En una entrevista con la revista Rock Salta en 2014, el entonces líder de Tan Biónica celebraba el éxito de la banda y reconocía que todo podía acabar en cualquier momento.
Dos pibas se abrazan, saltan, y gritan en el hall de un suntuoso hotel. Ninguna de las dos llega a los quince años. Cuando logran calmarse le preguntan a la recepcionista por una conexión a internet. Es una calurosa tarde de verano en Salta. Hace menos de cinco minutos las niñas se encontraron con Bambi Moreno Charpentier, Sebastián Seoane y Diego Lichtenstein; bajista, guitarrista y baterista de la banda que adorna sus remeras. Las dos se turnan y consiguen fotos con todos. “Estás temblando”, le dice Bambi mientras posa al lado de la púber. “Es que éste es el mejor momento de mi vida”, responde ella, mientras la amiga saca con su celular la anhelada foto y pregunta por qué no baja Chano.
Chano, no va a bajar, no va a salir del hotel hasta que se vaya el sol. Está arriba, descansando en alguna de las habitaciones del lujoso cinco estrellas que mira a la ciudad desde uno de sus cerros más conocidos. Como en muchas otras oportunidades, el vocalista de Tan Biónica no acompañará a sus compañeros a la prueba de sonido. “Yo no voy mucho a eso”, se sincera. “En general hay un esquema que fuimos generando nosotros de cómo nos gusta viajar y bajo qué condiciones. Incluso a veces se conocen los requerimientos que pide cada artista en cada ciudad, y parecen como ostentosos y la gente no entiende mucho”, agrega. Al cantante no le preocupa lo que piense la gente de él y de su grupo, pero parece que lo tiene siempre presente. Durante la entrevista, una y otra vez hablará del asunto.
Para este 2014, el grupo ha dejado de lado las extensas giras, optando por presentaciones especiales y a gran escala, pero de esa seguidilla de shows que emprendieron desde que explotaron con los temas del disco Obsesionario, a fines de 2010, recuerda: “A veces no podés dormir y te tenés que tomar algo para poder hacerlo, porque necesitás que tu garganta y que tu cuerpo resista, necesitás esas ocho horas de sueño para poder seguir. Porque al otro día no es sólo un show de dos horas, sino que es una prueba de sonido, notas, fans. A veces no podés salir del hotel”.
Justamente, la última gira por el Norte argentino, en julio de 2013, incluyó fechas consecutivas en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja. En esos shows, la discutida voz de Chano se notó muy disminuida. Además, esas fechas del Tour Destinológico vinieron luego de una seguidilla de cuatro estadios Luna Park colmados, con sólo un par de días libres entre recitales.
– ¿No fue demasiado?
– Si fue mucho. En el primer Luna Park incluso se había muerto mi viejo, así que la vida te agarra y tenés que tocar.
“Show must go on”, cantaban por igual Queen y Pink Floyd, hace varias décadas atrás. Y el show, el vivo, es uno de los aspectos de los que más se ocupa Tan Biónica. Con Muse y Coldplay como referentes (sus DVD les sirven de guía) la banda desarrolló una suntuosa puesta de escena pensada como una experiencia, un verdadero show electrónico de primer nivel mundial. Un escenario con distintas plataformas, pantallas, lanzamiento de papelitos plateados en los picos más altos, y un ejemplar uso de rayos láser sobre el público. Sumado a visuales, cambios de vestuario y una lista de temas que se permite momentos acústicos, pero que trabaja principalmente sobres sus dos últimos discos y explota casi al final con “Ella” y “Ciudad Mágica”, los hits radiales de electropop bailable que edificaron el presente del grupo.
“Estamos tratando de completar el mapa entero de la Argentina. Tan Biónica es una banda federal”, comentaba hace unos meses el baterista Diego Lichtenstein en una conferencia de prensa en suelo salteño. Al respecto, Chano cuenta: “Estamos muy encima de lo que es el armado de un show. Por eso, cuando venimos acá, tratamos de traer la misma puesta. A veces es muy difícil llevar este espectáculo en algunas provincias, porque en algunos lugares cortás dos mil entradas y en otras veinte mil y no te sirve”. Y completa repasando su crecimiento: “También fue difícil venir la primera vez acá al Norte. Es un lugar donde los grupos en un principio no vienen, porque es muy caro. Trasladar ocho, diez personas. Nosotros ahora somos cuarenta, pero cuando arrancamos éramos ocho o nueve y era costoso venir hasta acá.”
El incremento en el staff de la banda y la idea de shows multitudinarios los llevaron a otra etapa. “Tan Biónica es una empresa, aparte de un grupo. Es una empresa de la que comen cuarenta familias. Con eso también tenés que tomar decisiones”, explica Chano. “Más allá que no estoy al frente de la liquidación de sueldos, sabés que tenés que hacer tantos shows y tenés que atender cosas, porque estamos en un estudio grande. Los contratos, videoclips. Cosas que se hacen puertas adentro y que también te consumen mucho trabajo”.
Wonderful noches de remo
Como casi todas las bandas, la historia de Tan Biónica es la de compañeros de colegio que arman un grupo. Aunque ellos tienen el agregado familiar de los hermanos Moreno Charpentier, que desde el principio son los encargados de firmar casi todas las canciones. En 2001 difundieron un demo, y luego, en 2003, llegaron a un atractivo EP al que llamaron Wonderful noches. Estos trabajos, y en especial Canciones del huracán (2007), su primer disco oficial, no fueron ni por asomo éxitos instantáneos, pero sí les permitieron hacerse de un pequeño grupo de seguidores. En especial de aquellos que veían con buenos ojos la mezcla de rock, pop, punk y ritmos electrónicos con las letras que proponían por esos años: noches de excesos, chicas complicadas y amores conflictivos. “Cada noche bailo un ritmo nuevo / es la danza de las sociedades / Cada trago mal tomado es muerte / porque vivo en la cuerda floja”, cantaban por entonces sobre una veloz base electro rock.
Jamás contaron con el apoyo de la prensa, o de grandes medios de rock especializados, tan amantes de engrandecer bandas que rara vez darán un show para miles de personas pagas. “Arruinarse”, canción melancólica y ganchera, fue su primer hit. En su video, que algo de rotación tuvo en la televisión, un montón de tipos salen llorando esclareciendo todavía más el grito de angustia. El tema fue compuesto durante la internación de Chano en un centro de rehabilitación. «Fue una experiencia de terror, estuve ocho meses con treinta locos que estábamos desesperadamente solos y desesperadamente enfermos», le confesó en 2008 al suplemento S! del diario Clarín. Todo ese primer disco cuenta con una atmosfera de autodestrucción y referencias a distintas drogas, características que la banda abandonaría definitivamente en su salto a la masividad.
Metamorfosis adolescente
Los Tan Biónica no reniegan de ese rock pop con pulso punk, pero lo mantienen en el pasado. Buscando un poco en internet se puede encontrar al mayor de los hermanos cantando solo con la criolla “Metamorfosis adolescente”, un clásico tema de Flema. Su letra habla de amores suicidas, una relación que se pudrió demasiado. Mirándola de cerca en realidad la lírica no es tan distinta a lo que solía escribir en la década pasada. Al respecto, Chano cuenta que no recuerda muy bien el hecho pero que seguramente “fue grabado boludeando en un hotel, ya pasados de noche”. Pero al instante se explaya en el tema: “Yo iba con Sebastián y con Bambi a todos los shows de Flema y de 2 Minutos. Obvio, a ellos no los conocíamos. Tampoco los escupíamos (risas). No comulgábamos mucho con la escupida punk. Pero si, me acuerdo de eso”, dice, y completa: “Aparte, el punk rock es un género que a pesar de que muchos lo acusan de poco virtuoso o facilista a la hora de tocarlo, para mi es uno de los que tiene melodías más lindas. Me parecen maravillosas. Los Ramones aportaron una cosa muy pop a nivel melodías. Los discos de los Sex Pistols, Dead Kennedys o The Clash eran más agresivos, más sucios, no tenían tanto laburo melódico. Los Ramones me generan mucha más luz en su música, mucha luminosidad».
