Reseña del disco de regreso de Illya Kuryaki and the Valderramas. Días antes de la llegada del incendiario dúo al NOA.
Retro futurista
La banda pionera del rap y el hip-hop en Argentina (y en toda Latinoamérica), regresa luego de diez años de ausencia, el resultado es un disco que toma los otrora sonidos característicos del grupo funk, rock, electro y soul pero le suma las ganas de musicalizar la pista de baile. Estas 14 canciones beben y se alimentan de las carreras solistas que desarrollaron tanto Emmanuel Horvilleur con su pop/rock radial y Dante Spinetta con su búsqueda del hip-hop/rap latino: “he guacho”.
El octavo disco de Illya Kuryaki and the Valderramas, está co-producido por Rafael Arcaute, quien comandó desde la consola el salto cualitativo en los dos últimos discos de Calle 13 y quien grabó también los discos del Flaco Spinetta en la década pasada. Ecléctico, esa palabra también resume a este disco de IKV. Aracaute no sólo produce sino que participa en las programaciones, sintetizadores y teclados de cada track.
“Ula-Ula” fue el primer corte de difusión, musicalmente impecable cuenta con la colaboración de Michael B. Nelson, trombonista de Prince, referencia ineludible para el sonido Kuryaki desde siempre, aunque la letra del single se queda a medio camino. “Dale un mordisco a este nuevo invento” nos canta Dante en “Funky futurista” sobre un beat robótico y repetitivo de voz procesada, el meneo de cabeza no se puede detener, a las 3/4 partes llega el soul y los coros transforman la canción en hit de los dance floor por venir, al igual que “Yacaré”.
En dos oportunidades nos recuerdan esas buenas canciones románticas que supieron hacer juntos a fines del siglo pasado. La melancólica pero irresistiblemente ganchera “Adelante”, y la sangrante y dolorosa “Amor” nos cuentan profundas historias de encuentros y desencuentros: “Es la envidia que provoca saber que tu boca lleva algunos besos de más”.
“Águila amarilla” condensa en sus cuatro arrolladores y emotivos minutos a The Beatles, a Led Zeppelin, la literatura de Castaneda, el amor spinetteano y una sentida despedida de un hijo a su amado padre. Una épica orquestal y la mejor canción de 2012. Inolvidable, igual que el Ticher de Luz.
Las guitarras son una parte importante de este disco ya sea marcando el ritmo de un buen funk soul como la bella “Celebración”, en la contagiosamente setentera y positiva “El encuentro”, o soleando al infinito, como sucede en “Adelante” y “Águila amarilla”. Dante es, como sabia decir su padre, uno de los mejores guitarristas del país (“Aunque toca la viola menos de lo que me gustaría”).
“Ando con ganas de un sonido anormal convertiré tu cama en un parlante animal” dicen al unísono en “Helicópteros” cuya viola y formato hará recordar a los salteños de Teddy Krueguer, sin dudas los más influenciados por el sonido IKV en el norte argentino. Los cuatro cuates de Molotov se suman a la densidad y spanglish de “Madafaka”, mientras las pesadas bases nos llevan indudablemente a Beastie Boys, los tres raperos rockers blancos de New York. La extensa “Monta el trueno” cierra el álbum mezclando soul y percusiones brasileras.
Un gran disco de regreso, coherente con lo hecho en el pasado pero que mira al futuro y que deja en offside a los que ignoraron las carreras solistas de este incendiario dúo, que tanto extrañaba y necesitaba el rock argentino.
Illya Kuryaki and the Valderramas – Chances (2012)
(01) Ula Ula
(02) Funky Futurista
(03) Adelante
(04) Águila Amarilla
(05) Chica
(06) Amor
(07) Celebración
(08) El Encuentro
(09) Soy Música
(10) Helicópteros
(11) Madafaka (Con Molotov)
(12) Yacaré
(13) Safari Espiritual
(14) Monta El Trueno
Tres temas tres
Adelante – Águila Amarilla – El Encuentro