a Calamaro por su frase. Decía que había violado la ley de drogas. La causa duró más de diez años y quedó en la nada, pero antes generó muchísima polémica.
En 1997, en el mejor momento de la carrera solista de Calamaro, cuando acababa de publicar Alta Suciedad, la causa “del porrito” perseguía al músico, que se debatía entre los elogios de la prensa especializada, el furor del público, y el ataque de los sectores más conservadores. Calamaro se había burlado del tema en “Loco”, uno de los hits de ese álbum.
Eran otras épocas. El año anterior, Charly García había tenido que ir a declarar por burlarse de la campaña “Sol sin drogas”. Incluso el rock podía escandalizarse con mayor facilidad. En 1992, en una entrevista para la revista Rock & Pop, los músicos de Bersuit Vergarabat eran consultados por haber incluido el término “hijo de puta” en “Como nada puedo hacer”, una de las canciones de su disco debut. Se podía decir que cuando Calamaro dijo su famosa frase, Argentina era todavía más hipócrita que hoy.
Por eso, Calamaro y su abogado, el famoso letrado del rock Albino Stefanolo, acudieron a Hora Clave, el programa que Mariano Grondona conducía en Canal 9. Allí debatieron y defendieron su postura. Se habló de libertad de expresión, de legalización y de despenalización. Miralo acá.
No era la primera vez que Grondona se hacía eco de algo surgido desde el rock. Años atrás había entrevistado a la vieja guardia de la escena nacional en pleno furor de la película Tango Feroz.
En febrero de 1998, poco después de la visita de Calamaro al programa de Grondona, Vicentico pronunció otra frase que trascendió y que tenía que ver con el asunto. “¿Pegaron fasito?”, preguntó el cantante de Los Fabulosos Cadillacs al ser entrevistado en Telefe Noticias por el Grammy otorgado a la banda. El músico hablaba con Ariel Minimal, entonces guitarrista del grupo, hoy -y en ese momento también- líder de Pez. Las risas incómodas y cómplices confirmaban que hablar de “fasito” o “porrito” todavía era algo tabú. Un olor que todos reconocían pero nadie admitía, como cantó La Favorita en 2002.