– ¿Y qué paso con esa idea punk que influenció en un principio a la banda? ¿Por qué creés que se fueron despegando de eso?
– Porque es un género que tal vez a uno le exige estar comprometido con muchas cosas, como que es una música de mucho idealismo, tal vez. En el punk hay cosas que están prohibidas (risas) o no van. Hay dogmas que pone la gente misma. O con las que uno no está de acuerdo y que también canta en algún momento de su vida. Como que se muera toda la yuta. Y después, cuando vas creciendo, decís, “no, que se muera la yuta corrupta”. Ahí hay un chabón que sale y que labura. Y que a una familia se le muera el padre que no tenía nada que ver…
Chano se enreda en la respuesta pero toma aire, regresa a la idea y concluye: “Tal vez fue una búsqueda a nivel rítmico y sonido. Tal vez no nos alejamos, porque creo que dentro de nuestra música hay un poco de eso. De hecho, ahora estamos haciendo un final medio punky que esta bueno, y es una música que te transmite».
No deja de ser sumamente extraño que una banda que reniega del llamado rock nacional considere “grandes melodías, grandes canciones” a temas de Flema o Los Ramones. Y que a su vez eso no se vea realmente reflejado en cada éxito radiofónico del grupo. Desde el 2011 cuando lanzaron “Ella”, todos sus singles treparon hasta lo más alto en los puestos de las FM jóvenes. Misma suerte corrieron sus videos en la televisión y YouTube. “Las canciones no entienden de rankings, son manifestaciones del alma, son cosas sensoriales que pasan por adentro de nuestra cabeza”, contaba en una oportunidad el bajista Bambi, tratando de explicar un poco el misterio. Pero lo cierto es que una de las explicaciones empíricas es la producción y el trabajo junto a Oscar Righi y Pepe Céspedes, de Bersuit, encargados del volantazo de estilo y, por lo tanto, grandes responsables de la actualidad del grupo.
En lo musical, el Tan Biónica que trepa en las radios es sumamente cercano a Miranda! y Diego Torres, con las partes más gancheras de Andrés Calamaro y Fito Páez. Estos dos, importantes nombres propios son de los pocos a los cuales el grupo les reconoce una influencia. Incluso el año pasado grabaron para una radio una versión de “La libertad”, del ex Abuelos de la Nada. Por su parte, el rosarino, adquirió para muchos oyentes un sonido electro sumamente similar al de Tan Biónica en su última producción Yo te amo (2013), resignando de esta manera al Fito más sanguíneo que lanzó en el mismo año El Sacrificio, material que tuvo casi nula trascendencia. Acaso esta actualidad del autor de El amor después del amor sirva para ver el rumbo al que se dirigen los oídos radiales en estos años.
Amo odiarte
Uno de los tópicos constantes en torno al grupo es la cantidad de odio que generan a su alrededor, casi compitiendo palmo a palmo con el denominado “piberío biónico”. Ese público que ejerce una militancia 2.0 para con ellos. Las redes sociales son el lugar donde ambas facciones se enfrentan ante cada nota o novedad que tenga que ver con la banda.
A diferencia de la estúpida rivalidad Redondos/Soda, el grupo no tiene en otros músicos un “enemigo” a pesar de que la prensa y algunas declaraciones desafortunadas buscaron enfrentarlo con Ciro hace unos meses. Según cuenta Chano, el episodio se solucionó con una charla entre ambos. Mientras que con No Te Va Gustar ha compartido escenario en Montevideo como invitado de los uruguayos, dejando sin efecto enfrentamientos buscados que no prosperaron.
