Entrevistas

Gauchos de Acero

gauchos de acero

Los hermanos Jorge ya son, más que una promesa, una realidad. Los Gauchos de Acero recibieron a RS en su casa y nos contaron de todo.

Amigo Gaucho

gauchos de acero
pablo choke torramorell Por Pablo Choke Torramorell

Todos los días se suben a YouTube alrededor de mil millones de videos desde cualquier punto del planeta. Segmentos de un concierto masivo en algún estadio lleno de gente, momentos familiares agradables, registros de catástrofes azotando un pueblo, capturas de un programa televisivo hitero, el culo de una mina visto por un celular, un bebé probando por primera vez limón, un casamiento en donde la novia se resbala de la escalera, un tipo que toca Bohemian Rhapsody haciéndose sonar los dedos de la mano, un docente siendo maltratado por sus alumnos, una mina mostrando cómo se maquilla, un japonés durmiendo todo el día, el ahorcamiento de Saddam, los insultos de Mirtha en el detrás de escena, las escenas eliminadas de una película, los tutoriales sobre cómo usar un software nuevo, un ensayo de alguna bandita del mundo, una tocada para los amigos … todos estos y más son la temática principal de tan sólo un puñado de videos vistos al azar y en sólo 30 minutos con monedas.

De aquellos fenómenos virtuales, sólo unos cuantos (de miles) salen a la popularidad del mundo registrando cada vez más y más visitas diarias. Sólo con clikear te convertís en uno más que se prende en la orgía diaria de YouTube. Hace 5 años los pocos que conocían el sitio apenas lo pronunciaban…Hoy, “iu-tu” es parte del vocabulario autóctono propio, nuestro.

Un viernes de Octubre del 2006, en medio de la marea de videos, aparecen los ingredientes perfectos para hacer sacudir a una familia del norte argentino primero y al mundo virtual, musical y real en su totalidad inmediatamente después: un trío de changuitos que tocan rock pesado como nunca antes se había visto. Ya está, listo, tenemos el combo ideal para empezar a desarrollar lo que se iría a convertir en acero en ebullición en tan solo unas cuantas horas.

Gauchos de Acero se llaman y, bautizados por la TV argenta, están dispuestos a mostrar que se puede vivir del amor a la música en épocas tan golpeadas económica/socialmente que hacen tirar la toalla a la primer banda que se topa con un inconveniente.

Hace cinco años Emilio, Agustín y Martín Jorge con 13, 10 y 9 años respectivamente saltaron hacia la música motivados siempre por un objetivo en común: tocar y tocar para demostrar lo que son y hacen.  Los famosos videos colgados de YouTube vinieron un poco después, pero ya en el 2005 existió la posibilidad de hacerse conocer masivamente con tan solo aparecer unos minutos en la pantalla chica, pero del televisor: Marcelo Tinelli se encontraba haciendo su programa de talentos en Canal 9 al mismo tiempo que los hermanos Jorge grababan un video muestra para enviárselo y así obtener un pulgar arriba para salir en televisión. La producción de Tinelli les levantó el pulgar arriba, pero querían más: no conocían mucho las canciones del video de 10 minutos con versiones de Maiden, Sepultura y Vox Dei enviado por chicos,  así que volvieron a enviar un video pero esta vez interpretando la clásica De Música Ligera, de los Soda. Ahora los pulgares estaban más arriba que nunca y todo indicaba salir bien. Pero el tiempo se perdió y todo parecía terminarse a la vez. Tinelli se había cansado de buscar talentos y se le ocurrió mejor idea, la de hacer bailar a gente desconocida con gente famosa; el Bailando nacía.  

Los hermanos sean unidos y así fue que con el bajón de perder la ilusión de viajar por primera vez a Buenos Aires, a la  tierra prometida, al logro musical surgió otra idea. Ya no con intenciones de viajar, pero si de mostrarse un poco a los curiosos que con un mouse y una conexión mas o menos estable se animasen a ver a tres pendejitos hacer covers de Maiden y Soda a la vez: un amigo del barrio les enseña a subir los videos que habían grabado a YouTube. Clicks por aquí y allá y se despertaron los Gauchos. Y no era por época de fogones en el Monumento. Los teléfonos sonaban todo el día y llovían invitaciones a cantidad grande de programas radiales, televisivos, shows, tocadas grandes, tocadas chicas, a beneficio, cumpleaños…

Hoy, cinco años más tarde y más consolidados que nunca, Emilio (guitarra y voz) con 18 años, Agustín (batería) con 15 y Martín (bajo y coros) con 14 recién cumplidos, tocan y vuelven a tocar por el escenario que se les presente en su ruta. Ya tienen  “Sembrando el Metal”, su disco debut editado en el 2008 con todas canciones propias, declarado el más legitimo y original hecho de la edad mas joven del Heavy, y también tienen experiencias que los convierte en algo más que un fenómeno pasajero, es así que los chicos compartieron charlas, zapadas y escenarios con artistas que van desde Ricardo Iorio, el Tano Marciello, Walter Meza, Horcas, Andrés Giménez, pasando por muchas de las bandas de la movida salteña como también por  personajes como Andrea Prodan y José Palazzo, el Mono de Kapanga, y hasta con el mismísimo  Bruce Dickinson. Después tuvieron su aparición en Talento Argentino, donde llegaron a la instancia final y ocasión que les abrió más puertas que antes. En estos momentos se encuentran ensayando para salir de gira por Colombia en Septiembre y se están preparando para encerrarse en por una semana a grabar su segundo disco que ya tiene nombre: “Sigue La Ruta”.

¿Cómo arrancaron?, ¿Qué los motivó a agarrar los instrumentos y ponerse a tocar?

Emilio (E): Gracias a mi viejo (Víctor Ramón Jorge). El escuchaba Pappo, Pescado Rabioso, Charly… era como una familia de bocha abierta desde hace tiempo, porque creo que si hubiésemos tenido padres prejuiciosos no hubiésemos nunca hecho lo que hacemos. Pero sin embargo mi viejo siempre ponía los discos y se copaba. Después en el 2000  por ahí cayó mi hermana mayor con discos de La Crimosa y empezamos a adaptar eso. Ella me empezó a llevar a los recitales que se suelen hacer en el Anfiteatro del Parque San Martín y vi a un flaco re mechudo que agarró la viola y empezó a hacer Humo Sobre El Agua (Smoke on the water) y yo dije “uuuh, que zarpado,” y un día mi viejo cambió la computadora por una batería de medio pelo, y empecé a tocarla con dos amigos…en ese momento hacíamos algo de new metal.

Después de la explosión vía YouTube y todos los llamados de bandas, medios y gente para conocerlos, ¿cómo se adaptaron a esa nueva etapa en sus vidas?

Agustín (A): Nos adaptamos dentro de todo bien. Lo mejor era cuando venían las bandas a mi casa a tocar: Venían todos los vagos así con las mechas hasta el piso y le decían con la voz gruesa a mi viejo “¿cómo le va?” y  a continuación mi vieja caía con las tazas listas para la merienda y les decía “¿quieren tomar un té chicos?”  

(E):
Lo que pasa es que nosotros escuchábamos Metal pero no teníamos ni idea de lo que era la vida del metalero. No sabíamos que era el under, qué era comercial o no comercial; nosotros tocábamos por seguir tocando y no era por otra cosa. Subimos los videos y  ahí empezó todo…  Empezaron todos los medios de todos lados a llamarnos, hasta reportajes de China, Brasil…no entendíamos un carajo porque nosotros apenas empezábamos a tocar y era hablar por todos lados. En un momento era hartante porque eran las 7 de la mañana de un sábado y estábamos durmiendo, sonaba el teléfono y decían “hola, soy del diario de Córdoba”… Encima nosotros éramos chicos normales, que íbamos a la escuela, nos juntábamos con nuestros amigos. Y después venían y nos decían “Che, saliste en los diarios” y bueh. Nosotros seguíamos y seguíamos. Y también empezaron a llegar propuestas de que “toquen acá, acá y acá”, y nosotros habíamos tocado juntos una vez en Barrabas y para de contar. A parte teníamos cero escenarios: al principio tocábamos re tímidos y todos éramos muy chicos y enanos. Y la gente nos miraba, se recopaba y decía “¡Que loco, mira cómo tocan esos tres pibes!” Era bien loco porque la gente se copaba empezaba a hacer nuestros primeros pogos.
Una vez que nos llamaron de AM, el programa de Telefé conducido por Verónica Lozano y Leo Montero, no entendíamos un carajo al vernos en los estudios del canal. A parte éramos chicos, como que no nos daba el mate para razonar que nos estaba pasando. Después nos llama Palazzo y nos invita a tocar en el Cosquín. Y éramos nosotros ahí parados al lado de la gente de Horcas, el mono de Kapanga, o Adrián Barilari que caminaba por mi lado.  Nos ponían equipos enormes, profesionales y nosotros estábamos acostumbrados a equipitos re chicos. Salíamos y la gente se re copaba… nos preguntábamos “¿Qué está pasando?” porque no entendíamos toda la fama: Iban a mi casa y nos felicitaban y todo eso. Pensá que o teníamos 14, 9 y 8 años por ahí.  
Después muchas bandas nos mandaban discos, ediciones especiales o cosas así. Entonces empezamos a tocar por todos los lados y todo sin un mango, íbamos, tocábamos y listo. Era caer a lugares cuando los asistentes se acercaban y  nos afinaban los equipos, nos dejaban todo preparado para dar el show. “Bueno chicos, ahora vayan a comer y después tocan«, nos decían… era muy loco. Después ya se dieron muchísimas cosas como hacer el disco, tocar en otros lugares, viajar por todos lados, etc.

gauchos de acero

¿Cómo reaccionó la familia de ustedes frente a la gran exposición al mundo que tuvieron a partir del reconocimiento de su talento?

(A): Somos muy unidos en familia y sucedió una reacción medio loca porque comprábamos un diario y nos veíamos ahí, entrábamos a Internet y veíamos artículos y más artículos. Una revista peruana llamada Etiqueta Negra sacó un artículo gigante sobre nosotros, después la Rolling Stone hasta la Billiken. Éramos como la sensación porque ahora hay como mas bandas de chicos chiquitos tocando… aunque igual lo seguimos siendo.

¿Se suelen reunir seguido para hablar de temas específicos sobre ustedes mismos? Por ejemplo, que alguno no se sienta cómodo con las decisiones que se toman?

(A): Hacemos más una reunión familiar que otra cosa.

(E):
Si, por ahí en la mesa mi viejo dice “Bueno, ahora que se van a Colombia tómense las cosas así, miren esto, piensen en esto otro”. Pero siempre tratamos de no verlo como algo complicado. Por ahí, para Martín que es el más chiquito subirse a un avión y salir a tocar a un lugar con mucha gente que no conoces es un flash… Por eso tratamos de darnos cuenta cuando uno se siente mal y ayudarnos. Por ejemplo en un recital cuando Martín tenía 10 años se asustó porque le habían pegado un tiro al violero de Pantera y empezó a pensar “¿Mira si me pasa eso a mí?”. Por un momento nos hacíamos la cabeza con pensar cosas como “si ahora pasa esto, cuando seamos mas grandes no vamos a poder vivir», pero también pensamos y decimos “esta todo bien, no es para tanto”.

¿Sintieron alguna vez que llegaron al tope de lo que estaban viviendo?

(E): Mirá, nosotros hicimos un montón de cosas pero la única plata que cobramos fue con el comercial de Motorola, que vino una producción con gente inglesa; fue una movida con traslado de camiones, cámaras, todo eso. La grabamos en Buenos Aires, nos pagaron el avión, Nos regalaron una computadora nueva y dos cámaras digitales, nos dieron un hermoso hotel y no entendíamos un carajo verdaderamente.
Y llegó un momento en que había y teníamos tanto  que me empecé a sentir mal, porque decía “tengo esto, tengo esto otro…pero, ¿qué más hay?”.
Teníamos de 16 a 12 años, imagináte. Por ahí venia un tipo y nos decía “chicos, quiero que me firmen este contrato así los grabo en tanto tiempo”,  y ya todo se volvía como una obligación fija. Lo que hacía era decirles a mis hermanos que no nos preocupemos porque toquemos donde toquemos lo haríamos bien y sin ninguna presión.

