Los salteños tocaron junto a las bandas locales Otra Parte y Horror en la era del Simulacro en Urban Club. Debut en la ciudad y primer vivo para su nuevo álbum 1987.
Texto: Federico Rodriguez Lescano
Fotos: Matias Egea
Como parte de su gira Otoño 2019, recorriendo previamente ciudades del noroeste argentino como San Miguel de Tucumán, el sexteto de indie rock y pop intenso bautizado Mentalo, pisó suelo cordobés por primera vez. En la tierra del fernet y los bailes furiosos, los salteños dieron el presente musical en completo éxtasis, gracias a su crecimiento exponencial y un buen puñado de canciones.
La cita fue el pasado sábado 18 de Mayo en el Urban Club, un espacio ubicado en Alta Córdoba y dedicado a dar soporte a nuevas bandas con hambre. Esas que recurren a la gesta de mini festivales con el fin único de celebrar la música y la camaradería entre buenas propuestas emergentes de toda la región.
Largaron los locales Otra Parte, con un electro rock lleno de optimismo bailable y loops en cadena. Guitarras bien limpias en modo pop, y un par de coreografías de su cantante, que levantaron calor en la fresca noche otoñal. Como cierre de la jornada, estuvieron los también cordobeses y poéticos Horror en La Era del Simulacro. Aquí hubo un acercamiento a un rock más áspero y cercano a Los Redondos de Skay, con toques de indie a lo El Mató/Massacre, y mensajes en una prosa personalista, donde su líder era festejado en cada intervención ante el público.
En el medio de la grilla del Festival Flash Service, estuvieron los Mentalo con todo su power rock norteño. Un día antes publicaron su segundo álbum llamado 1987 a través de todas las plataformas digitales, obteniendo un triunfo ante tanta adversidad producto de una escena cada vez más cambiante y rigurosa. Un público modesto se acercó y escuchó gran parte de su total cancionero con una ajustada terminación.
Guitarras bien afiladas y un Iván Luis cada vez más confiado, por el enorme trabajo en vivo gracias al procesamiento digital de sus vocales. Una base robusta y un intenso trabajo en sintes acompañando la distorsión sostenida, lograron cautivar y mover varias cabezas con sus melodías pegajosas. Una buena y respetuosa recepción por parte de los asistentes, gracias a la apertura musical que una ciudad tan estudiantil y federal puede nuclear.