El Padre del Funk y el Soul se presentó en Salta, en un show inolvidable y con muy buena cantidad de público. RS estuvo presente y te lo cuenta.
Por Pablo Choke Torramorell – pchoke@rocksalta.com
Fotos: Violeta Gil – vgil@rocksalta.com
MACEO IS PARKER
El tipo, a pesar de poseer un gran haber siendo parte de las líneas musicales de James Brown, tiene más que merecido el reconocimiento que viene teniendo en esta gira. Grabó unos de los pocos mejores tributos al mítico Ray Charles en versión semi-instrumental, formó parte del set de Vernon Reid & Corey Glover de la fantástica banda yanqui Living Colour allá por principios de los 90’s, tocó junto a Prince por las escenas más grooves de New York y también fue compañero de gira junto al mismísimo Mick Jagger. Como para perdérselo, imagínense.
Parker llegó a Salta el mismo día del show y una hora antes del show estaba ingresando por el hall principal al Teatro Provincial con su bolso personal a paso lento: momento en el que el Subsecretario de Cultura, Claudio García Bes, aprovechó para entregarle la placa del “Ciudadano Ilustre” topándose con un Parker de un fino saco negro y anteojos de sol que sólo se dedicó a agradecer en su idioma natal y a sonreír para las fotos de los presentes. Con el pasar de los minutos iba cayendo gente al baile y también parte de la crew de Maceo: fue sorprendente y raro a la vez encontrarse con un Greg Boyer (trombón) intentando entrar por el hall principal y desviado por gente de la producción para que haga su ingreso por la otra puerta, la de los artistas. El resto del equipo de músicos se completó momentos más tardes con los coristas Carolyn Hall y el hijo de Maceo, Corey. Después les siguieron el newyorkino William Boulware (teclados), el más veterano de la banda, William Hogans (trompeta), Jerome Thomas (batería), Rod’ Curtis (bajo) y el sexagenario Bruno Speight (guitarra).
Corey “Charlie Brown” Parker salió de las penumbras de la zona destinada para los coristas y robó por unos minutos el micrófono de su padre para demostrar su gran habilidad del canto. Greg, el del trombón, también hizo su propio mini show al tirarse al suelo con el micrófono y moverse al ritmo de la música. Pero el que, quizás lamentablemente, hizo un show aparte fue el veterano Willie en teclados que a mediados del show notó que su retorno en el amplificador no funcionaba. Gestos desesperados hacia los encargados del sonido iban y venían por parte de William hasta el punto de salirse de su banca para levantar el amplificador con sus propias manos como inspeccionándolo para tratar de encontrar una falla. Sin embargo esto no afectó para nada en las interpretaciones de los temas hasta el punto que, en el solo de los teclados, mister Parker pidió en gran aplauso para el newyorkino.
Vaciadas las butacas y cerradas las puertas del teatro, casi todos habían desaparecido ya y sólo restábamos un puñado de locos esperando por la consigna de mister Parker durante la despedida: “en veinte minutos salgo a firmar autógrafos”. Para los más desesperados por conseguir el contacto los responsables de la seguridad del teatro les largaron mentiras del orden de “ya no está en el Teatro (Maceo), se fue hace un rato en su combi”, aún cuando el saxofonista todavía no había salido, y minutos después se hizo presente en las inmediaciones del Teatro para charlar y posar para las fotos. Algo curioso: una chica le regaló una pulsera con los colores de la Wiphala y ayudó a mister Parker a ponérsela con previa explicación del significado de los colores de la bandera indígena; al par de fotos más Maceo identificó a la dueña del regalo y le obsequió sus anteojos de sol a modo de compensación. Lindo gesto que demostró la gran amabilidad del artista para con sus seguidores. Después de las fotos, mister Parker se despidió de todos los presentes, agarró su bolso personal –aquél con el que había llegado – y se fue caminando por la España rumbo a su hotel, inmerso en el gran silencio de un lunes por la noche azotado por la mañana laboral próxima del martes. Quién sabe, quizás algún día lo veamos de vuelta repetir el mismo ritual; Maceo is Parker.