La repentina fama y exposición, ¿les trajo muchas complicaciones en relación a otras bandas o al contexto en general?

(E): Llegábamos acá y el bajón era que por ahí sentías envidia. Gente que te bardeaba por ser chico de edad o cosas así. Pero tenés de todo, músicos que te bardean, periodistas que te toman para broma, pero después todo se da vuelta. Lo bueno es que mi viejo nos guía mucho en esto y nos enseñó a no dar bola a esas cuestiones.  Siempre estaba el bajón de esas situaciones pero se recompensaba con otras cosas buenas que sucedían.
Después llegó un momento en que tenía 16 años y pensé, “¿Qué esta pasando?”. O sea, pensé que después no íbamos a poder caminar por las calles tranquilos o cosas así. Una vez me paso que yo estaba con mi novia y vino un loco y se nos acercó, me dijo “eh, vos sos el gaucho, el que sale de la TV…dame el celular porque vos tenés mucha plata”.  Y empecé a andar medio paranoico por las calles, además yo era muy tímido.

(A): Una vez estábamos por Buenos Aires y veníamos yo y el Emi con mi vieja, por que Martín se había quedado con mi viejo. Entonces empieza a correr un mozo con bandeja en mano gritando “¡Gauchos, Gauchos!”, nos damos vuelta y era para pedirnos u autógrafo con foto.

(E): Lo bueno de eso es que no somos un Almafuerte 2 o un Rata Blanca 2, sino que es algo nuevo que nos sucede , es un producto original. Pibitos de 10 años nos pedían para que le firmemos autógrafos. Por ejemplo en Neuquén un tipo nos invitó a ver su banda conformada por uno de 17, otro de 15 y otro de 14…agarraban y tocaban nuestros temas.

¿Cómo es la relación entre ustedes como hermanos?

(E): Bastante bien, ahora nos hablamos  más que nada entre Agustín y yo debido a que tenemos las edades chocadas. Porque Martín esta en esa etapa de cambios, y por ahí me pongo en su piel y pienso como se debe sentir de vivir tantas cosas en poco tiempo, tantos viajes o todo eso.  

¿Y cómo hacían con la escuela en períodos de clases?

(A): Nos bancaban y bancan bien, eso es lo bueno. A veces zafábamos de algunas pruebas o cosas así… Por ahí veníamos de tocar de Buenos Aires en festivales grandes y era raro después volver a la escuela a clases. Nos bancaban las faltas y nos apoyaban mucho.

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¿Cómo vivieron la experiencia de participar en el reallity show Talento Argentino? ¿Piensan que les sirvió de algo?

