Bort presentó su nuevo material, con un show cargado de su característico sentido humor. Los incondicionales del grupo dijeron presente.
Los chicos de Bort o Bort Sinapellido, vienen creciendo a paso firme. Su pop/rock dió un gran salto de calidad con El Yelagol, disco editado a comienzos de año. Este material abre una nueva página para el grupo y para el rock salteño, que está acostumbrado a poco material registrado en buenas condiciones. La presentación del álbum se realizó a fines de febrero, a sólo un mes y algunos días del lanzamiento. El grupo le puso su habitual empeño vía redes sociales a la difusión del show, y le agregó algunas apariciones en medios de comunicación importantes de la ciudad (periódicos, radios, portales web, etc.), por lo que se esperaba una buena concurrencia.
El pequeño escenario, ubicado en el patio de Pro Cultura Salta, fue el lugar elegido para el show. El espacio era muy similar a Zeppelín, donde la banda es habitué.
La oscura, densa y tarantinesca “Armando Alvarez” fue la encarga de arrancar el show, apenas el grupo subió al escenario con la música de fondo del recordado programa Futbol de Primera. Esto se dio luego de cincuenta minutos de espera, ya que el show fue anunciado a las 21. Cansadora impuntualidad salteña.
La lista de temas siguió casi el mismo orden del disco, pero sumándole las canciones registradas en el EP Bort (2011). Juguetes infantiles colgados y la famosa matricula de que da nombre al grupo, formaban parte de la escenografía. Los fieles seguidores de la banda saltaron y corearon todos los temas. Ya aparecen “Súper besón”, “Yela” y “En el cielo con reptiles” como los máximos favoritos.
Las influencias del grupo son claras: Arctic Monkeys y The Strokes. Ahora le suman algo de Cage The Elephant y Los Reyes del Falsete, con quienes comparten sello y a quienes bromearon al repasar brevemente “Chacal Guarango”. La tapa del Yelagol es una tevé arrojada al agua, en su lírica están presentes Los Simpsons, Capusotto, Rambo, la misma caja boba y más Simpsons. Desde el principio, su imaginario se nutre y se retrolimenta de la television.
A media hora de arrancado el show la gente siguió llegando. Cansadora impuntualidad salteña. A esta altura el sonido de la voz mejoró mucho, pero los esporádicos acoples acompañarían durante todo el show. Las canciones románticas y melosas son una marca del pop y en el caso de Bort está presente en temas que pueden llegara gustar si logran una buena rotación radial, como “Ana Sofía”, y “Siempre nace una herida cuando aprendes”.
También hubo “nado” por parte del público, gracias a una colchoneta inflable, que se elevaba sobre la gente con algún valiente. “Costo 70 pesos, más vale que la usen”, diría Emi Livelli, guitarrista y vocalista principal quien, junto a Tote Molina en la batería, son los pilares del grupo. Por su parte Leo Bavio y Juan Otatti, respectivo bajista y primera guitarra, muestran una buena evolución en sus instrumentos pero están muy lejos todavía de poder cantar, punto para mejorar en la agrupación.
Una hora y media duró el recital, repasando todas sus canciones más las reiteradas intromisiones humorísticas, como al nombrar a los sponsors o a los miembros del grupo, por ejemplo.
Durante este año, si siguen con el empuje que tuvieron en 2012, Bort puede llegar a romper sus propias barreras, y conseguir trascender el grupo de amigos y habituales seguidores. Tienen un buen disco y canciones gancheras para lograrlo.
Galería de imágenes gentileza de Robert Orce: