Pedro Aznar regresó al Norte argentino para repasar sus éxitos, pero sobre todo para dejar en claro que la excelencia artística del rock argentino tiene en él a su máxima expresión. Su show en Salta.
Foto gentileza de Salo Gerchinhoren
Suenan “Mientes” y “Tu amor” con una fuerza demoledora. Estos clásicos inoxidables del rock argento encienden la memoria emotiva de casi mil personas en el Teatro Provincial de Salta. Son las 22.30 de un viernes y en el escenario Pedro Aznar y su banda se lucen con un sonido pocas veces logrado en el prestigioso recinto salteño. Bellos momentos iniciales que auguran una noche inolvidable.
El ex niño prodigio del rock vernáculo tiene en sus espaldas una carrera que lo llevó por muchos géneros musicales enriqueciendo al alguna vez llamado “mejor bajista del mundo”. En esta gira que le permitió llenar el estadio Luna Park hace unos meses presenta un repertorio elegido por el público, pero que el ex Seru Giran ensambla de manera tal que las canciones le permiten volcar en sólo dos horas todas esas búsquedas artísticas y estilos transitados a lo largo de su extensa carrera. Es un show en donde sus excelentes versiones de clásicos y sus colaboraciones con otros artistas se van dosificando con su propia obra solista. Del jazz al folclore, del pop rock a la melancolía inglesa. De Brasil a Japón.
La voz de Pedro inunda todo el teatro en cada parada de este viaje de emociones por arte de la música: “Ella se perdió”, “A primera vista”, “La pomeña”.
Como ya es su costumbre el bajo no se queda mucho en el escenario e incluso su banda se da el lujo de prescindir de él, y a pesar de que casi todos varían instrumentos ninguno de los cuatro músicos que lo acompañan agarra las cuatro/cinco cuerdas cuando Pedro se pasa a las teclas o a la guitarra acústica. De todas maneras, los momentos más rockeros sí tienen a Aznar a cargo del instrumento que mejor le sienta.
Con un poco más de dos horas de show y un par de breves comentarios entre tema y tema, llega el momento de los bises. Antes de una arrolladora versión de “Karma police” el músico se toma unos buenos minutos para leer un texto de la organización Salta con bosques mostrando su apoyo a la causa e invitando a los presentes a firmar el petitorio para que el gobierno salteño cumpla la Ley Nacional de Bosques, los aplausos alcanzaron a ovación.
El final definitivo llegaría con “Shape of My Heart”, otro cover en inglés que dejaría un sabor raro ya que todos esperaban algún repaso a la obra de Luis Alberto Spinetta, que quedará para una próxima visita.
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