Por Diego Maita López – dmaita@rocksalta.com
Fotos: Santiago Lofeudo – http://www.dia22.com
Advirtiéndolos contra tentación de objetividad, debo decir que Pedro Aznar en uno de los artistas que más me fascina. Debo haber empezado a escuchar algunas de sus cosas, en Serú hace como más de 15 años, y luego, cuando tocó en la Serenata a Cafayate del 98 (inolvidable), hice el click que a veces hacemos con ciertos artistas.
El concierto del pasado viernes, debe haber sido el 4º o 5º que da de manera mas o menos consecutiva en nuestra ciudad. Recuerdo que presentó Quebrado, trajo el show con David Lebón, y otros más que ahora no recuerdo bien.
El show comenzó con Fugu, tema del disco Quebrado. Fugu es un pez exótico de Japón que se hincha y desprende una toxina mortal para el ser humano; pero es tan delicioso que aun así hay quienes se arriesgan a comer su carne. Luego el show transitó por un repertorio exquisito, digno de Aznar, con canciones propias y gemas de otros autores, tan diversos como Chico Cesar, Spinetta, Paul Mc Cartney, Atahualpa Yupanqui o el “Cuchi” Leguizamón.
Una de las características de este show de Aznar, y que sorprendió a más de uno, fue la banda. La banda que no hubo, porque el show fue sólo de Pedro, a solas con el mundo, título del disco que según adelantó en diálogo con el público, saldrá a la calle en 15 días. Así, fue alternando en la ejecución de la guitarra eléctrica, la acústica de 6 y de 12 cuerdas, la guitarra de nylon (usó 2 distintas), los teclados y claro, el bajo, el primer amor. Costó ver un show donde sólo haya UN SOLO TEMA interpretado con el bajo, y fue Muñequitos de Papel, interpretado con un destornillador hogareño, dándole un efecto percusivo interesante.
Momentos de emoción hubieron bastante, como cuando dedicó dos zambas a Mercedes Sosa, interpretadas magistralmente, invitando al baile aún a los pata ´i palo como el que firma esta nota. A primera vista fue el primer momento de canto colectivo, una canción cómplice de Aznar y el público local que crece cada año, cantada prácticamente por fonética. Otro momento, esta vez de in – corrección política estuvo dado cuando, tocando el tema de moda de la semana (“los 33”), agitó duro contra los empresarios mineros, dedicando una pieza magistral de Violeta Parra, una mujer históricamente en las antípodas de Sebastián Piñera y gabinete.
El final (canto colectivo parte 2) vino de la mano de una baguala, cantada junto a todo el público, sólo, con una caja chirlera, y el público que enloqueció cuando al final de la copla Aznar abandonó el micrófono y terminó cantando al borde del escenario… memorable.