(E): Caemos a Talento y nosotros nada que ver, tocábamos Heavy Metal. Entonces digo bueno, hagamos una táctica copada: vamos con estos temas y hagamos la intro con silbatos y que diga “Somos los Gauchos de Acero…”. O sea, o salía bien o hacíamos el ridículo mundial: salir con silbatitos a golpear como las comparsas de acá y Martín golpeando el bombo, o era el ridículo o salía un golazo. La cosa es que hicimos eso y te imaginas: esto de la comparsa se ve acá en el Norte, allá en Córdoba, Santa Fe, Buenos aires o todo el sur no se ve eso. Y la gente miraba como diciendo “¿Qué es esto?”, no entendían cuál era la idea, y después se entendió por que fue como una implementación que se dio. A nosotros nos costó mucho, por que salías a tocar a un teatro con cinco mil personas que no entendían un carajo del Heavy Metal.
No nos sirvió para negocio, para  ganar plata pero nos abrieron muchísimas puertas. Después de Talento se acercaban señoras como la mama de tu compañero, un tío tuyo que no tiene nada que ver con el metal a decirnos “uh mira que copado que existe esta clase de música”, porque por muchas veces al metalero se le hace tan normal la forma de vida del Heavy Metal que se olvida que la gente lo ve como “algo muy satánico”… Acá hay mucho prejuicio. Y de repente que nosotros salgamos tocando, por ejemplo, en Santa fe un padre se nos acercó con su hijo y nos dijo: “Miren, los vi tocar a ustedes y vi como sus papás los apoyaban, y a mi hijito le gusta esta música y yo por ustedes lo dejo tocar. Yo pensaba que esto del metal era puro ruido y los escuche a ustedes y me encanto”. O sea gente que, no solo nos sirven a nosotros, sino que le sirve al metal en general. Porque de repente hay gente que dice “Ahh, mirá vos, no sabía que el tema Smoke on the Water es Heavy Metal”, y ahí ya se empiezan a copar.
Entonces la cosa es abrir el panorama, porque sino para la historia de Salta, del Norte, va a terminar siendo que como para bandas como Tren Loco vayan trescientas personas, a esta otra banda vayan cien personas y para la otra vayan cincuenta. De repente vas a un boliche y ves diez mil personas y te decís a vos mismo “uh, ¿que pasó?”.

¿Les pasó algo similar en las tocadas?

(E): Nos pasó en la ultima vez que fuimos a tocar en un pub fuera de Salta. Salimos de tocar y el organizador nos dice “Che, vayamos a dar una vuelta por acá al boliche”… Ese boliche era enorme, con cuatro pistas de baile y mucha muchísima gente, entonces te preguntas ¿de donde carajo sale tanta gente? Y esa vez nos vieron 200 personas nomás. Te preguntas “¿qué es lo que sale mal?» Porque ves que sale un cumbiero a cantar cualquier cosa y mete mucha gente. Obviamente no se compara nunca porque ese tipo se va a morir de acá a dos años y nadie mas lo va a conocer. El que hace bien las cosas dura para siempre. Vos viste como es la cumbia, viene un grupo se pasa de moda y chau. El metal no tiene eso en cambio. Si una banda realmente hace muy bien las cosas dura para toda la vida.

El nombre del disco “Sembrando el Metal”, ¿tiene algo que ver con el mensaje que intentan trasmitir?, ¿quizás su ideología frente a la música y su situación actual?

(E): Sembrando el metal es ir a decirle a la gente, “Mirá, aparte del reggaeton y de la cumbia, tenés esto”. Vas mostrando lo que es metal. Lo malo que tiene el Heavy metal es que todos caen en lo mismo. En cambio, por ejemplo mirálo a Iorio… todos piensan de él como el “gran bardero, la gran cosa” y el loco terminó grabando un disco de rock nacional con todos los temas clásicos y termino haciendo “Toro y Pampa” para salir en el Canal de la Música, en la tele en general.  O sea, los locos mismos se terminan dando cuenta que dicen “Che, siempre nos van a ver 300 personas. Hagamos un temita que pegue en la gente así nos conocen mas para que venga mas gente a vernos”. Porque por ahí es feo que vos vas a tocar y venga un loco y te diga: “uh nunca en mi vida vi eso, que bajón, ¿cómo nunca lo voy a ver y perder?”. O sea, porque nunca tuvieron un acceso y nunca lo van a tener porque en la tele nunca pasan Heavy Metal, en la radio son dos o tres programas lo que lo pasan y te aseguro que cualquier pibe antes de escuchar una radio de metal, va a escuchar una radio de cumbia.
Por ahí, en Talento fue tener un poco esa idea, de cambiar esa temática, tratar de crear un nuevo público. Acá pasa que el metal no es unido, o sea, vos vas a un festival en Europa o en los EE.UU. y ponen de repente a Limp Bizkit con Black Sabbat, Ántrax junto a Sepultura, o sea, todos con distintos géneros. Acá vos llegas a poner a Carajo, Almafuerte, Serpentor y Rata Blanca juntos se arman las piñas. Allá está todo bien, al que no le gusta se queda piola y listo, acá no. Es por eso que cada banda tiene su público bien específico. Es medio loco porque vos decís, “mira, Almafuerte es una banda de la putamadre y viene la Vela Puerca que no son malos y te meten la misma y/o mas cantidad de gente”. El día que tocó Almafuerte no lo vi lleno al lugar, pero por ejemplo en Las Pastillas del Abuelo el lugar reventó. No es motivo de fama, porque lamentablemente la gente es igual al precio que ponen para la entrada, y la entrada es plata para que los organizadores cubran los gastos de la banda. Porque por ejemplo para traer a Patán te cobran 3 lucas, y es razonable, con 3 lucas no haces nada. Los locos tienen que repartirse la guita, cubrir los gastos, etc. Entonces no ganan un mango y para que cobren 3 lucas los organizadores de acá tienen que tratar de meter la mayor cantidad de gente; así sea un flogger pero si el flogger pone los 30 pesos de la entrada, es un gol.

