Entrevistas

Héroe de la clase blusera

Antes de volver a Salta, Luis Robinson repasa su carrera, resalta sus orgullos y cuenta cómo grabó con Pappo y Los Redondos.

Suele ser injusta la historia del rock con algunos laburantes del género. La palabra “laburantes” probablemente sea una de las más adecuadas para calificar a tipos como Luis Robinson. Mago de la armónica, el tipo fue parte de La Mississippi hasta que su constante trabajo con Pappo’s Blues en las épocas de Blues Local lo obligaron a tener que decidir por una de las partes. 

Famoso también por ser uno de los pocos músicos que tuvo el privilegio de ser invitado a grabar con Los Redondos, su talento flota ininterrumpidamente desde 1991 en cada bar, radio, celular o recital ricotero que se precie de tal. Su instrumento sostiene las piernas más bonitas que vio el Indio Solari y se refleja en “Tarea fina”, la canción de La mosca y la sopa que lo tiene a Robinson como uno de los protagonistas principales.

Finalmente, el rol destacado popularmente que vivió Robinson fue la composición junto al Carpo de “Buscando un amor”, la canción que le dio título al canto del cisne del dios de La Paternal.

Desde entonces gira continuamente, en solitario, llevando su evangelio de la armónica por todo el país. Además, cada vez se calza mejor el rol de productor. El grupo jujeño Gallega contó con sus servicios para su debut.

En octubre del 2011, Robinson estuvo en Salta nuevamente, después de algunos años de ausencia. Tocó en una noche de jueves en Mallku Bar, junto a sus amigos de Gallega. Antes, recién bajado del avión que lo depositó en nuestra ciudad y con una prueba de sonido esperándolo, el músico se relajó y se dedicó a contar su pasado, presente y futuro.

El Carpo: “La obra de Pappo está vigente y necesaria. Está intacto y los músicos y el público de todo el país festejan su obra con una felicidad como si estuvieran deseando muchísimo que apareciera. Con Pappo se nos dio una amistad muy fuerte. Venía a casa, salíamos juntos. Cuando estábamos grabando Buscando un amor preguntó si alguien tenía una idea para sumar al disco y le gustó lo que tenía yo. Yo participaba, me ensamblaba con mi instrumento a los temas, con respeto y prudencia, porque es medio molesta la armónica.”

Ser un referente: “Yo arranqué y me posicioné en Buenos Aires con La Mississippi y con Pappo’s Blues. Estamos hablando de hace 18 años. Imaginate todo lo que ocurrió en el rock de Argentina en todo ese tiempo. Todavía hay lugares donde vengo cimentando el instrumento: el caso del Norte, el caso del Litoral, donde me dicen que están muy solos. Acá, mal que mal, hay bandas muy buenas.
Yo sigo haciendo lo mío, podría haber molestado el doble para tener el doble de participaciones y tener más reconocimiento pero no lo hago porque uno hace lo que cree que está bien.”

El legado: “Me pone bien que hay instrumentistas de la armónica de la ostia. Tenemos a Franco Luciani que es una eminencia, es increíble. Carlitos López, de General Roca, gente que es re desconocida. Gente que toca cosas del jazz, especialistas del blues. Están viajando por Latinoamérica. Hay mucho, lo que pasa es que yo soy, por ahí, el primero de la fila.”

Los Redondos: “Los conocía desde hacía un par de años, los iba a ver a los shows, tenía amistad con todos. Un día se acercó Skay y le digo que al ‘Blues de la libertad’ le faltaba una armónica. Y me dice ‘bueno, cuando necesitemos una ya sabés a quién vamos a llamar’. Al año, un amigo que estaba muy cercano a ellos me dice ‘te van a llamar Los Redondos porque están hablando de meter una armónica’. Y bueno, me llamaron un jueves, me dieron un casete que me llevé a mi casa, probé algunas cosas y el sábado a la mañana fui y grabé. Le puse un montón de ideas y estuvimos aunando cosas. Fue un momento breve y quedó eso. Hoy lo escucho y pienso que podría haber quedado mucho más bonito (risas) pero mi orgullo es que Los Redondos no convocaban por amistad nada más, sino que también tenían que necesitarlos como músicos. Hemos hablado un par de veces con el Indio y me dijo que me va a invitar a tocar, pero se cuelga. Yo tampoco soy de llamar ni pedir que me inviten.”

Entrevista publicada en el número 7 de la revista Rock Salta, de noviembre de 2011.