Entrevistamos a Facundo Urtasun, propietario del bar Arteplaneta, sobre la problemática en el Paseo Balcarce por las recientes -y constantes- clausuras a los lugares por el incumplimiento de normas. Escuchá la entrevista completa acá.
Las recientes, y constantes, clausuras a varios locales dedicados a la diversión nocturna en el Paseo Balcarce pusieron en eje una problemática que hasta no hace mucho tiempo no era de dominio público: bares que se vieron obligados a cerrar sus puertas por varios fines de semana consecutivos -lo que trae aparejado una pérdida económica importante en los ingresos-, las declaraciones por parte las autoridades que disipan el rumor sobre una posible “persecución política”, la queja de los vecinos de la zona -cansados por la rutina de cada madrugada de sábado y domingo- y el murmullo de los más afectados en un plano secundario, los clientes habituales/consumidores de ésos bares. El reglamento impone, mediante una normativa vigente, una serie de requisitos a cumplir al momento de la habilitación comercial por parte del ente regulador de la Municipalidad de Salta. Requisitos que, se traduce, no fueron respetados ni implementados como se debe en los últimos años de la gestión Isa. Ahora la secuencia causa-efecto está dando sus frutos. Por eso, en nuestro programa de radio entrevistamos a Facundo Urtasun, propietario del bar Arteplaneta, uno de los tantos lugares afectados por las últimas clausuras y otras consecuencias por estar “todos en una misma bolsa.”
Sobre la situación actual de las clausuras
«Arteplaneta está clausurado por desvirtuacion del rubro. Todo está muy confuso lo que son las ordenanzas sobre lo que está en calle Balcarce. Hay muy poca interpretación sobre lo que la ordenanza dice. Y hay algo que hay que decirlo, muchas veces los inspectores que van no se saben la ordenanza en relación a los horarios del cierre. Nosotros tenemos todos los papeles, lo único que no tenemos es el anexo baile, que se confunde con el permiso para que la gente baile, cuando en realidad es el permiso para tener una pista de baile. Y el anexo baile no nos los quieren dar. Aquí hay un problema fundamental y es que las autoridades no se acercan nunca a trabajar con vos sino que se acercan a reprimirte cuando estás haciendo las cosas fuera de los papeles, es netamente una burocracia. Son cosas que se pueden trabajar tranquilamente en conjunto: que venga el director de nocturnidad a los bares, nos hable y nos diga ‘mirá, te falta esto acá y acá’ pero no; es la costumbre de tener un Estado y un municipio alejado a uno que sólo aparece para generar ese choque directo y eso es complicado. El Estado es el socio mayoritario de todos nosotros y tiene que trabajar con nosotros. Yo desde mi comercio lo veo así, yo trabajo para el Estado todo el tiempo y a mí sólo me dan choques, golpes todo el tiempo. Necesitamos que los políticos comiencen a tener un trato más personal hacia las cosas y me parece que tienen la infraestructura para hacerlo, hay gente como para poder diagramar un trabajo más en conjunto. A parte, una visión más específica e individual porque cada lugar es muy distinto al otro, no nos podemos poner en una misma bolsa.»
Sobre las propuestas por parte de la Municipalidad
«Nicolás Avellaneda -el subsecretario de Control Comercial- tiene razón. Desde nuestro punto de vista, como pioneros de poner un bar en la Balcarce, la zona se desvirtuó: toda esta movida de boliches gigantescos no van con la Balcarce. Ahora, en el caso de Arteplaneta, Zumba, Hakuna y Café del Tiempo si vos te ponés a leer las ordenanzas, dicen bien en claro cómo tienen que ser las cosas. La ordenanza dice que si en las confiterías con espectáculos la gente baila entre los pasillos, no quiere decir que sea un baile. No se puede prohibir que la gente baile. Lo que hay que regular es el tema de los grandes boliches, los que tienen grandes capacidades. Está perfecto lo que hace la Municipalidad, haciendo cumplir las ordenanzas: que salgan a flote los problemas que hay así ahí, con el Consejo Deliberante, se los corrige, se llega a un acuerdo así nos dan las leyes nuevas y allí nosotros poder cumplirlas. Es una buena postura, lo que pasa que todo esto es una consecuencia de la anterior gestión municipal. Si la Balcarce tiene capacidad para cinco mil personas es ilógico que un local tenga a mil tipos adentro; entonces eso hay que comenzar a regularizarlo y no pueden ponernos a nosotros, los empresarios, delante de esa batalla porque no es nuestra. La propuesta de Arteplaneta es concentrar toda la cultura lo más que se pueda y comenzar como una unión de tribus y una paz entre lo que somos los trabajadores de la cultura que la necesitamos y eso significa todo: el rock, el reggae, el jazz, el folklore y la música electrónica. La idea es abarcar todo pero en los papeles no podemos hacer eso. Es una cuestión municipal que tienen que arreglarlo ellos. No nos metan en la misma bolsa, por favor.»
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