Ante esto Chano se muestra comprensivo, aunque recuerda la absurda batalla verbal por parte de los fanáticos de las bandas más populares de los noventa: “Yo iba a ver a los Redondos y he escuchado a la gente gritando ‘¡que se muera Cerati!’, y es fuertísimo. Pero a la gente tampoco hay que juzgarla. Tampoco voy a iniciar una guerra contra esos pibes. Está bueno que puedan decir lo que sienten. Está bueno que haya oposición y está bueno que los pibes que no quieren que toque Tan Biónica tengan la oportunidad de manifestarse en una red social y decirlo, porque me parece que de eso se trata la libertad, de eso se trata la música, que uno pueda elegir. Sí estoy en desacuerdo con la intolerancia”.
Luego de la charla y bien entrada la noche salteña, en el marco del Personal Fest Verano 2014, Tan Biónica comparte escenario con el power trio cordobés Eruca Sativa. Ya tocaron juntos en otras oportunidades, en otros festivales de importantes marcas, quienes los citan por sus buenos presentes, olvidándose de los estilos musicales dispares que proponen y buscando la abrumadora convocatoria con la que cuentan hoy en día. Desde el escenario se lanza la alocada cifra de 65 mil personas, pero la realidad indica que el público rondó las 40 mil almas, a los que se suman otros tantos de miles que siguieron la transmisión por la web. Superando ampliamente su edición de 2013 con la dupla IKV y Molotov.
– Lo que sucede con el rock es un nicho que se da en Argentina.
– ¿En qué aspecto decís eso?
– Bueno recién hablábamos de Los Ramones y ellos tocaban en estadios acá en Argentina nomás, y después en otros lados tocaban en lugares para 500 personas. Hemos tenidos acá bandas de rock o artistas inmensos que cruzan una frontera y no va nadie a verlos. Y nosotros lo que queremos es abrir ese abanico y que el mensaje trascienda esas fronteras.
Esas palabras no parecen satisfacerlo, y esta vez Chano desarrolla la respuesta más extensa de toda la entrevista, como queriendo dejar en claro la postura de su banda, ante la eterna pegunta de su relación con el rock.
– En nuestra etapa anterior tocamos en los mismos lugares que fuimos ver a 2 Minutos y Flema, nos criamos en el seno del rock, nuestro disco lo produjimos con Bersuit, grabamos con Manu Quieto de La Mancha de Rolando. Pero la verdad nos llevamos del rock las cosas más importantes, o lo que creemos que son las más importantes, cosas a nivel sonido. El rock tiene cosas buenas y cosas malas, como todas las cosas. Para mí cuando el rock quiere cerrar puertas no está bueno, cuando el rock descalifica. No estamos dispuestos a pertenecer a un movimiento que cierre puertas. Igual con respecto a esas voces que se manifiestan negativamente, prefiero escuchar al Indio y gente que hizo un culto de un movimiento y de ultima criticar a esas personas si dicen algo de lo que uno no está de acuerdo, pero que algunas voces se manifiesten negativamente en algún punto es elogioso, que si quieren buscar un enemigo grande que nos elijan a nosotros. Dentro del rock he visto a Las Pelotas abriendo para AC/DC y que la gente les tire cosas, ¡Y son Las Pelotas! Esa pavada del rock no nos llevamos. Sí nos llevamos experiencias, hemos tocado en todos esos lugares, nos hemos llevado melodías del punk, del hardcore, amigos.
La droga del éxito
En la charla, Chano habla muy rápido, se muestra nervioso, está buscando dejar de fumar y en un momento se va a tomar una pastilla para eso. El sex symbol que suele protagonizar junto a su novia (la actriz Celeste Cid) decenas de noticias de chimentos al mes, tiene varios tics. Mira los números pasados de la revista Rock Salta en la mesa y las ordena una y otra vez. En forma de pila, una encima de la otra, luego las pone como abanico y repite las acciones. En varias oportunidades sus respuestas son sumamente breves, y en otra son frases enredadas que deambulan en conceptos e ideas varias.
