Gran Martell está pisando cada vez más fuerte en la escena nacional. Araujo, Fargo y Jamardo se presentan esta noche en Niceto Club.
Hacía tiempo que el panorama argentino del rock no nos entregaba semejante banda, con la solidificación de un power trío único de ser vivido en el show en directo, con letras que te llevan a dar vueltas por un universo que consiste solamente en el viaje de ida, del regreso te tenés que encargar vos. Un homenaje eléctrico de un antiguo y almendrado Spinetta con la criolla, participantes invitados de primer nivel y tres discos (o cuatro, dependiendo desde dónde se lo analice) que posicionan hoy a Gran Martell como aquel retrato actual de la escena del rock progresivo desde Argentina en exportación.
(Jorge Araujo en acción)
Detrás de este enorme monumento se encuentran Jorge Araujo (batería), Gustavo Jamardo (bajo) y Tito Fargo (guitarra), todos ellos a cargo de la voz y los coros; no existe un único cantante, los roles están dibujados desde el principio, desde momentos intensos como en el 2005, en el arranque de carrera metiéndose a grabar Gran Martell, el primer disco homónimo que se registró de una sola toma maratónica: lo tocaron completo y sólo tuvieron que hacer unos pequeños retoques en la mezcla final. O el momento que le toca afrontar a toda banda con el conocido síndrome del segundo disco cuando sacan Dos Huecos en el 2008. Recién dos años después, en el 2010 sacan Un Volcán inclinándose más al sonido electroacústico sin fallar en el contenido musical, aquellos arreglos furiosos del primer y segundo disco se mantienen vigentes todavía pero con el toque Martell que ya los fanáticos detectan casi al instante. Richard Coleman se confesó gran fanático de este power trío y hasta tuvo su primera participación en el tema “Perro por bozal” de la primera edición del Volcán.
(Los efectos de Tito Fargo)
Hacia fines del año pasado editaron el disco Un Volcán, Lado B, lo que sería la continuación y conclusión del disco largado en el 2010. Solamente cinco canciones con un cambio más contundente en el sonido incorporando las inquietudes desde la electrónica que aporta Fargo como productor también. “En lo personal podría decir que en este material seguimos conservando el formato canción y el tratamiento rítmico dentro del ya conocido ‘concepto Martelliano`. Al encargarme de la producción artística del trabajo y experimentar en lo que al audio se refiere, hemos podido ampliar más el concepto sonoro con la utilización de instrumentos y elementos que nunca antes habíamos utilizado”, comentó Tito en una reciente entrevista. Por un lado Jamardo sentencia y pone rótulo a la etapa presente de la banda: dijo que el disco «es la visión más abierta y emotiva de una banda que empieza a trascender”. Por el otro, Araujo escarba más en detalles de lo último: “Este disco se hizo de maneras diferentes a los otros: hay sonidos que no usamos antes, lo que hizo que tuviéramos que probarlos en vivo antes de grabarlos. Hoy conviven como si siempre hubieran sido parte de nuestra artística”.
(Jamardo al costado)
El “concepto Martelliano”, sonidos nuevos que parecen estar incorporados netamente desde la génesis de sus músicos y una banda “que empieza a trascender” son entonces el resumen de este retrato del progresivo actual argentino que parece seguir avanzando por más. Después vendrán las giras nacionales y el lindo vicio conocido como “la popularización” de un grupo en potencia que ya demuestra su esencia en las tocadas. Pero más que nada, y repasando el último disco, apreciando el significativo cambio de la canción “Ojos desiertos” del 2010 a la del 2012 con el tinte pesado que la podría camuflar dentro de los dos primeros discos. “Hablar. Callar” es la apertura del disco y corte de difusión al mismo tiempo donde desde el segundo cero el cambio hacia la estepa electrónica de Fargo dice presente. La continuación con “Gran dulón” con Araujo marcando un ritmo fijo y potenciándose más en su faceta de cantante sumado a los coros de Jamardo o sino el homenaje a un Flaco Spinetta de la época del Almendra II con una versión extensa y al palo de “Vete de mí cuervo negro” con, de nuevo, Coleman como músico invitado en el slide. “Seca dimensión”, el tema que cierra el disco, pareciera ser un guiño a los más seguidores más exigentes con una exótica obra de dos minutos veinte a cargo de Tito Fargo tanto en la voz como en la música, una orquestación diferente a lo que venía trabajando la banda en los discos anteriores pero que potencia su posición frente a la nueva camada de bandas desde los 2000 en adelante, como ese auténtico retrato de lo progresivo nuestro de cada día.
(Gran Martell en vivo, con Coleman en el slide)
Hoy jueves 16 de mayo la banda va a realizar el primer show del año siguiendo con la presentación de Un Volcán, Lado B en Buenos Aires, Niceto Club. Ahí mismo se van a poder conseguir los discos editados o sino se los puede encargar entrando al sitio web oficial de la banda (http://www.granmartell.com.arg).
¿Cuánto faltará para verlos en un show en vivo en Salta?
* Fotos de Damian Benetucci