Kevin Johansen en Salta: No voy a ser yo, fuimos todos

Kevin Johansen pasó por nuestra ciudad y esta vez lo hizo en el Teatro Provincial. Como siempre, RS se hizo presente y te cuenta todo sobre el show.

Fotos: Romix (Gentileza)

Kevin volvió a nuestra ciudad después de dos años de haber tocado al aire libre (y “gratuitamente”) en la playa de estacionamiento del shopin’. Por ese entonces Kevin desembarcó con su tripulación más conocida como The Nada para presentar su, hasta ahora, último disco de estudio, Logo (2007). Recuerdo que durante ese show se pudo ver a un Johansen barbudo, con bufanda al cuello y un abrigo colgando de la guitarra, pues tocó en pleno invierno y al aire libre: su garganta no estaba del todo bien por alguna que otra infección típica de la época y el mismo se disculpó al bajar de escena por no hablar con nadie, “estoy hecho mierda de la garganta, me voy”. Por ese entonces hicieron un show corto que pegó en el palo  desviándose a un corner que recién dos años después se lo pudo realizar. Y terminó adentro.

Año 2010, nos encontramos terminando los doce meses y esta vez Johansen desembarca con la misma formación que lo viene acompañando desde hace ya más de diez años pero con un agregado extra: Ricardo “Liniers” Siri, quién – a modo de espía eterno – se sumó al clan Johansen desde el 2005. “Hice una aparición en un programa de radio y al instante recibí una llamada de él explicándome bien quién era, que dibujaba y publicaba en La Nación y que le gustaba mucho mi música” nos dice Johansen unos minutos antes de que arranque el segundo show que dan en nuestra provincia. De esta manera se formó el pack cajita feliz que hoy anda de gira por todos lados (Europa, y toda América) con el agregado del pincel escénico: Liniers vino a darle a Johansen la imagen base, el “rostro” que le hacía falta al músico ya con tres discos editados (The Nada [2000], Sur O No Sur [2002] y City Zen [2005]) y con más de 25 años dentro del mundo de la música. Por si no se sabe todavía, Johansen tuvo su pequeño aporte a la formación del rock nacional a través de Instrucción Cívica, una banda que formó con el músico Julían Benjamín allá por 1985, haciéndole “pata” a los mismísimos Soda Stereo o Virus. Liniers llegó a los discos de Johansen con el arte del disco Logo y llegó al contacto con el  público en la gira que arrancaron en 2009: “Kevin Johansen + The Nada + Liniers”, básicamente la banda toca y el dibujante va “pintando” los temas. Todo esto quedó registrado en el primer disco/dvd en vivo de Johansen titulado Vivo En Buenos Aires (2010) que demuestra que al momento de moverse en vivo, Kevin sigue enganchado de sus temas “des-generados” y generando el mismo clímax que hace desde el 2000.

Antes del show la banda probó sonido a penumbras de algunos cuantos colados por entre las butacas. Llega Johansen, saluda, sube al escenario y agarra su guitarra electroacústica y largan con la folklórica “Campo Argentino” a modo de ultimar el ensayo: “Escuchá a esos locos, ¡están haciendo una chacarera!” me dice un vigilante del Teatro mientras estallaba en risa, quizás desconociendo todo lo que se venía. Hacen dos temas más y Kevin baja del escenario para charlar con algunos medios mientras, por detrás de todo, la gente empezaba a entrar a la sala. El show estaba planeado comenzar a las 21:30 pero arrancó casi media hora después y monedas.