Una de las canciones más viejas que siguen interpretando en vivo es “Lunita de Tucumán”, editada en 2007, pero que en realidad viene del demo del 2001, cuando existía una extensa versión llamada “Boquitas pintadas”, de donde tomaron parte de la melodía y algunas ideas. Resulta sumamente insólito pensar como en los recitales en el Luna Park o en los shows monstruosos para cuarenta mil u ochenta mil personas, el público en su gran mayoría niños y niñas, cantan el apellido de Bukowski y gritan la frase “la cocaína seca las lágrimas y es el combustible de mi ciudad”.
Chano reconoce que la situación “es ambivalente, rara”. “Me parece que el arte conduce a la emoción, antes que al entendimiento –dice-. Cuando sucede eso, es lo mejor. Me pasa como cuando escuchás una canción en inglés que te emociona y tal vez no estás entendiendo del todo lo que dice el tipo. Eso es lo que me parece que pasa con los chicos, están captando algo de ahí que tal vez no entienden del todo pero les gusta mucho. Y la canción y la melodía tiene un poder que los abarca más fuerte que su propio entendimiento y eso desata esa pasiones desaforadas”. Pero también advierte: “Podríamos haber dicho ‘bueno, ésta separémosla un toque por la exposición’. O sea que estamos comprometidos con el mensaje. Si dijimos algo en un momento es por algo. Tal vez uno ahora tiene un poco más de responsabilidad porque sabe que está llegando a un montón de gente. Y también cuando uno es más chico dice cosas sin filtro. Sin medir consecuencias. Nosotros tampoco medimos las consecuencias ahora de lo que decimos, pero también cambiamos como personas, y uno ahora está enfocado en otras cosas, a pesar de que algunas cosas en la vida sigan latentes”.
Al igual que NTVG (ver revista Rock Salta 13), en el vivo de Tan Biónica la pasión de la gente es enorme y los gritos son ensordecedores. En relación al fenómeno, Chano cuenta: “Tuvimos que medir con un decibelímetro el audio del público para poder hacer otros conciertos. Y una vez nos dio más alto que lo permitido en Buenos Aires. Así que de movida, antes de que empiece el show ya estábamos en una contravención (risas). Pero está buenísimo que la gente se manifieste”.
– Esa energía debe ser muy fuerte, ¿te conmueve?
– Sí, claro. Uno también tiene que regular ese desborde y tratar de ser más técnico que emocional.
– ¿Y a veces no se transforma en una necesidad? ¿Cuando pasás un tiempo alejado de los shows estás esperando todo ese calor?
– No me doy cuenta pero creo que sí.
– Porque muchas veces se dice que la droga más poderosa es el éxito.
– Creo que sí, pero después es un trabajo mucho más filosófico. Muchas veces me pregunto por qué tengo la necesidad de parame ahí y tratar de que me aplaudan. Pero sí, para qué te voy a decir que no. Yo creo que todos los que estamos en un escenario necesitamos que eso se renueve en cada concierto. Debe tener un trasfondo psicológico, que uno necesite todo ese amor. Pero en nuestro caso, creo que no es una cuestión de ambición sino de estar comprometido con el mensaje. Ver que crezca a través de las fronteras y que se difunda eso que uno empezó a confeccionar en un lugar chiquito en soledad, y que a la gente le sirva para algo. No importa para qué.
– ¿Pero sos consciente de que también hay que preparase para cuando eso baje? En diez, quince años, quizás Tan Biónica no llene en todos lados. ¿Tenés presente eso?
– Totalmente, sí lo tengo muy presente. Esto también tiene que dar lugar a otras personas, no serviría que la gente se mantenga escuchando las cosas que yo compongo, hay mucha gente que está haciendo cosas súper interesantes. Nosotros, en lo personal, estamos tratando de hacer crecer el movimiento día a día. Y entender que el éxito de nosotros no se mide por cantidad de personas sino por estar viajando juntos y sostener nuestra amistad, porque somos compañeros de colegio y no pasa sólo por vivir lo que la gente se imagina que uno vive.
