El curioso uruguayo visitó la docta con su propuesta emotiva y cautivante.
Texto: Alejandro Wierna
Fotos: Cande Perez / CBE FB
En la semana en que nos abandonó Daniel Johnston, el uruguayo Juan Wauters mantuvo su prédica lofi bastante viva en la ciudad de Córdoba. Fue un jueves diferente en el primer turno del Club Belle Epoque, puertas adentro de unas calles frías y desoladas.
La noche arrancó con un interesante set dreampop de Lauri Fire (Fonez), donde manejó una serie de ambientes con sus sintes y destellos vocales que iban emergiendo y apagándose con un correctísimo juego de luces y una escenografía lumínica.
A escenario pelado, el slacker -mitad charrúa, mitad new yorker- hizo lo suyo con un clima intimista y una proximidad realmente cercana del público. Embarcado en un viaje interminable de descubrimiento latinoamericano, la obra de Wauters está cargada de matices pese a que pueda plasmarse en 6 cuerdas de nylon y un registro limitado de tonalidades en su voz.
Va del folk («El hombre de la calle») en inglés al antifolk («Dos») en castellano; increíblemente su impronta cambia bastante al pasar la barrera idiomática. En ambos casos el cantar es fluido y claro, pero con una intención diferente desde el armado de la canción hasta la proyección del acompañamiento. Con arpegios, fraseos y rasgueos intensos va hilvanando su historia.
Si bien la excusa de la gira era presentar su último disco Introducing Juan Pablo (2019), se permitió hacer un breve repaso por otras canciones de su carrera, atendió algunos pedidos del público (“Cómo que no la toqué? -dicho gritado- Pensé que la había tocado, ahora la hago”) y hasta estrenar una recientemente compuesta (“la semana pasada, mientras iba caminando por Bs As”).
Visiblemente emocionado, llorando de hecho en la segunda canción, pero sin explayarse sobre el hecho, pidió disculpas en reiteradas veces por estar sensible. Repitió también algunas veces una suerte de mantra a capella “ya no vivo más la vida/la vida ahora me vive a mí/me estoy sintiendo bien así/la vida antes era aburrida/ya nunca más voy en caída/sólo para arriba voy/si es arriba donde estoy/más arriba estaré yendo”.
Emotivo, cómico, bizarro, cautivante, todo eso comprimido en un set que se iba delineando sobre la marcha.