“Road Movie” fue la primera en ser tocada y sirvió de puente para transportar, a los que se animaron, hacia el resumen de la vida, el pensamiento y la música de Johansen, ¡gente, que buena introducción! A continuación vino una cadena de cuatro temas de City Zen que tuvieron presente el homenaje a Atahualpa Yupanqui versionándolo a lo funk a través de una anécdota de la grabación de tal tema. “Todos hablan/declaran en nombre de él (…) Yo me pregunto que estará pensando él si pudiera ver como se llenan de plata hablando de él” reflexiona Johansen desde el emblemático “Mc Guevara’s o Che Donal’s” invocando a las canciones de protesta con las que se empezaba a dar a conocer hace diez años atrás, también este fue el momento en que Liniers dejó los pinceles por una armónica para hacerse un mini solo. Y ya que menciono a los pinceles, desde los primeros trazos con “Road Movie” se aclaró al público que “cada dibujo va a ser repartido a la gente a través de avioncitos de papel”: Liniers, Johansen y los The Nada se encargaron de elaborar “avioncitos de papel” y tirarlos entre medio de los temas. El momento de los covers llegó con un Kevin charango en mano para hacer una reversión de los hiteros Hotel California (de The Eagles, pero en la versión argenta de bienvenidos al Hotel Patagonia) y Take On Me (de A-Ha). Todo esto bajo la inscripción de “temas ochenteros”, pintada por Liniers en su papel. “Llegó la hora de hablar en serio” dijo Johansen mientras se colgaba una guitarra rosa teen de Hello Kity para cantar “S.O.S Tan Fashion”, uno de los cortes de difusión de Logo. Después del delirio bolichero llegó “Timing” para poder ver a un Johansen y Liniers caminar por entre la gente con micrófono en mano, salir de la sala, subir las escaleras y colarse en la bandeja del primer piso para cantar desde ahí y mirando hacia el escenario (actitud que muy pocos artistas de la talla de Johansen toman para tener “mas cerca a la gente”, un aplauso desde acá).

Liniers soltó nuevamente los pinceles para robarle la guitarra a Kevin mientras el músico se sentaba a ocupar el lugar del dibujante: “Ahora voy a cantar yo, que nunca me animé a hacer nada… Es un poema inglés de William Blake, dedicado a todas las chicas que se enamoran de los machos alfa” decía el artista mientras se escondía detrás de la guitarra entre risas y un pedazo así de chico de timidez. Después de esta interpretación hizo una versión soft de Knockin’ on Heaven’s Door de Bob Dylan (y reinterpretada por los Guns’n’Roses) que terminó con risas entre todos por el intento de imitar la voz de Axl por parte de Liniers; momento raro del show que se elevó a lo extraño con los dibujos que Kevin hacía sobre el papel. “No Me Abandones” llegó de la mano del son cubano remontándonos al primer disco de la banda y con invitaciones para el baile en los pasillos del Teatro e inmediatamente después llegó la clásica “Down Whit Me Baby” más conocida por todos como “la canción de Resistiré”. Promediando la hora y media del show la banda se despide de todos y abandonan el escenario pero solo por un rato; vuelven a aparecer todos para hacer los últimos cinco temas. Se le pide al público que se abracen para bailar como los griegos con “El Incomprendido” y después se invita a hacer un trencito liderado por Liniers, quien va a llevar a la locomotora por los pasillos de la sala con un buen puñado de público que se animó a prenderse en la fiesta, el tren llega al escenario y sube, suben algunos pocos, entonces Johansen anima a todos a subirse al escenario trencito al grito de “No soy Chayanne, soy Chayansen, ¡suban!”. Y el momento de la despedida llegó acompañado con “Fin De Fiesta”, un tema para fogón, sólo con una acústica más las voces de todos los The Nada, Liniers y Johansen alternándose para cantar entre estrofas y estrofas con un particular aplauso y reconocimiento hacia el Zurdo Roitzner “un tipo que tocó con todos los más grosos y que no sabemos porqué está tocando con nosotros” según los propios artistas. Con el telón ya tapándolo todo la banda siguió tocando el último tema hasta terminarlo y así despedirse de todos hasta un nuevo aviso.

EL LADO B DEL SHOW DE KEVIN EN SALTA