RS sigue repasando la primera edición de este festival realizado bien al norte del país, en un paisaje único.
Fotos de Violeta Gil (enviada especial)
Habían pasado más de seis horas de reggae, dj’s, sol y un paisaje majestuoso que ya no se podía ver cuando la noche se apodero de Tilcara y ocultó la fantástica vista. La noche hizo que muchos de los presentes comenzaran a sentir frío, así que para la próxima habrá que tener en cuenta el abrigo.
Después de un largo impasse (más de treinta minutos que fueron muy bien amenizados por Los Rufianes del Beat) y pisando las 20:50 Néstor Ramljak (voz de Nonpalidece) presentó lo más llamativo del festival: el jamaiquino Kenyatta Hill. Para el que no lo sepa, Kenyatta es el hijo de Joseph Hill, el recordado líder de Culture; gran banda de reggae de fines de los 70’s que perdura hasta nuestros días. Joseph falleció sorpresivamente en 2006 y desde entonces su hijo ocupa el lugar de voz líder de la banda.
Usando a los músicos de Nonpalidece como «backing band», Kenyatta arrancó con “The Message” dejando en claro que todos los años que pasó de gira con la agrupación de su padre le sirvieron para saber moverse en el escenario y ser un gran frontman. De esta forma, fueron pasando temas de Culture. En todo momento Kenyatta hizo participar a la gente, ya sea pidiendo el clásico “dale, dale Nonpa” o gritando “¡Jujuy!” y hasta se animó al español con un “muchas gracias señores y señoritas”.
Durante el concierto se recordó a Marley con un fragmento de “Trenchtown Rock”.
El momento que no sorprendió a nadie fue cuando Kenyatta nos recordó “With reggae music comes mariwana” (“Con el reggae llega la marihuana”); “I love to smoke mariwana, It’s my religion” (“Amo fumar marihuana, es mi religión”). Y reafirmó esas ideas con un par de canciones de su padre que profesan el rastafarismo, pasando por “Mariwana”, canción de su autoría. Para concluir cantó a dúo con Néstor Ramljak. Después, el cantante de Nonpa sirvió de traductor y aseguró que “si Kenyatta fuera presidente de Argentina, la legalizaría”. Acto seguido, el público aplaudió con fuerza y ensalzó las declaraciones proselitistas del jamaiquino.
Era tarde y había gente que estaba hace más de ocho horas en el predio, pero “la banda” que todos esperaban estaba a punto de subir al escenario. Aunque, en realidad, recién terminaba de ejecutar un show de una hora. Por eso es que para su regreso, varios músicos de Nonpalidece decidieron cambiarse de ropa. Y esta extrañeza se va a vivir en todos lados donde toque Nonpa este verano, ya que el jamaiquino está girando con ellos.
Los temas siguieron pasando y se pudo ver que los numerosos miembros de la banda son igual de importantes. Tanto los vientos como los teclados se sintieron firmes y otorgaron la belleza que tiene que tener un buen reggae roots. La batería y el bajo mantuvieron el ritmo, que no se perdió nunca; y todos estuvieron atentos para hacer cualquier pausa o juego que se lo ocurra a Néstor con el público.
El cierre definitivo llegó con ese hit todo terreno que es “La Flor”. No hubo bises, la banda se retiró y agradeció a la gente que vino y a toda la movida. Además, pidió que haya dos, tres, cientos de Tilcara One Love más y que el festival se haga firme en el enero tilcareño. La gente se retiró con rumbo al pueblo a devorar lo que esté a su paso y a que la echen de la plaza, para terminar en tomando en el rio hasta la mañana del otro día.
El saldo del evento es altamente positivo (más de cinco mil personas) para este concierto que tuvo la fortuna de hacerse en el lugar y el momento oportunos. Así que se puede soñar con más bandas para una próxima vez o con artistas que de otra forma seria muy difícil de ver en vivo en el norte de Argentina.