“Esto fue un experimento…”, dice a modo de balance final el cantante de la banda ya desde el camarín de El Teatrino en la fría madrugada del primer día de julio. Y redondea su idea “…y nos animamos a hacerlo. Creo que salió bien”.
Horacio Ligoule en voz y guitarra, Gonzalo Delgado en bajo y coros, Rodrigo Martín Troyano en batería y Cristian Gana en guitarra y coros hicieron que la tocada en el Ciclo de Acústicos de Cerveza Salta se convierta en una de las mejores presentaciones que la banda viene desarrollando este año.
Si bien LaForma ha adquirido un buen ritmo en lo que tocadas en vivo representa, los muchachos demostraron una vez más porqué vale la pena presenciar su show cuando la oportunidad lo permita. Esta vez lo hicieron en un doble formato que le asentó bastante bien a la banda: un primer encuentro netamente acústico con participación de la candombera Agrupación Atalachurti y un segundo momento con una forma ya electrificada en todos sus instrumentos y con la intervención ovacionada de Hernán Bass como violero invitado.

 

 

Todo comenzó a las 21:45 con un cacho de tiempo de demora en abrir las puertas de acceso al teatro, tardanza aprovechada por los candomberos para prender una fogata en la vereda y terminar de afinar los tambores. Una proyección visual con la imagen fija de la tapa del primer disco, Munición de Rock & Roll, se dibujaba en una tela blanca superpuesta sobre el telón aún cerrado, hasta que se corren las cortinas y podemos ver al cuarteto ya ubicado para comenzar con la velada. Todos estaban vestidos de acústico con un Horacio y Gonzalo parados con una viola y bajo acústico colgados respectivamente; Cristian Gana, sentado y de gorrito, también portaba otra acústica y por detrás de todos Rodrigo Martín Troyano descansaba sobre su batería para empezar a dar el ritmo de “El Despojao”; la banda arrancó el show con el formato full que tan bien nos tienen acostumbrados ya: Manuel Maidana en el charango, «Franky» Nievas, José Luis Ortiz y la nueva incorporación de Joe Rioja en los vientos andinos .

“Gracias por estar a pesar del frío”, agradece Horacio al terminar el primer tema mientras la sección de los vientos andinos se retiraba de escena y pronto empieza a hacer referencia al experimento al que se estaban sometiendo con despojarse del sonido eléctrico: “Esto que están escuchando ahora es un experimento”, consigna que reinó durante toda la tocada y fue fundamental para entender el concepto del show que estaban brindando. El único registro que tenía LaForma en experiencias desenchufadas quedó anclado en la desaparecida Plaza De Almas donde durante el año 2009 brindaron una serie de shows acústicos que se tornaban casi íntimos. Pero nada iba a terminar pareciéndose a la experiencia en El Teatrino.

 

 

Cuando terminan de hacer “Pa’l César” alguien alcanza una remera con la inscripción de  “Staff de LaForma” y Cristian al recibirla exclama “¡huy, mirá! ¿de quien es esta remera? … ¡De Ramiro!”, y se desprende de su guitarra con remera en mano para colocarla a un lado de un amplificador para hacerle presencia a Ramiro Jiménez, otro miembro de todo el staff de la banda que no se pudo hacer presente. Y Horacio también se sumó al recuerdo: “Le dedicamos este show a Ramiro que está pasando un momento muy difícil… cada uno se lo tomará como quiera pero: digan sí a la donación de órganos”. Los siguientes dos temas también son del primer disco y transformados al sonido acústico pasaron casi desapercibidos como temas viejos: “Eso que sonó se llama Yugular, una especie de tanguito raro”, dice Ligoule al terminar de revivir un gran tema de la primera etapa de la banda. Después siguieron con “El Desoldao”, tema donde la banda cambia los roles internos y Cristian pasa a la batería, Rodrigo al cajón peruano y Gonzalo deja el bajo para pasar a tocar el yembe, en cambio Horacio se queda con la acústica después de decir “me dejaron solo” y estallar en risas. Entonces llega el candombe con bailarines y malabaristas incluidos y después de tanto movimiento todo se apaga con el telón cerrado  nuevamente. El bis había llegado y el público aprovechó de canjear sus cervezas gratis incluidas en la entrada.

 

 

La segunda parte del show siguió como lo son habitualmente todos los shows: arrancan con “Yosotros Rock” retomando las guitarras eléctricas de nuevo: “¡no sabés cómo te extrañaba!”, exclamó Horacio al terminar el tema. El otro invitado vino con “Vidala Del Destiempo” e “Inmoral” y el tiempo de espera también, Bass no podía hacer sonar su guitarra y los chistes entre ellos aparecieron. Para hacer la extensa canción “Sueños Exiliados” vuelven a aparecer los encargados de hacer sonar los vientos y el charango: ”esto no es una sección andina sino una invasión andina”, aclara Ligoule para empezar la invasión con ritmos del altiplano. El final también fue con la misma canción que abre el primer disco: “Ácido Fórmico” que fue pedido por algunos desde el comienzo, y por otros mal pronunciado al convertirlo en un ácido fólico.
Hacia el final toda la gente se puso de pie para ovacionar a los músicos que aprobaron con éxito el experimento que los va a llevar a tener en cuenta la posibilidad de hacer algo similar en el show que viene, junto a Arbolito, lo que va a ser el segundo show del ciclo Cultura Da La Nota.

*Federico “Pipo” Ocaranza agradece a “Juancito Ibarra que me ayudó a armar el escenario»