Con sólo un rango de edad que oscila entre los 15 y los 9 años, ¿cómo encararon el tema de las adicciones y los excesos en el ambiente rockero?

(E): Siempre nos mantenemos bien. Por ahí venia uno y nos encajaba un ladrillo de marihuana o cocaína en la campera o en las mochilas. Pero mis viejos siempre nos estuvieron hablando sobre eso. A parte nosotros mismos sabemos que si nos quemamos con eso no vamos a llegar a ningún lado.

(A):
A parte nosotros todos los fin de semana salimos a correr con mi viejo.

(E):
También nos sirvió mucho ver a tanta gente hecha mierda, como lo vimos por última vez a Iorio que estaba inconciente. Porque por ejemplo vimos a un Bruce Dickinson que manejo el avión de su gira, bajo y canto un tema  con nosotros, a la noche se  cantó en un estadio, al otro día ya se estaba subiendo al avión de nuevo. Y ver a un Iorio que canta un tema y se tira al costado hecho mierda… Las drogas y el alcohol esta en todos lados, y nosotros sabemos que si nos metemos en ese mambo, todo va a estar mal. Porque, ¿cuánta gente se hizo mierda en el rock argentino por culpa de las drogas? Lo bueno es que desde pendejos ya vamos aprendiendo eso, a pesar de recién empezamos y todavía no hicimos nada en el camino del metal.

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¿Cómo ven la movida actual del rock salteño?

(E): Está buenísima pero sostenemos que en la gente que hace Heavy Metal acá, a pesar que le pone un gran corazón y mucha garra a la música, se observa mucha desunión, cada uno está por su lado. Por ahí uno dirá “ya tengo 15 años de trayectoria con mi banda, ¿qué voy a volver a tocar con esa banditas?”, y en realidad tienen que ser todos unidos.
Por ejemplo, en Buenos Aires todos los músicos se conocen y se hablan. Son todos mitos aquellos que dicen que “este no se habla con este”… y acá en Salta que somos tan poquitos los que estamos en el ambiente… En Almafuerte había más gente de Jujuy que de acá y eso es loco; porque hay muy buenas bandas, muy buenas propuestas pero no hay lugares para tocar. Pero que pasaría si se juntan 3 bandas y dicen “hagamos un recital,  invirtamos y armemos este recital porque se puede”, es el dicho de “cuando se quiere se puede”. Nosotros nunca imaginamos llegar a lo que queríamos cuando éramos más pendejos; cuando empecé con la guitarra nunca imaginé que iba a llegar a tener los equipos que tenemos ahora. Pero fue duro y nos costó, no fue de un día a otro.
Hay que sacrificarse y llevar todo tu equipo y tocar. Eso es lo bueno de tener la bocha abierta, hay que ver todo lo bueno y lo malo de tocar en una banda de rock. Nosotros ahora estamos tocando de vez en cuando al mediodía en la peatonal, y de repente tenés a 400 personas en la peatonal que te están viendo y te dicen “Che loco, ¿cuanto sale el disco? Te lo compro”, y ya es plata para nosotros. Tocamos gratis, nos sacrificamos pero también recibimos. El músico por ahí piensa que va a dar toda la vida y nunca va a recibir… y SI se recibe, pero si nunca te calentás en hacer las cosas como se deben, mejor es que se olvide de todo. El metal tendría que unirse más y que hay que seguir laburando, a pesar que no haya plata, seguir adelante.

