Una noche celebrando lo mejor del género en el sur de la ciudad. Te contamos cómo fue.
Texto: Martín Lizarraga
Fotos gentileza: Carolina Vera
Celebrar casi tres décadas de una banda como Nonpalidece y dos de La Yugular pareciera reafirmar la vigencia del reggae y aquella vieja cultura jamaiquina. El pasado viernes 15 de agosto, y acompañados por Fran Molins, se vivió una fecha única en la zona sur de la ciudad.
El boliche La Rosa fue ambientando a aquellos que iban copando las cercanías del escenario bajo los ritmos del DJ GenaDub. Dreadlocks, pilchas de rojo-amarillo-verde, pañuelos y la cara de Bob Marley en algunos buzos se hacían ver entre un público que alternaba entre aquellos del palo y otros espectadores más casuales.
El ”reggae andino” de La Yugular, referentes del género en el Norte, arrancó fuerte y al medio. Respaldados por los años y la experiencia, los jujeños adornan sus composiciones con influencias regionales e incluso dominando géneros aledaños como el ska y el dub. Sumando algunos covers, dejaron claro que buscaban cerrar su show con gran energía.
Fuera del reggae, el show instrumental de Fran Molins y su banda fue por sonidos bluseros, funk, rock y con los vientos como protagonistas. ¿Qué puede ser mejor que un saxo? Dos. Saxos que se entendieron y complementaron, armonizando a la perfección.

Pasada la medianoche, subió el plato fuerte de la jornada. Con riqueza de arreglos y matices y la inconfundible presencia escénica de su cantante Néstor, Nonpalidece repasó temas nuevos, canciones del ayer y reversiones de su último disco, Hecho en Jamaica. Siempre con la esencia intacta y la conciencia característica del reggae y sus letras.
El mensaje fundamental admite pocas interpretaciones: todo parece apuntar a favor del amor, la tolerancia, la espiritualidad y la cultura rastafari. Esto no deja de lado los claros posicionamientos políticos y de protesta, porque si la banda tiene algo en claro es que Rasta no palidece…
Los clásicos llegaron al final de la lista, donde además, en “Danger Man”, se sumó Mula, de La Yugular. El cantante improvisó unos versos e intercambió coros con todo el público. Así se coronó una fiesta única de reggae que culminó con el clásico nacional “La flor”.