Con más de diez años de carrera el grupo fue creciendo de a poco y el transporte elegido para las giras marca el desarrollo: “Nosotros viajamos en micro de línea, en combi, en micro de gira, en avión y a veces tomamos avión privado cuando no queda otra. Nos gusta tocar y estamos en una situación de amistad, y cuando salimos al exterior hay que ganarse al público de vuelta”. Con presentaciones en México, Francia y Portugal, el grupo tiene en claro la expansión a otros países y gusta de la experiencia. “Son desafíos que te conectan con la humildad y nos obligan a recordar ese ejercicio de salir y ganarse a la gente”.
Esas ganas de cruzar fronteras y crecer sin etiquetas los llevó a grabar un tema para el Mundial. Como explicaba la banda a los medios salteños en la conferencia de prensa, la canción en cuestión no se trata del tema oficial, dato que circuló erróneamente el año pasado, sino que es un tema de Coca Cola. La empresa encargó versiones a distintos artistas en varios países. Tan Biónica le puso letra en castellano.
En este año la banda repite con su música horario central en la TV argentina interpretando la cortina musical de la novela del Canal Trece Mis amigos de siempre. En 2012, Chano en solitario había interpretado la canción del exitoso programa Graduados, de Telefe. Ese tema fue el primer encuentro del líder del grupo con Cachorro López. El requerido orfebre del pop en español fue quien produjo la canción. “Veo que la banda tiene la capacidad de hacer música popular muy sencilla pero con una textura muy interesante, y con un cantante muy expresivo que tiene letras que dicen algo siempre. Sus melodías tienen reminiscencias del inconsciente colectivo de la música pop; sin embargo suman elementos que los hacen muy personales”, contaba en una entrevista con Rolling Stone el ex bajista de los Abuelos de la Nada y productor de discos de Andrés Calamaro, Cristian Castro, Diego Torres, Paulina Rubio, Julieta Venegas, entre otros.
Pero no sólo con estrellas musicales ha colaborado el cantante. “Hace poco grabé con dos grupos under, pero les decía que no sabía si eso les iba a va a servir”, cuenta Chano, y vuelve a un tema del que nunca parece alejarse, las miradas ajenas: “Generalmente la gente piensa mal y cuando tenés invitados piensan que tenés plata o que tenés amigos, y a veces por ahí conviene salir a pelear por tu cuenta”.
Sobre la enorme cantidad de música de gran calidad que aparece a diario pero que no genera una repercusión en los medios masivos, Chano reflexiona: “Está claro que lo que escuchamos no es lo mejor que hay. Hay un montón de bandas en todo el país que son alucinantes. Lamentablemente hay un camino que hay que hacer”. Sorpresivas declaraciones, teniendo en cuenta que su música es lo que más pasan las radios y la tv.
La pregunta del final busca dar luz a los cuestionamientos de tantos ojos puestos en el grupo, a tantos músicos argentinos que afirman que la banda es la nada misma.
– ¿Por qué las personas tienen que escuchar a Tan Bionica? ¿Qué tiene la banda para dar?
– Tiene honestidad artística. Nosotros hacemos canciones, contamos historias que suceden en los barrios, hablamos con la gente. Nos llevamos información de los viajes, seguimos muy en contacto con el mundo. De eso se trata nuestra música: historias para gente normal, para la gente que vive la vida de una manera sencilla. Tratamos de desmitificar esa historia del rock con excesos y chicas hermosas siempre alrededor. Nos bajamos de ese rótulo de mega estrellas de rock para entendernos como ciudadanos, servidores públicos. Como un bombero o un policía. Nosotros hacemos canciones para que a la gente le sirva para algo.
Artículo publicado en el número 19 de la revista Rock Salta, de marzo de 2014.