Reseña del primer disco de Gardenia.
Dejando de lado el costado burocrático de su gestación, el primer larga duración de Gardenia nació y trajo consigo un nuevo sonido. Si bien la entramada composición de sus canciones ha sido una constante frecuentada en su producción, Invocación a lo pájaros se reluce entre todos sus trabajos por una mayor unidad o una aparente conceptualización musical.
Con una nueva formación de integrantes y una cambiante complejidad, es perceptible el avance incansable de la banda, tanto en lo individual como en el plano colectivo, ya que con la inclusión del bandoneón for export y el bombo legüelo, se demarcó el nuevo horizonte musical. Mucha energía regada con tintes de rock, jazz y folklore, más sus variantes siempre presentes.
Con guitarras más creativas y una menor intervención de teclados con respecto a los anteriores EPs, desde una atenta escucha se percibe una tarea de investigación sonora. De ella se perfila el concepto musical basado en un espíritu hi-fi, elegante, pero con una fuerte y obstinada solidez metal acompañada siempre de melodías suaves que se desprenden de todo el armazón.
Entre las canciones, Mammatus replica a latentes grupos como Battles o Pivot, con el auge instrumental rockmatemático que los caracteriza; o Golem, que propone imaginarnos a un ferviente Tool dando recitales por el norte argentino después de algunas semanas de estadía.
La grabación, realizada en un estudio local, tuvo como único invitado al Gnomo, cantante de Calmaniño. Con su timbre o frecuencia vocal podridos, como recurso original, por un lado dió un toque más que agresivo y positivo a temas como Se hagan vida. Tras repetirse en otras intervenciones, provocó poca sorpresa y baja eficacia.
En el aún perfectible trabajo de post-producción, donde las voces y los coros jugaron un papel importante, se rescataron la multiplicidad de quiebres justos, ciertos loops magnéticos, resonancias desconocidas, efectos reversibles y una claridad auditiva no antes descubierta en la banda. Es loable también que canciones antiguas como Viento y viajar o Donde el mar, con el tiempo y buenas ideas, se fueron perfeccionando en el registro final.
Las letras impresas por Iván Luis, líder de la banda y responsable de la palabra cantada, fueron apoderas por el viento. Ese ser o ente que se lleva todo por delante aunque también trae cosas nuevas, casi como producto del aleteo de los pájaros invocados. Analogía perfecta para este álbum debut.
¿Un disco de culto? ¿Vanguardia local? No lo sé. Solo sé que los once temas están aún sin editar físicamente, por ahora para bajar desde la red, pero siempre a la espera de lo que vendrá.