Pedro Aznar pasó nuevamente por Salta para repasar en su totalidad «Contraluz», su último disco. Un cierre con covers y la promesa de volver pronto. Cobertura del show.
Una auténtica demostración de lo que un músico todo terreno puede hacer en poco más de hora y media de show. Anoche en el Teatro Provincial culminó la presentación de Contraluz –el disco que Pedro Aznar editó el año pasado- en el último tramo de la gira que lo llevó también por Tucumán y San Juan. A modo de pausa de los conciertos que actualmente presenta con un espectáculo unipersonal, Aznar aterrizó nuevamente sobre el escenario salteño acompañado por la banda con la que se rodeó para recrear la magia de su último disco: Coqui Rodríguez (guitarra), Julian Semprini (batería), Alejandro Oliva (percusión) y Federico Arreseygor (teclados).
Dejando atrás el último encuentro en Salta en Agosto del 2015, y anteriores shows presentando Ahora (2012) e incluso colmando este mismo Teatro como en el ciclo Cultura da la Nota. Aznar se propuso un repaso detallado, tema por tema, de Contraluz. «Vamos a hacer los trece temas del disco Y, por supuesto, los mezclaremos con algo de los otros discos» fueron las primeras palabras que dirigió hacia el público tras la interpretación de «Sol de California», «Como un León» y el tema homónimo al del disco mientras una enorme pantalla en el fondo proyectaba visuales creadas para cada canción. Lo que llegó después fue el guiño al disco anterior con «Panteras de Polvo», «Par» y «Rencor», donde Pedro eligió quedarse sentado frente al piano eléctrico. La primera gloria llegó con «Mientes» y el primer solo de bajo poniéndose frente a frente con los de primera fila. El caballito de batalla que tuvo aquél Tango 4 (1991) en coautoría con el mismísimo Charly García que, ahora, saludaba por la pantalla con fragmentos de lo que fue el videoclip del tema. El guiño siempre estuvo y estará con cada paso que Aznar haga, recordar lo que fue Serú Girán y, claro, la alianza con García hasta el fin de los tiempos.
Lo que siguió fue un Aznar tocando el contrabajo eléctrico en el segmento folclórico del repertorio: «La Volvedora», un tema casi inédito de comienzos de los noventas -«no lo toqué muchas veces en vivo. Es especial» dijo- y la seguidilla de «Romance de la Luna Tucumana» -tema que grabó con Mercedes Sosa– y «La Tríada». De repente todo el escenario quedó a oscuras y desapareció toda la banda. Excepto Federico y Pedro: solos, con la acústica, el teclado y el suave silbido en «Domingo de Verano». A esta altura del show, el cambio de instrumentos entre tema y tema fue intermitente y se mantuvo hasta el final: del bajo a la guitarra acústica, del piano eléctrico a la guitarra eléctrica y hasta una mandolina clásica.
Con «Por La Vuelta» la banda completa volvió a escena. Esta vez Julián, sentado en la batería, tocó el bajo acústico mientras Federico tocaba el acordeón en la «rancherita» mexicana que está incluída en el último disco y que desató las palmas del público. «Refugio» y el bolero «Última Pieza» -esta última grabada con la cantante cubana Omara Portuondo– volvieron a poner al teatro en oscuras para seguir con «Madrigal», con Aznar tocando una mandolina, «Silos y Máquinas», «Quebrado» -el clásico cantado a coro con el público- y «Caballo De Fuego», esta última hablando de la evolución y las desventajas de la nueva era de la comunicación «(…)dice la historia que toda creación/la hemos usado en nuestra destrucción» canta Pedro mientras la percusión del tema se extiende para un nuevo solo de bajo. Con «Long Way Home», también de Contraluz, la banda cerró la primera parte del show. «Gracias por venir, volveremos muy pronto» dijo Aznar mientras se retiraba con sus músicos para empezar la ronda de bises. Y vaya que fueron muchos.
Cinco veces la banda se retiró del escenario para volver aplaudidos y con un set de covers preparados para este tramo de la gira. El primero en sonar fue la adaptación al español del himno melanco que Aznar hizo de «Sorry Seems To Be The Hardest Word» de Elton John: «Ya no hay forma de Pedir Perdón» sonó con el músico solo al piano. Después llegaron Radiohead -«Karma Police»- y Nirvana -«Come As You Are»- sorprendiendo a todos aquellos que desconocían el desenlace «banda de cover» que Aznar adoptó con aquellas canciones que escuchó más de una vez. La excepción vino con «La Pregunta», el track acústico que cierra la lista de temas de Contraluz. Y, nuevamente, cuando todo parecía haber terminado, la banda entera volvió para ponerle punto final a la velada con una versión de «Tom Traubert’s Blues», interpretada originalmente por Tom Waits; quizás el cover menos conocido por los presentes.