¿Qué cosas les dejó el disco que grabaron? ¿Cómo fue la composición de las letras?

(E): Nuestro disco tenia muchos prejuicios por el tema de la composición, nos decían “Noo, que las letras son simples”. Pero ahora entiendo que yo con 15 años no voy a escribir “estaba sentado en el cabaret” o cosas así.
Todas las letras son composiciones de los tres, excepto Amigo Villero, que la hizo un amigo y es un tema que nos trajo un poquito de problemas, ya que trata sobre un amigo que era buenísimo que empezó a fumar paco y se arruinó. Y en ese momento el tema del paco era un boom lamentablemente. Toda la temática de este disco esta basada sobre cosas que vemos o vivimos.

Y, ¿cómo se ven ustedes mismos hoy en día? Teniendo en cuenta que se  viene “Sigue La Ruta”, el nuevo disco y el fin o inicio de una etapa.

(E): A pesar de todo lo que pasó seguimos con pulmón y peleándola, porque es a lo que nos vamos a dedicar, porque sabemos que la vida de un músico  es muy dura. Vemos que logramos un producto profesional, a pesar de que nunca se termina de aprender del todo, siempre nos va a faltar algo, pero estamos sorprendidos porque por ahí agarramos y vemos los videos de cuando éramos chiquitos y vemos cómo tocábamos. Ahora nos damos cuenta como nos fuimos desarrollando como artistas.

(A): Lo mas loco es que me hice amigo de un vago que toca la batería, y es muy admirador mío, se sacaba los temas y todos. Y después en un mail me dice que vaya a su casa a ver la batería que se compró. Cuando la veo, era exactamente igual a  la mía, el mismo redoblante, los mismos platos…y me dice ”Quiero ser vos loco”. Cosas así nos dicen que hacemos algo bueno. Conseguimos que un loco por ahí deje de estar en la esquina chupando con los vagos y que agarre un batería y se cope.

(E): Ahora estamos mucho mas tranquilos, y dijimos “basta de todo eso (la fama, el revuelo) y hagamos mas lo que nosotros realmente nos convertimos” y por eso es que ahora ya tenemos los temas y queremos entrar a grabar en el estudio Sueño en Gotas en Octubre el segundo disco; ya tenemos 14 temas listos. Hay un tema con un ritmo tradicional de acá en la batería y eso esta bueno. Queremos grabar todo en una semana, vamos a estar todos los días metidos ahí.
También nos vamos a Colombia ahora en Septiembre en una especie de Intercolegial donde juntan un montón de escuelas de varios países en un solo lugar. Esta va a ser la primera vez que viajamos afuera del país. Realmente estamos muy contentos. Por ahí nos juega en contra la ansiedad, de que queremos hacer todo ya, sacar el disco ya, pero hacer esto para nosotros es lo mas,  porque miramos para atrás y decimos “no teníamos ni para comprar una cuerda y ahora nos estamos yendo a Colombia”. Tenemos bajones como todo el mundo pero estos tipos de cosas nos motivan a seguir adelante.

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¿Podemos afirmar que tenemos Gauchos de Acero para rato? Y, ¿piensan en agregar un miembro nuevo o algo por el estilo?

(E): Va a haber Gauchos por siempre, es nuestra vida

(A): El trío es lo que importa, sino, ¿qué les pasó a Airbag? Sacaron al batero y ya fueron… Tuvimos muchísimas propuestas de gente que se quería meter en la banda.

(E): Un día vino un loco a pedirnos que lo dejemos tocar con nosotros, y se sabía todos los temas. Quizás algún día metamos algún teclado o algo así pero mas que nada para complementar a la banda. Pero todavía nos queda un camino bien largo y hay tantas cosas para hacer…Nosotros sabemos que ahora no hacemos plata como para vivir de eso, pero que si nos ponemos las pilas podemos durar mucho tiempo.