Tras cinco fechas, el cierre del ciclo de M.I.A.S volvió la Sala Juan Carlos Dávalos de la Casa de la Cultura. RS estuvo presente y te lo cuenta.
Por Claudio Guantay Lagoria – claudioguantay@hotmail.com
Fotos: Gentileza M.I.A.S.
De la mejor manera concluyó esta muestra que se espera que se repita a lo largo del próximo año.
Cerca de las 21 hs. la gente iba ingresando mientras músicos varios iban y venían por el lobby ajustando detalles o buscando algo de dispersión. Folletería mediante (M.I.A.S. entregaba un programa con info sobre la muestra, la asociación y el Proyecto de Ley Nacional de la Música), en la sala se podían ver algunas proyecciones mientras los chicos de Camarón Bombay terminaban de ajustar los equipos. Primero un video sobre el Proyecto de Ley Nacional de la Música, que desde Julio espera ser tratado por el Senado de la Nación. Desde Luis Alberto Spinetta hasta la Mona Jiménez, diversos músicos y artistas manifestaban sus adhesiones a esta lucha. Luego, un par de institucionales de M.I.A.S. resumieron en imágenes todo este ciclo de música independiente y los artistas que participaron en el mismo.
A eso de las 21:15 hs. Víctor Conti subió al escenario y tras una breve introducción presentó a Camarón Bombay, que con tres canciones de su repertorio fueron los encargados de abrir la noche y romper el hielo. Un set cortito de 25 minutos en los que demostraron ser algo más que una banda de reggae común. Primero “Lenitivo”, una canción que cuestiona al sistema e intenta mitigar ese dolor desde un sonido rocker, ejemplo de ese dulce amorío reggae/rock. Luego vino “Brisa de Uquía”, un lindo recorrido por la cultura del Altiplano y sus sonidos. Sobre el final de la canción se aprecia ese conocido ritmo de comparsa de indios con tambores y silbato, al mejor estilo de carnaval norteño. Para el final dejaron “Pone toda tu fuerza”, un reggae más clásico que, a pesar de la obviedad, tiene mucha fuerza en escenario.
Camarón Bombay ofrece una diversidad de fusiones interesante, coqueteando con el rock y ritmos autóctonos. Con ocho integrantes en formación aprovechan las posibilidades de jugar con teclados, sampler, clarinete y percusión para definir un estilo muy particular. Una presentación corta pero efectiva de la banda. Algunos quedamos con ganas de escuchar otro tema.
A continuación, Robótico tomó la escena para versionar clásicos del hard rock y el heavy. Cuatro temas ajustaditos que sonaron bien y rememoraron a un género que sabe de baladas con actitud. Primero “Sweet child o’ mine”, de Guns N’ Roses; después “Bajo control”, de Rata Blanca. Tras esto la banda presentó a su nuevo tecladista Nahuel y nos llevó a recordar algo del glam metal de los ’80 con “Is this love”, de Whitesnake. El cierre llegó con “Paradise City” (también de la banda de Axl Rose y Slash) para sacudir melenas y terminar bien arriba. Casi media hora de un género ya no tan vigente; apelando a ese “metal” que nos vendía la MTV, pero que aún hoy nos genera algo de nostalgia.
Ya habían pasado 15 minutos de las 22 hs. cuando otra vez “La Hiena” se presentó. Esta vez para agradecer a toda la gente que trabajó y colaboró para llevar este ciclo adelante. Mención para la buena predisposición del staff de la Casa de la Cultura. Y algo de los anhelos que persiguen desde M.I.A.S., como trabajar para que los consideren “artistas, no un insumo de bar” y así generar espacios para los músicos.
Tras la arenga, Funk You llegó a presentar sus primeras composiciones. Primero “Superstition”, del maestro Stevie Wonder, como para mostrar de qué se trata la banda. Luego “Tu fiesta” continuando por la línea del funk, sumando una guitarra bien distorsionada. “Mi cuerpo” y “El dealer” prolongaron un buen set de canciones propias que navegan un sonido psicodélico. Para cerrar interpretaron una excelente versión de “Around the world”, de los Red Hot Chili Peppers. Y aquí es donde resulta agradable la propuesta de Funk You: un buen espíritu funky que se integra con un rock fuerte de manera precisa.
A las 22:50 llegó el turno de Descanso Eterno. Una propuesta de metal sinfónico con composiciones propias que indagan entre la melodía y la oscuridad del doom. Con cinco canciones mostraron un repertorio atractivo. El grupo tocó “Perotín de Notredame”, “El fin de la noche”, “Quiero cantar”, “Mundus Patris” y “De la eternidad”. Quizás mucha gente no conoce en profundidad las características de este tipo de música y es por eso que, desde la peculiaridad, muchos pudimos apreciar una exploración artística llamativa, pero no por ello menos valorable. Algunos problemas para oír bien el violín no llegaron a entorpecer una muestra en la que la diversidad de voces (guitarrista, baterista y bajista cantan) ponderaba texturas múltiples.
Ya para el final quedó Gardenia, la más conocida de todas las bandas que formaron parte de la velada y esperada con ansias por muchos. Cerca de las 23:15 Conti subió para despedirse. Esta vez sus palabras abogaron por el apoyo a la Ley Nacional de la Música y un recordatorio para nuestros representantes en el Senado de la Nación, como para que den un “poquito” más de bolilla a los correspondientes pedidos acerca del tratamiento de este proyecto.
Como nos tienen acostumbrados, los Gardenia ofrecieron un show audiovisual que invita a viajar entre percepciones psicodélicas alternas. Solo tres canciones, pues el final estaba pactado para la medianoche. Sin embargo, Iván Luis explicó que iban a adelantar algo del material de un DVD (de nombre Ummo) que saldrá pronto a la luz. Así sonaron “Y en las mañanas” (del EP Sidera Visus) y el propio “Ummo”, suerte de nebulosas que bregan con los tiempos, la luz y el sonido. La canción final que eligieron fue “Mil veces”, tema que además cierra el disco Invocación a los pájaros.
Gardenia no defraudó y por poco menos de media hora nos invitó a volar con un show hipnótico. La experimentación de esta banda y ese estilo tan desnudo de ataduras interpretativas exalta la figura de Gardenia en la movida local. Hace tiempo que se constituyeron en una formación de un potencial que crece de manera exponencial. Ojalá pronto llegue nuevo material que los afiance definitivamente.
Atrás quedó esta “Muestra de Música Independiente” organizada por M.I.A.S. a lo largo de seis fechas. Por delante esperamos que continúen este tipo de ofertas para fortalecer la escena local y dar espacio a la diversidad de músicos que expresan su arte a través de la autogestión.