La guitarrista y compositora grabó en vivo con Santiago Moraes y Juan Ravioli y confirma su lugar de heredera de la vieja escuela del rock argentino.
Cuando suena una canción de Sol Bassa, la habitación se llena de un sonido reconocible a pesar de que se trate de un tema nuevo o reversionado. Sol suena con el peso específico de una escuela que en algunas artistas se percibe de inmediato: rock y blues argentinos, géneros que no se detienen. Ella tampoco. Sol ya va por el cuarto disco. El más reciente acaba de aparecer, se llama La última luz de la ciudad y es una sesión en vivo en formato acústico con dos canciones inéditas y versiones de su trabajo anterior, Errores coleccionables, publicado el año pasado.
La última luz de la ciudad fue grabado a fines del año pasado y cuenta con Juan Ravioli en piano, Santi Moraes en guitarra acústica y voz, Gonzalo Gamallo en guitarras, Oso Reinoso en armónica y Natalia Calfayan en violín.
Al principio, el disco fue un video que se transmitió por streaming. Una manera de ganarle a la pandemia que impedía presentaciones frente a una audiencia no virtual. Esa sesión se llamó Encuentro coleccionable y, además de las canciones de Errores coleccionables, incluyó dos temas inéditos: “La última luz de la ciudad” y “Furia”.
“Como todo el año pasado casi no se pudo salir a tocar, fue una forma de presentar una alternativa a esas canciones”, cuenta Sol. “Siempre me gusta tocar las canciones en mi casa desde ese lado minimalista. Y cuando hice Encuentro coleccionable muchos amigos y colegas me orientaron para que termine mutando en un disco”, agrega.
– ¿Encontraste en las versiones un rasgo de tus temas que no habías descubierto hasta ese momento?
– Sí, descubro año tras año que escribir me motiva. Me llama mucho la atención escribir como tocar la guitarra. Viste que se me asocia más a esto que también lo hago en (la banda que acompaña a Santi Moraes) Transeúntes, el rol de guitarrista. Pero si hay algo que me pasa con estas versiones es que le doy bastante a la poesía popular y me preocupo en eso y siento que también me sirve para entrenarlo.
– ¿Tenés poesías, textos que no sean canciones?
– Sí, siempre que voy por la calle llevo alguna libreta y voy como entrenando eso, el texto. Y si después hay algo que me llama mucho la atención para un tema, bueno, lo voy mutando. En esta pandemia fui a talleres de escritura, traté de nutrir todo eso. Y creo que se va a notar en el disco del año que viene. Dentro del género del rock and roll blues tradicional argentino, ¿no?
El próximo disco de Sol Bassa se llamará Océano rojo y se unirá conceptualmente a Errores coleccionables y a La última luz de la ciudad desde la vinculación de esos álbumes con otras disciplinas artísticas como la fotografía, la ilustración y el diseño. Una continuidad visual y sonora a la que le resta al menos un capítulo.
– ¿En qué te fijás cuando vas por la calle? Vos tenés esto de poesía urbana popular, donde te das cuenta de que el policía es beneficiado y a la gente siempre le pasan las malas.
– Primero tengo una rutina: me gusta mucho salir a caminar y a escuchar música. Y creo que eso también es parte del entrenamiento y parte de la observación. Después, muchas veces hago la estrategia de escuchar lo que dicen los artistas que a mí me gustan. Por ejemplo, traducir canciones de Bob Dylan y fijarme en qué órbita escribe. Me voy fijando en ese lado lúdico de la poesía. Y lo que más me llama la atención es escuchar experiencias de otros oficios. Imágenes que uno ve en la calle que a veces es inevitable que no te llamen la atención. Me parece que estoy como muy atenta en estos últimos años a la creación. Estoy leyendo mucho más que otros años, eso también.
– ¿Qué leíste últimamente que te haya movilizado?
– En la pandemia leí un clásico: Cuarteles de invierno, de Osvaldo Soriano. Me encantó. Me gusta que tiene algo muy de identidad argentina, latinoamericana.
La última luz de la ciudad tendrá su presentación oficial el 9 de octubre en La Tangente, en Buenos Aires, en una fecha compartida junto a Las Bodas Químicas. “Voy a ir con este formato casi similar al disco y me parece que es un buen momento para presentarlo. Y después seguramente sonará algún adelanto de Océano rojo”, anticipa.