Anoche, con mucha lluvia afuera, Gustavo Cordera presentó en El Teatrino su disco «Suelto». Un show íntimo y especial que RS te cuenta.

Sueltos con Cordera

“Parece que no va a parar… es más, hasta nos va a acompañar toda la noche”, dijo alguien en la puerta de El Teatrino mientras se asomaba a la calle y miraba cómo la lluvia mojaba la noche de presentación del trabajo solista del Pelado Cordera. “Menos mal que la mayoría de la gente ya está adentro; sólo hay que esperar un rato más” me dijeron en la puerta; acto seguido entré para terminar en medio de las dos plateas que enfrentan al escenario.

Al entrar, parece que uno mismo se olvida del clima y el agua: ver las butacas, en su mayoría ocupadas, con luces tristes que esperan a la absoluta oscuridad más el murmullo de voces varias sonando al ritmo de la música de fondo generan un cierto clima amigable, un clima que te invita a relajarte, aflojarte las zapatillas y sentarte en el sillón grande a disfrutar de tu música preferida. Los que llegaron primero tuvieron el privilegio de sentarse en unos sillones chatos justo en frente del escenario. El resto se acomodó en las semi-plateas que completan el espacio. Al costado, una barra de tragos sumergida en la oscuridad sirve de paradero de aquellas personas que llegaron sobre la hora y con ganas de sentarse en algún lado.

En un momento de la espera sube a la escena, todavía vacía, el señor Conrado Geiger, organizador y programador de las actividades de El Teatrino anunciando actividades futuras que nosotros ya te contamos, y aclarando una pequeña demora debido a la lluvia: “vamos a esperar unos minutos más para recibir a los que por la lluvia se demoraron”.   Y así fue. Recién a las 22:15 se apagaron todas las luces  del lugar y automáticamente salió el Pelado con su “banda de amigos” a saludar y empezar la tocada.

Con actitud firme y pasiva, el Pelado se acomodó en su silla y agarró su guitarra acústica con la zurda para dar las primeras palabras, y así pasaron Ansiedad de Buscar, Me la Juego A Morir, Aprendí A Esquivar y Confío entre otras hasta que Cordera declaró: “sé que a ustedes les gusta las del pasado, las que ya fueron…son unos necrofílicos” y estalló el momento bersuitero. Un Pacto fue la que debutó en la noche de lluvia  y a continuación llegó el momento de improvisación con un “en Salta la linda esta noche llueve, y saltando en charcos de agua yo canto” al momento que se enganchó otro de los hits bersuiteros, Mi Caramelo en una versión mucho más movida que la original.

“Ustedes saben que esta mañana cuando me encontré con la prensa, varios me preguntaron por el tema de los desmontes, y la verdad que es una tristeza que todavía sigamos hablando de esto. A mi me mintieron diciendo que se iban a empezar a gestionar políticas ambientalistas…pero veo que nada pasó y es una lástima”, dijo el Pelado a modo de preámbulo del tema Madre Hay Una Sola, haciendo referencia al maltrato de la madre tierra. Después vino un homenaje “a la persona que más influyó a Bersuit y que, personalmente, me es un ídolo. El nos inspiró a crear el tema La Bolsa….Lamentablemente el 17 de marzo del año pasado lo vi partir. Esta es para vos Huguito” y arrancó el tema con el mismo nombre

El baile llegó con temas como La Bomba (en donde empezaron los primeros pasos de baile de los que se animaban acompañados con el ritmo y una letra que decía “con vos juego esta noche, juego a la bomba loca”) y después la fiesta floreció al ritmo tropical cumbiancha de Asalto de Cumbia, con pedido expreso de el Pelado de levantar las manos porque “esto es un asalto”. Pero el sello final al bailongo vino con Sencillamente, otro tema bersuitero interpretado a un ritmo más acelerado que esta vez contó con la presencia de chicas con ganas de bailar y saltar con un Cordera que ya había abandonado su posición pasiva para pararse y empezar a bailar a un ritmo mas bien adaptado a las esencias gitanas impuestas por el Unza-Unza Dance de Kusturica.

Llegó el bis y sólo para despedirse con otro hito bersuitero. Murguita del Sur empezaba a sonar y todos se hicieron presentes a los pies del escenario, coreando y disfrutando del momento. Cordera, otra vez sentado, agradeció a todos y les dedicó el último tema. Y sin más vueltas que darle a un Pelado suelto y muy verborrágico el show se terminaba.

Para el final vinieron las fotos con la banda y una que otra charla casual entre los artistas y los que se encontraban presentes todavía. Mientras tanto la que no terminaba de tocar todavía era ella, la lluvia, quién nos iba a acompañar por un rato más.

Para ROCK SALTA. Pablo Choke Torramorell – pablo@rocksalta.com