El festival más importante del país continuó con su camino de cambios y exitosa convocatoria post pandemia. Divididos, Trueno, LP y Usted Señálemelo se destacaron en los tres escenarios principales.
Fotos Matías Egea
Verano. Carnaval. Cosquín Rock. El trinomio se volvió a juntar y rompió records. Más de 100 mil personas en la primera jornada según datos oficiales. Duplicando la cantidad de asistentes con la edición del 2022, que ya había sido la más convocante en su momento. Un crecimiento de locura post pandemia por donde se lo mire. Pensemos que el pueblo de Santa María de Punilla donde se realiza el festival desde el 2011 tiene solo 10 mil habitantes.
Siguiendo los datos oficiales para el 50% de los asistentes fue su primer Cosquín Rock. Para toda esa gente el festival es y será esta versión 2023. No son los cinco o tres días, ni las carpas, ni los escenarios temáticos, ni el lago San Roque, ni la tirolesa, ni la vuelta al mundo, ni las butacas de la Plaza Prospero Molina, ni los shows de Fuerzabruta, por nombrar algunas viejas atracciones.
Para la gente que repetía los cambios llegaron desde el ingreso al Aeródromo. Fueron dos que ocupaban la totalidad de los puentes que cruzan el rio que limita al predio. Un largo camino asfaltado y adornado recibió a quiénes eligieron el clásico ingreso de la guitarra. Desde temprano se vio un gran afluente de público, otro cambio que se fue dando en los últimos años. Esa previa en las afueras hasta que llegue la noche, ya no existe más, el que entra tarde se pierde medio festival.
El Bordo, fue una de las primeras bandas, tocaron a las 15 “Silbando una ilusión”, “Instinto” y “Lejos” formaron parte de su set de media hora en el Escenario Norte. Por su parte en el Escenario Sur Lara 91k celebró el año de la salida de su disco Como antes, que presentó justamente en una carpa del CR22.
En el Escenario Paraguay, que debutó el año pasado y responde al reconocido reducto cordobés, Los Hermanos Morgan mostraron su pop de sintetizadores y levantaron la bandera de locales a las 16. Era el primer escenario que la gente veía al ingresar. Siguiendo ese camino estaba La Casita Del Blues, más amplio pero manteniendo su estética, sería un refresco para los sonidos más estridentes del festival. La joven Wayra Iglesias, cantó clásicos de blues en inglés y con la presencia de su papá Tete Iglesias y su tío Tanque Iglesias versionó “2+2=3” para el deliro de los rengueros presentes. Se la notó muy contenta y alegre, aunque la sonrisa de Tete denotaba que no había nadie más contento que él.
Con el sol pegando fuerte a pesar de un viento fresco, Estelares subió al Escenario Montaña pasadas las 17. Ubicado a la mitad del predio, se trasformó en el tercer escenario gigantesco y en simultaneo que tiene el festival. La banda de Manuel Moretti apeló a sus hits y salió victoriosa como tantas otras veces.
El Escenario Boomerang, tuvo una mejora notable del año pasado, por ahí desfilarían las propuestas emergentes de la escena como Fermin músico y productor de Dillom, que viene lanzando muy buenos trabajos de pop alternativo. Lamentablemente este escenario se atrasaría media hora desde temprano, cambiando los planes de varios que llegarían a ver ahí a Gauchito Club, Muere Joven y Saramalacara entre otros.
El regreso de los Usted Señálemelo era un punto alto de la jornada y lo confirmaron con creces. “La banda que volvió sin haberse ido” como dijo su cantante y tecladista Juan Saieg. “Nuevo comienzo”, rompió el hielo para seguir con “Pana” y “Siento” donde Gabriel “Cocó” Orozco mostró porque es uno de los últimos guitar hero nacionales. “Las flores sangran” el segundo tema nuevo que lanzaron sonó mucho más fuerte y crudo, para cerrar con “Mañana” y “Big Bang” donde se sumaría la sección de vientos a la batería y programaciones de Lucca Beguerie Petrich. Mucha alegría y felicidad en la gente. Se los extrañaba y necesitaba.
