Coberturas

Don Osvaldo en Salta | Refrescando el legado callejero

El grupo de Pato Fontanet convocó a cuatro mil personas en nuestra ciudad el día. Acá te repasamos la vigencia de la banda y la llegada a nuevas generaciones.

Texto: Martin Lizarraga
Fotos gentileza: Carolina Vera

A pocos meses de cumplirse veinte años de la tragedia de Cromañón, Don Osvaldo nos visitó el pasado sábado 26 de abril en el Estadio Delmi. La banda de Pato Fontanet repasó durante dos horas varios clásicos callejeros, canciones viejas, otras más nuevas, inéditos e incluso hasta unas breves improvisaciones instrumentales, tangueras y ricoteras en el medio.

Cuando hablamos de los nuevos proyectos de artistas y bandas ya consagradas del rock nacional, es habitual encontrar cierta reticencia del público, quien siempre prefiere escuchar los clásicos por sobre los nuevos temas. En Don Osvaldo se empieza a ver algo distinto: además del legado callejero, varias canciones propias arrancan a ganarse un lugar en el podio de los clásicos, de esos que la gente gusta cantar con los ojos cerrados entre trapos, sentimientos, pogos y amigos. Esto no es casual. Por un lado, la vigencia de sus letras es prácticamente calcada a la que tuvieron en su nacimiento. Por el otro, la constancia de la banda le permitió incorporarlas al repertorio y al imaginario colectivo tras casi una década de discos, giras y recitales propios.

La impronta general de la lírica de Fontanet y su mensaje continúa intacta: la protesta, la inconformidad, el gusto invaluable de ser uno mismo y no dejarse avasallar por un mundo corrupto e injusto. El día sábado también tuvimos de esto en mensajes recordando al recientemente fallecido Papa Francisco, una remera apoyando a las Abuelas de Plaza de Mayo, una cita de “Los nadies”, de Eduardo Galeano, y un claro mensaje en contra de la desigualdad.

A pesar de las típicas dificultades de sonido del lugar y algún que otro pifie de la banda misma, miles de salteños pudieron refrescar ese legado callejero que continúa envejeciendo muy bien y sumando fieles que van más allá del núcleo duro de las típicas bandas de rocanrol.