Ante la falta de éxito comercial en la que está inmerso todo el rock del NOA, la caída de la industria discográfica mundial y la inflación imperante; la apuesta por caminos alternativos de recaudación monetaria se torna menester, como pregonaba el inolvidable Pappo, que en realidad hablaba de aplicar el rock en situaciones extremas de psicosis masiva para así catalizar las preocupaciones cotidianas de fines del siglo XX y no se fijaba tanto (en sus letras) en cómo hacer para llenar la gorra.
Es así que transformándose una vez más en la punta de la lanza del rock regional, los tucumanos Karma Sudaca firmaron un contrato interprovincial con alcances equivalentes con el que esperan salir beneficiados. El power cuarteto que lidera Tony Molteni sería la cara principal de la campaña que Calchaquitos, la pyme de Cafayate, utilizaría para dar a conocer las conocidas exquisiteces pseudoartesanales que realiza.
Nueces confitadas, alfajores y otros productos típicos del local estarían por ser ofrecidos por la banda en publicidades gráficas, radiales y televisivas. Las distintas estrategias que se están craneando en la empresa alcanzan inclusive el reparto de productos en los recitales de Karma, emulando a los históricos redonditos de ricota que se degustaban en las clandestinas noches del proceso, durante las presentaciones de Patricio Rey.
Además, la banda ya estaría grabando una versión reducida y modificada de su clásico “Furia calchaquí” para convertirla en “Furia calchaquito”, en la que enumeraría las bondades de los citados productos. También se realizó una campaña fotográfica de promoción, pero los músicos y la empresa la desecharon.
Publicado en la revista Rock Salta Nº9, en el mes de abril de 2012