Carnaval de Invierno
Ya cayendo el sol y con el frío sintiéndose cada vez más fuerte NTVG y Conociendo Rusia metían hit tras hit y Las Ligas Menores debutaban en el festival. Para el festejo de la patria indie que saltaba cada canción. Curiosa la situación de La Delio Valdez chochando en horario con Lilla Downs ya que comparten premisas similares. La mexicana brilló con sus canciones merced de una banda compuesta por ocho músicos, fue de lo mejor de la primera jornada.
La inclusión de LP en la grilla llamó la atención de inmediato, pero la estadounidense vino varias veces al país y cuenta con una buena cantidad de seguidores, como lo demostró su Luna Park agotado el día anterior. El hit “Lost on You” sonó fuerte para finalizar su set mientras que Skay nos brinda una nueva presentación, esta vez de noche.
El corazón de Patricio Rey regaló varias joyas redondas como “El pibe de los astilleros”, “Nuestro amo juega al esclavo”, “Criminal Mambo” y “Todo un palo”. Además de la esperada “Jijiji” con su pogo infaltable, pero menor que en otras oportunidades, hay que decirlo. Al guitarrista de 71 años se lo pudo ver charlando de guitarras con Ricardo Mollo en la prueba de sonido del día anterior, cosa que ilusionó a algunos con una colaboración entre ambos. Algo que finalmente no sucedió. Siempre será un lujo la presencia de Skay en CR. Así lo mostró Niño Elefante guitarrista de El Mató homenajeándolo con un punteo ricotero antes de arrancar “Sábado” de los pocos temas viejos que tocarían los platenses quienes llegaron al CR de la mano de La síntesis O’Konor (2017) y desde entonces son fija, fueron los más convocantes del Escenario Paraguay. “Tantas cosas buenas” el adelanto de su disco aún sin nombre, cambió un poco los aires de una lista muy parecida a la que hacen cada año. Se espera ese nuevo álbum para una renovación.
Divididos decidido arrancar con nada de tranquilidad su set: “El 38”, “El ojo blindado” y “Haciendo cosas raras” sonaron una tras otras. Como declaración de principios, diciendo acá está el rock que algunos dicen que no está solo porque se sumaron nuevos sonidos y artistas. En la otra punta Trueno confirmaba su gran momento, como lo hiciera en el CR22, aunque esta oportunidad sin tantos invitados. Y al medio Catupecu Machu volvía con Abril Sosa en batería al Cosquín, banda insignia del festival. Quienes le aportaron su cuota de emotividad, crudeza y rock dosmiloso. Para el cierre con “Dale!” se subirían al escenario Juan Ingaramo y Lucca de US en batería.
Cerca de la medianoche y con el frio de las sierras pegando fuerte Mi Amigo Invencible debutaría en el festival mostrándose sólidos y fuertes, ellos pieza fundamental del indie que inspiró a tantas bandas hace tiempo que tenían que estar en el CR. “Olímpica”, “Un par de árboles” y el postpunk de “Fósil” en una lista que se apoyó en su dos últimos discos Dutsiland (2019) e Isla de Oro (2022). Los mendocinos se divirtieron en el escenario con pasajes instrumentales y homenajearon tanto a Charly García como a Gustavo Pena. Se los extraña por el NOA.
Juanse cumple, León dignifica
Mientras el artista local Juan Ingaramo, que supo abrir un show de Blur en Córdoba, mostraba su caurtefunk. La ortodoxia del rock n roll la traería Juanse para el cierre de las bandas, mediante a los hits inoxidables de los Ratones Paranoicos como “Isabel”, “Sucio gas”, “La nave”, entre otras y una buena lista de invitados repitiendo lo que hizo en sus shows del 2022 en Obras y en el Luna Park.
Lo acompañaron Alejandro Kurz de El Bordo, Junior de Caras Extrañas, Conociendo Rusia, Celeste Carballo y Juani Agüero guitarrista de Fito. Aunque lo más destacado sería la presencia de León Gieco para cantar “El fantasma de Canterville”, “Pensar en nada” y cerrar con “Sólo le pido a Dios”. Enorme gesto de Juanse para una de las grandes figuras del rock argentino que con 71 años viene de editar El Hombrecito del Mar (2022) pero está alejado de las giras y shows constantes por razones de salud, por eso verlo nuevamente en el escenario de CR fue un regalo de Juan Sebastián para con todos los presentes.
La noche seguiría con la pareja de djs Charlotte de Witte y Enrico Sangiuliano quienes pincharían hasta las 4 de la mañana para festejo de los amantes del techno.