Roberto Pettinato, ex saxofonista de la banda, sacó un libro donde cuenta anecdotas del grupo ícono del rock nacional . RS te cuenta más del tema.
A continuación un extracto de una entrevista realizada a Pettinato por el periodista Marcelo Fernández Bitar:
¿Todo lo que está en La jungla del poder está acá?
Sí, pero esa edición era muy cortita, al punto de que tenía muchas páginas dedicadas a las letras de las canciones, cosa que ahora –con internet– no tenía sentido poner. Para mí, Luca era realmente un poeta y en ese momento quise incluirlas para que se enteraran de qué hablaba. El nuevo libro es como cuatro veces el primero.
¿Quedó mucho material?
No habrá tercera parte. Lo que vamos a hacer es traducir a chileno, venezolano y mexicano, para hacer un lanzamiento sudamericano, poniendo pequeñas palabras típicas de cada país. ¡O meter esas palabras españolas como en esas traducciones horribles de Salinger y Bukowski!
¿Podemos contar alguna historia romántica sobre el origen de este libro: si se basó en viejos manuscritos o notas escritas en máquina Remington? ¿O lo hiciste este último verano?
Lo escribí durante varios viernes del último verano. Me sentaba a mirar el Botánico desde la ventana de casa, y escribía. Me di cuenta de que había un montón de cosas para escribir, partiendo de un montón de preguntas que la gente se hace y que nunca se me habían ocurrido. Me basé en las preguntas de, por ejemplo, el operador de FM 100, que es un fanático de Sumo, que decía “¿por qué no hablás de tal cosa?”. O de mi mujer, charlando en la cocina: “A ver, Karina, decime un tema divertido para escribir”, y ella me preguntaba por detalles de la sala de ensayo. ¡Y me acordé de que era un gran asunto para contar, porque no teníamos la sala perfumada y limpia de Soda Stereo! Me dijo que contara cómo era la ropa de Luca, y eso hice, porque siempre tenía una especie de jogging azul y ojotas, una cosa rarísima. Y fue bárbaro, porque a veces uno se pone a escribir un montón de cosas y resulta que la gente quiere saber otras cosas más cotidianas o normales. Basándome en eso, empecé a recordar un montón de historias a las que antes no les había dado mayor importancia. Uno no dice: “¡Uy, voy a anotar cómo era la sala de ensayos, para poder escribirlo cuando el cantante se muera!”. Fijate que las grandes anécdotas del rock nacional son detalles bastante pequeños, como el hecho de componer una canción en el baño de La Perla del Once. El rock es un movimiento underground de cultura alternativa y se basa en todos esos pequeños detalles que aparentemente no le importan a nadie. Para mí era obvio que todo el mundo sabía de qué se tratan las canciones, pero el editor me sugirió escribir un tema por tema, y ahora les gusta a todos. ¡La gente no sabe eso! Después lo leía, y me parecía que estaba bueno para que la gente sepa cómo fue. A mí me gustaría que este libro sirva para los nuevos grupos, para que vean cómo era un grupo como Sumo por dentro.
¿Cómo era el rito de escribir?
A mí siempre me gustó el estilo de los beatniks, con un gran rollo de papel para escribir toda la noche sin detenerse siquiera para cambiar de hoja. Me gusta escribir lo que se te viene a la cabeza, muy en primera persona y como si estuviera hablando. No tan literario ni pretencioso, sino tal cual como era Sumo, que era desaliñado.
¿Había riesgo de ser un buchón de los demás o de vos mismo?
Esto no es una biografía de Luca ni una autobiografía. Son más bien los recuerdos para sacármelos de encima. Si no todos van a estar toda la vida esperando más anécdotas.
Ricardo Mollo y Roberto Pettinato – «Spaghetti del rock» (en vivo en Duro de domar):
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Fuente: Crítica Digital