Coberturas

Melodías de arrabal (globalizado)

Pasó por Salta Bajofondo, uno de los proyectos musicales de mayor proyección internacional de nuestro país. Rock Salta estuvo ahí.

En las últimas dos décadas hemos asistido al surgimiento de algunos proyectos musicales que, sin caer en rótulos como la world music, tienen un verdadero espíritu globalizante. Artistas donde pueden leerse múltiples hibrídajes musicales (de hecho, el mismo rock ya lo es) que, en algunos casos, han hecho más despliegue de exoticidad que de calidad musical. Ayer, en la conferencia de prensa previa al show, Gustavo Santaolalla, traía a colación a Björk, Café Tacuba y otros grandes exponentes, los “des-generados”, donde claro, se debería incluir a Bajofondo.

Originalmente enrolados en el tango electrónico, donde aparecen exponentes como Gotan Project o Narcotango, los Bajofondo atraviesan una etapa donde buscan despegarse de las etiquetas. De alguna manera, instalarse con nombre propio, sin rótulos. Y vaya si Santaolalla no puede darse el gusto de pretender tal cosa.

El show de anoche en el Teatro Provincial tuvo que ver con todo esto. En un 80, 90% de su capacidad, y con un público por demás heterogéneo: gente que conoce la carrera de Gustavo e incluso de Bajofondo pero no escuchó el último disco, aquellos que escucharon «El mareo» en las FM de moda; señores y señoras que fueron a ver tango; hippies con plata, intelectuales, gente del palo rockero con cabeza abierta y claro, chicas lindas que siempre son invitadas a cualquier lugar. Gente de 20 a 70 años (incluido ese compadrito en el hall, saquito y pañuelo tanguero reglamentario, más cerca de Salón Manolo y la Orquesta del Maestro Vilardel, que del Teatro Provincial).

En fin, por donde se lo mire, el show fue impecable. Enumerar un tracklist, es inútil. Sólo algunas instantáneas, que es lo que guarda el corazón.

El show se dividió en dos partes: una, protocolar, sirvió para presentar Presente, y obvio, para que los curiosos se den una idea de lo que es la banda en vivo. La otra, arengada por Santaolalla, intentó (con gran suceso) ser un momento de fiesta, y ahí sí, bien modernosa, con aires tangueros.

Es importante detenerse en esas pequeñas cosas que hacen al goce en un show que es pensado para eso. Se pudo ver una banda muy ajustada, hiperprofesional. Una instrumentación (de alguna manera) de banda de rock ampliada, más cerca de Beastie Boys que de Almafuerte: dos violas eléctricas, bajo (alternando con contrabajo), dos tecladistas, batería, bandoneón y violín. Hubo mucho de aprendizaje. No todo el público está habituado a ver una guitarra headless como la de Santaolalla (un tipo de guitarra sin “cabeza”, puesta de moda en los 80 por bandas modernosas), mucho menos a un show donde uno de los músicos (Luciano Supervielle) deja las teclas y se pone a largar scratchs desde su DJ Set.

De todas maneras, cada músico es una pieza clave en el engranaje. Quizá los más carismáticos fueron Javier Casalla y Martín Ferrés (violín y bandoneón respectivamente), pero desde luego, siempre la atención estuvo puesta en Santaolalla. Y es importantísimo destacar algo que seguramente muchos colegas pasan por alto: en un momento del show, el líder de Bajofondo, hizo referencia a Tomás Vásquez, presente entre el público (“Uno de los mejores cantores que conocí en mi vida”). Y hacía referencia ni más ni menos que al querido Bagualero Vásquez, que allá por los 80, fuera (junto al Cuchi Leguizamón), parte de esa obra monumental de la música popular argentina: De Ushuaia a la Quiaca.

Sobre el cierre, el Teatro fue un intento de fiesta electrónica, algún espectador pedía a gritos que la gente se sentara, pero era tarde: la furia ya estaba desatada. Todos bailando, algunos exaltadísimos, otros, sobreactuando, como también suele pasar. El show finalizó con «Los Tangueros», con un miembro del staff, invitando a unas treinta personas a bailar sobre el escenario, al ritmo del 4/4, y ahí sí, el Teatro se vino abajo.

Un gran show que claro, no es de rock, pero que toma mucho de éste y de otras músicas, para definir una excelente propuesta en vivo.

Galería de fotos de Martín Azcárate: