Los uruguayos congregaron a ocho mil personas en el Estadio Delmi. Repasando sus últimos y exitosos discos, entregaron casi dos horas de rock para todo público.
Si hace siete años atrás, algún futurólogo, de esos “especialistas en cosas” que abundan en los bares, aventuraba que No Te Va Gustar aumentaría 800 veces su convocatoria en Salta, reuniendo cerca de ocho mil personas en una misma noche en el Estadio Delmi, seguramente, sus amigos preocupados por su estado etílico, le hubieran retirado el vaso inmediatamente.
La cifra sorprende y abruma, pero condice la actualidad del grupo más convocante del Rio de la Plata, que como cantan en una de sus canciones, cada vez llega más alto. Con una venta anticipada superior a las cinco mil entradas (algo casi sin precedentes en la provincia), el show salteño fue el segundo de una nueva gira por el Norte argentino, con la cual la banda busca reencontrarse con el púbico de esta región, luego de dos años de ausencia y grandes fechas plasmadas en 2012.
Emiliano Brancciari (cantante, guitarrista y compositor) le respondía a la revista Rock Salta: “Es verdad que en el rock cuando te va bien a veces es sinónimo de que hiciste algo incorrecto o andá a saber. Como nosotros sabemos desde adentro que no, la verdad que no nos importa demasiado”. A los NTVG les va excelente.
Minutos antes de que empiece el show, en el campo del Delmi no entraba un alfiler. Las plateas estaban desbordadas, por eso el público que todavía iba ingresando era dirigido por el personal de seguridad hacia las populares. El escenario estaba montado a lo largo del Estadio, como es habitual. Para tener en cuenta en recitales de similares convocatorias, no estaría mal disponerlo en alguno de sus otros lados más pequeños, imitando lo realizado por Solari en el Estadio Martearena.
Con un público impaciente y el reloj pisando las 21:50 horas, la banda repitió lo hecho días atrás en Jujuy y arrancó el show con «Hijo de las armas», mientras decenas de adolescentes sofocadas eran sacadas por sobre la valla. La misma escena se repitió durante toda la noche. La presión y el amontonamiento en el campo fue realmente grande, sumado al insoportable calor que ya es un clásico de un recinto que desde hace años pide a gritos un aggiornamento de ventilación y acústica.
Respecto al audio, el Delmi sonó como pocas veces. En esta oportunidad, los tecnicos encargados le encontron la vuelta y se pudo escuchar bien de frente al escenario, aunque como es costumbre, la visión y el audio en los costados no era el mejor. Por tal motivo, se entiende que el público prefiera estar amontonado en el medio del campo que ubicados comodamente a la izquierda y derecha del escenario.
“Sin pena ni gloria” marcó el momento más pesado de la noche con su rock veloz y distorsionado, el mega-hit “Al vacío” encendió gargantas bien temprano. Luego llegó “Pensar”, el recordado corte del disco Todo es tan inflamable (2006), y sirvió para que Emiliano salude al numeroso público. Acto seguido, en “El error”, el cantante lanzó una enorme sonrisa que fue captada justo por las cámaras y reproducidas por las pantallas ubicadas a los costados. El griterío femenino fue ensordecedor.
El Calor del Pleno Invierno, disco editado en el 2012, fue visitado en ocho oportunidades. El álbum es su último trabajo en estudios y abraza la tristeza del desamor, esas preguntas que quedan dando vueltas cuando una relación hermosa se termina y ya no hay retorno. Sus canciones demuestran la volcada predilección del grupo por el rock canción.
“No te parece absurdo discutir si es facho o es zurdo o llorar por los rincones porque existen la droga y los maricones”, cuando suena la frase de “Por el agua” en boca de miles. La misma parece hecha a medida de la sociedad salteña, la cual este fin de semana tendrá en sus calles una nueva marcha por la despenalización del uso de la marihuana que los funcionarios ignoraran oportunamente, mientras las luchas por los derechos de la comunidad LGBT todavía indignan a gran parte de la población conserva de la ciudad.
De los primeros discos sonaron “Te Quiero Más”, “Clara” y “Nada para ver”, que en el gritómetro perdieron por goleada ante los temas nuevos como “Chau”, “Tan lejos” y “A las nueve”.
Luego de un impasse, volvieron para cerrar la noche con “Mirarte a los ojos” y el infaltable “No era cierto”, redondeando casi dos horas de show y 25 canciones que sirvieron para repasar sus siete discos de estudio, y sumando el tema inédito que suena al finalizar su película documental El verano siguiente, estrenada en marzo de este año.
La sexta visita de los uruguayos al suelo salteño repitió esas escenas de miles de personas viviendo su desahogo emocional. “A veces no escuchas ni lo que estás cantando, es increíble y está buenísimo, es lo que siempre soñamos. Que escribas algo desde lo más íntimo, desde el interior tuyo, y que termine siendo algo con lo que la gente se identifica es rarísimo y está buenísimo a la vez”, contaba Brancciari en entrevista con Rock Salta.
El grupo adelantó que la próxima visita será con nuevo disco bajo el brazo, material que la banda está preparando actualmente junto a productor estadounidense Joe Blaney, responsable de Clics modernos, Filosofía barata y zapatos de goma, Alta suciedad, Honestidad brutal, entre otros álbumes. La gira norte de NTVG continúa con fechas en Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan, San Luis y La Pampa.
* Tapa de la Revista Rock Salta N°13 (diciembre 2012) últimos números disponibles.