La segunda noche fue dominada por el heavy, con shows de Malón, Horcas, Tren Loco y Anthrax. Skay brilló con luz propia y Las Pelotas y Catupecu levantaron al público. Siguieron los homenajes al Flaco y Ciro decepcionó.
El ritmo que impone el Cosquín Rock es demoledor. Los años no vienen solos y, bueno, la llegada al predio fue cerca de las 19. Sonaban Guasones y yo desempacaba en el predio.
El primer momento grato del día fue la conferencia de prensa que pudimos compartir con Carlos “Negro” García López; todo un símbolo de la guitarra rockera, ahijado de Pappo: “A él le debo todo, me hizo tocar con 13 años”, declaró el actual (y de los 80) violero de Charly, que ayer tocó con la García López Band.
Sonaba Tren Loco y llegó el momento de Catupecu Machu. No hace falta señalar la profesionalidad y entrega que tiene la banda de Fer Ruiz Díaz. Abrieron presentando cosas del último disco y luego vendrían clásicos de su discografía. Fer hizo dos o tres referencias a Spinetta y, más allá de que los homenajes abundan, este resulta creíble. La banda tuvo como invitados en un primer momento a Germán Daffunchio y a Gabi Martínez, de Las Pelotas, y sobre el final de la performance al Negro García López.
El escenario temático recibía a Horcas, de muy buena performance, y luego pudimos conversar con la gente de Tren Loco. Más allá de que no importe desarrollar acá los pormenores de las conferencias, fue muy buena la charla con Miguel Roldán, violero de la banda, quien está vinculado desde los orígenes a UMI, educándonos sobre aspectos de la Ley de la Música.
Las Pelotas hicieron de las suyas en el escenario principal. Quizás nosotros ya hemos visto muchas veces a la banda (Rock del Valle en febrero, Salta en agosto) y el set de anoche fue bastante similar, pero, la fiesta que desarrollan Las Pelotas en Córdoba es única. Destacable.
A partir de ahí inició un momento bizarro, el primero de la noche. Tras la conferencia de Malón, nos fuimos en la trafic con la banda a los camarines y disfrutamos del show de Anthrax. Los muchachos, demoledores, aunque con mañas y divismos que a esta altura son propias del brillo triste de un canchero.
Skay sonaba desde el escenario principal con un show prolijo, impecable: MUY BUENO. Rock Salta pudo acceder a la prueba de sonido, desarrollada al mediodía, así que teníamos la comida medio digerida. Abrió con “Genghis Khan”, sonaron temas de sus placas y en el momento ricotero, aparecieron “Masacre en el Puticlub”, más tarde “Criminal Mambo”, y para los bises quedó “Ji ji ji”.
Al menos para mí, la música terminó con Malón. No soy amante del género, pero el show que pudimos ver fue demoledor. La banda estuvo en forma, con una experiencia acumulada que quedó evidenciada en vivo. Sonaron clásicos de la banda y claro, para los más ortodoxos, algo de Hermética.
En el escenario principal, el cierre estuvo a cargo de Ciro. No lo vi, sólo lo escuchaba de refilón. El show fue larguísimo, con canciones solistas y de Los Piojos (formato ladri patentado por, bueh… saquen sus conclusiones). Me quedo con el testimonio del Agustín Lasa, radicado en Córdoba, ex violero de Círculo Vicioso y actual de Che Ciruja: “La banda sonó muy desajustada, horrible, no aguanté diez temas que preferí irme”.
Así, el bonus track, vino de la mano de la Bizarren Miusic Parti. Prometía mucho, pero sólo escuchamos algo de música (bizarra, obvio) y disfrutamos de personajes como Willy Polvorón y Paolo, el Rockero. La Bizarra funciona como un boliche psicoanalítico, donde el rockero libera sus tensiones musicales acumuladas.
Mirá alguna de las fotos de la segunda jornada del Cosquín Rock 2012:
