Foto: Bernardo Rodriguez Berri
Entrevistas

Perro Ciego, el rock de nuestra ciudad

Repasamos una entrevista a fondo con la banda más importante de Salta.

Perro Ciego es la banda más importante del rock salteño por muchas razones. Sus más de treinta años de carrera son apenas un eslabón en una carrera artística que incluye una evolución en su música. No se puede evitar tener en cuenta el peso específico del grupo a nivel cultural en la provincia. Perro abrió el camino para varios músicos de rock que llegaron después. No fueron los primeros, pero sí los más firmes. En esta entrevista realizada a mediados de 2011 para uno de los primeros números de nuestra revista, MarceloSalchi” Dique (guitarra y voz), MartínGamba Aguilera (guitarra), CarlosPeladoVega (bajo) y PabloJopoZenteno (batería) hablan sobre esa experiencia.

¿Qué los mantuvo unidos durante todos estos años?
– Gamba:
Siempre tuvimos algo que hacer. Discos o shows importantes. Eso te motiva, te generan las ganas de salir.
Jopo: Nosotros también tuvimos la suerte de acomodar nuestros laburos.
Pelado: En la época en que éramos estudiantes ayudó que ninguno se vaya de Salta.
Salchi: El primer quiebre se presenta en la época de la secundaria, después otro colador más es el laburo y la familia.
– Y bancarse mutuamente.
Salchi: A la vez no haber llegado nunca a una situación límite.
¿Nunca estuvo por irse todo a la mierda?
– Gamba:
No. Por ahí… tampoco es que nos llevábamos bien todo el tiempo. Hubo épocas.
Jopo: Lo que pasa es que también todos tienen sus otras cosas, entonces no es que estamos todo el día juntos.
Gamba: Sí, por ahí si estuviéramos juntos tres meses, sí.
Pelado: No, no banco a nadie más de cuarenta minutos (risas). Igual, no sé hasta qué punto tener una banda de rock es para pelear. Cuando sos más chico sí, pero cuando sos más grande te das cuenta de que tenés que valorar lo que tenés y que no se muere nadie si determinadas cosas no se hacen. Tenés que ser inteligente en la lectura de las cosas y ahí sí podés tener disidencias, pero son puntos de vista. También tenés que saber que hay cosas que no se pueden modificar y son así. No vas a modificar Salta. Vas a poder cambiarla de a poquito, pero modificar de golpe una estructura de años, no se puede. No vas a imponer un estilo de música como el nuestro, que es rock clásico pero que ya no se escucha en las radios como la moda. Ya no vas a ser el grupo masivo de moda. Por ahí cuando éramos más chicos capaz que teníamos la idea. Ahora ya no.
¿Y nunca sufrieron cansancios individuales?
Pelado: Sí, seguro, pero no por la banda, sino por los otros factores. Lo que te agobia es la falta de plata, los malos momentos personales. Pero pelearse por la banda, no. Me parece que cuando pasan esas cosas son malas proyecciones de los egos de los músicos. Los tipos vuelcan sobre la banda lo que tienen que conseguir en otro lado. La banda es un motor para generar música. Es verdad que cuando no estás en condiciones de seguir tenés que decirlo, pero cuando a alguno le pasa algo así tenemos la paciencia y lo esperamos. Eso nunca quedó en duda.
Gamba: Nunca pasamos por una etapa de haber pensado que uno no quería tocar más. Hubo diferencias de opiniones y musicales pero nunca vino uno a decir “no quiero tocar más con ustedes”. Eso también es un factor que ayudó a que sigamos juntos tanto tiempo.
¿Cuánto fue lo máximo que estuvieron juntos? ¿Alguna gira?
Gamba: Creo que fue cuando fuimos a Santa Cruz, vivimos cuarenta días juntos, comiendo arroz y tomamos jugo de limón de un árbol porque nos habíamos hecho mierda la guita. Volví pesando 49 kilos (risas). La invitación vino de parte de Cacho Gala, cuando el ya estaba viviendo allá. Nos propuso ir a Santa Cruz en el 94, cuando nosotros no habíamos grabado ni Rocabola. En ese momento estábamos en MusiCoop y propusimos ir varias bandas y grabar allá.
Salchi: Alquilamos una casa y estuvimos ahí. La idea era ir quince días pero después nos entusiasmamos. Grabamos todas las bandas un demo.
Jopo: Además no teníamos familia, ni laburo. No teníamos compromisos. Estaba bueno, teníamos varios lugares para tocar. Me acuerdo que dormíamos en colchones de arpillera.
Pelado: A lo último ya tenían la forma de los cuerpos (risas).
Salchi: Cacho nos arregló un montón de fechas y tocamos todos los fines de semana.
Gamba: Y nos trataban como si fuéramos famosos porque veníamos de Argentina, entonces nos llevaban a la televisión, nos sacaban fotos (risas).
– ¿Y aprendieron cosas en ese viaje que todavía aplican hoy?
Salchi: Creo que fue la convivencia más que nada.
– Hay experiencias que unen o separan a los grupos.
Pelado: Cuando volvimos yo dejé de tocar en la banda. Pero no por eso sino porque tenía problemas en mi familia. Me di cuenta de que tenía que estudiar y tratar de buscar un laburo porque la cosa se iba a la mierda. Dejé de tocar pero iba y tocaba cuando el bajista (Carlos Aguilera) no estaba. No éramos profesionales.
Gamba: De ese viaje quedó la versión de “El corcho”, que es la que está en la edición digital de Rocabola.

– ¿Cuándo se dieron cuenta de que la cosa podía ser seria?
Gamba: Con la grabación de Rocabola. Al poco tiempo de volver del viaje, Salchi nos propuso terminar los temas que teníamos para grabar un disco.
Jopo: En esa época era otra tecnología.
Salchi: Pero después de que vimos eso terminado empezamos a ver la banda de otra manera. Sin saber muchas cosas pero con otra visión. Por ejemplo, entre Rocabola y Letras Rojas conseguimos un mánager. Ahí aparece Seba (Magnasco). Con él fue otro paso para verlo de otra forma. Como un laburo más metódico, más dedicado.
– ¿Quién manejaba antes a la banda?
Jopo: Por ahí uno conseguía las fechas, por ahí otro.
Salchi: Sí, me parece que íbamos más a las fechas como proyecto.
Jopo: Sí, íbamos a todos lados, donde sea.
Gamba: A Orán íbamos a tocar siempre, a Jujuy también. Tocábamos todos los fines de semana a veces, en Jujuy. En un lugar que se llamaba Paradise.
Pelado: ¡Paradise!
Gamba: Estaba bueno ese lugar porque era una casa que estaba puesta y tenía distintas habitaciones. En la parte más grande se armaba el escenario y ahí tocábamos. No se cobraba derecho de espectáculo y la cerveza salía lo mismo que en los kioscos entonces explotaba y tocábamos para 600 personas a veces.
Salchi: Tocábamos un par de temas de Rocabola, pero lo demás eran covers: Ratones, Pappo, los Rolling. Hemos viajado un montón con ese formato. Orán, Tartagal…
Gamba: Lo que pasa es que en ese momento sí se escuchaba rock clásico. Ahora no tanto. Entonces nosotros en ese momento encajábamos.
Salchi: Antes de Letras Rojas habíamos grabado un disco en vivo con la producción de Mario Teruel. Lo grabó Pedro Alurralde en La Panadería. Después no salió. Se masterizó y todo.
Pelado: Lo que me contó es que lo llevó a Warner y lo vio el productor que tocaba en La Zimbabwe (N. de la R: Afo Verde) y sin escuchar el disco le dijo que no quería una banda de rock del interior. Quería algo de folclore.
Salchi: El se jugó con la grabación, lo llevó a Pedro e hicimos dos noches que explotaron. Grabamos sonido ambiente, estaba copado. Sería bueno escucharlo ahora.
Pelado: Una vez le pregunté a Mario pero me dijo que lo debe tener Pedro.
Jopo: Nadie se quedó con nada de eso.
Salchi: En ese disco entraban los temas de Rocabola y algunos de Letras Rojas.
Pelado: Y ya estaba Fede (Acosta) también. Fue en el 2000 eso.
Salchi: Estuvimos como un año dando vueltas con ese disco hasta que decidimos grabar Letras Rojas.

– ¿Desde esos años hasta esta época ven algún crecimiento en la movida salteña?
Pelado: Ahora con todas las posibilidades que hay es muy diferente a la época en la que empezamos nosotros.
Gamba: Hubo una época, apenas arrancamos nosotros, que no pasaba nada. No venía ninguna banda a Salta.
Salchi: Entre el 89 y el 91 o 92, estaba muerto.
Gamba: Teníamos que inventar los lugares para tocar. No había.
Salchi: Hasta antes de La Balcarce teníamos que inventarlo. Íbamos a hablar con el dueño y le decíamos “che, te traemos cien personas, vos cobrá la birra nosotros cobramos dos pesos en la puerta”. Y así.
Gamba: Entonces, esa etapa fue más dura.
Salchi: Recién en el 92, con la MusiCoop, se agruparon las bandas que andaban sueltas y se empezó a copar un lugar; ir todos a tocar. Se empezó a armar una movida rockera. Lo anterior, en los ochenta, fue la Junta de Músicos Salteños, que nosotros íbamos a ver. Pero después hubo un hueco en el cual no había nada.
– ¿Qué es mejor? ¿Tocar todos los fines de semana o tocar cada tanto?
Pelado: Hay que encontrar un equilibrio. La ventaja que tienen las bandas de ahora es la difusión. Nosotros teníamos que ir a rogar a las radios para que nos pasen los temas.
Gamba: Aparte ahora tenés Facebook, You Tube, herramientas de difusión que hacen que no tengas que tocar. Nosotros teníamos que tocar sí o sí para que nos conocieran.
Pelado: Ahora es más accesible y también hay cosas que antes eran inalcanzables, como los videos. Hoy sigue siendo costoso pero es más accesible y hay con quién hacerlos. Ese es otro tema, antes no había. Hace quince años ni te imaginabas ni revistas. Había folletos, había dos o tres programas de radio y nada más.
– Hay mucha infraestructura pero ¿está la gente?
Gamba: Creo que en Salta… viene Ciro y van dos mil personas. ¿Cuánto del porcentaje de habitantes es eso? Nada.
Jopo: Es un público muy complicado. En Jujuy por ahí hay menos infraestructura pero la gente acompaña más. Por algo a veces las bandas saltean Salta, porque allá hay más movida.
– ¿Y qué hay que hacer para cambiar eso?
Pelado: Seguir metiéndole para adelante. Es como decía antes: no se cambia todo de golpe. La gente va cambiando de a poco y es un proceso que quizás lleve toda la vida.
Gamba: Igual ya hay un público de rock.
Salchi: Ahora es un público definido, antes se mezclaba el público de las bandas que tocaban covers con las que hacían temas propios.
– ¿Cómo se «combate» al folclore dominante?
Pelado: Hay una música establecida. Eso va a ser siempre para lo que se ponga la plata, pero eso pasa en todos lados.
Salchi: No creo que haya que ponerse en contra. No tiene que ver con que el rock siga creciendo acá. Si eso tiene que estar, que esté. Es al pedo enfrentarte.
Gamba: No, pero creo que debería haber más unión. Hace poco lo conocí a Chacho Echenique y él me decía que no entendía por qué el festival de Cafayate no convocaba a bandas de rock. Decía que estaba bueno que haya una unión. Por ahí, nace del rock una fusión con el folclore pero no pasa al revés. Estaría bueno que desde un festival como el de Cafayate se convoque a bandas de rock, eso haría que mucha gente conozca las bandas.
Salchi: Ahora hubo un cambio en la sociedad respecto a las épocas de MusiCoop. Ahora hay bandas con trayectoria, medios.
– ¿Sienten que pueden seguir creciendo en Salta?
Pelado: Sí, vamos a crecer en la medida en que crezca todo el movimiento que haya a la vuelta. La banda está consolidada pero en la medida que tengas espacio para difundirte se irá creciendo en popularidad.
Jopo: Creo que tiene que haber más apoyo del Estado. Estaría bueno que se generen cosas desde ahí.
Salchi: Sin embargo, es positivo y se le está dando más bola al rock ahora. El 24 de marzo se hizo algo.

– Jopo: Sí, yo recién veo ahora. Pero falta más apoyo.
Pelado: El Estado no tiene que apoyar, porque el rock y el Estado no tienen que ir de la mano; pero el tema es que te den las mismas opciones como ciudadano. Que nos den los mismos espacios. Si se hace un festival grande para el día de Güemes que se haga lo mismo el 24 de marzo. Lo único que se pide es el espacio y las condiciones técnicas. Si la Sinfónica toca gratis, que me parece buenísimo, las bandas de rock tienen que tener la misma oportunidad para que las conozcan.
Gamba: Igual, hay ciertas aperturas, como Cultura da la nota, y eso.
Jopo: Además, hay una enorme cantidad de festivales en toda la provincia y son todos de folclore.
Salchi: Y están todos bancados.
– ¿Por qué Perro Ciego no se regionalizó hasta ahora, en lugares como Tucumán?
Gamba: Fuimos a Tucumán, pero no logramos dar con un buen contacto. En una época hicimos movidas con la gente de Malas Lenguas. Tocábamos las dos bandas ahí.
Salchi: Lo que nos pasa es que los productores locales de Tucumán saben que si llevan a Perro nos tienen que pagar, cubrir los costos, y por ahí prefieren llevar bandas de Buenos Aires.
Jopo: Pero tampoco hay bandas allá con las que podamos hacer un contacto. Es otro tipo de rock.
Salchi: Tucumán siempre tuvo un vuelo más moderno, que no tenía tanto que ver con nuestro estilo. Siempre hubo una movida más pro.
– ¿Y se puede hacer una movida regional fuerte?
Gamba: Creo que esa es la salida. Para nosotros ir a Buenos Aires no es algo para desangrarse. Porque probablemente si te vas a instalar allá te vuelvas sin nada, porque hay diez mil bandas. Entonces acá en el norte tenemos que armar una movida regional fuerte que nos permita subsistir como banda. Estaría bueno que entre todas las bandas armemos una movida de ida y vuelta.
Salchi: Creo que hay que ser más talibán y darle más bola a las bandas locales, hacerlas pesar más. Todos los que estamos en la movida tenemos que tener esa línea. ¿Por qué las bandas locales tienen que sonar más bajo que las de afuera cuando tocan juntas? El volumen es lo más importante, el volumen es todo.
Pelado: Tiene que haber un movimiento donde veas a todas las bandas en igualdad de condiciones.
Salchi: Hagamos rock de nuestra ciudad, defendamos el rock de nuestra ciudad. Después todo bien con Buenos Aires, con Córdoba, hagamos movidas. Pero primero tiene que crecer acá. Y hoy hay seguidores de bandas que se embolan porque llegan bandas de afuera y dicen “yo tengo que cerrar” o esto. Nos plantemos todos, pero sin ir al extremo. Los tucumanos son así, andá a decirles algo. Siempre hicieron valer lo suyo. Obviamente al porteño le encanta venir, ir al hotel y le digas “Eh, qué bueno”.
Pelado: Hay artistas que vos decís, “bueno, se merecen un trato especial”; pero otras que vienen acá que son bandas más del montón.
– ¿Cómo les cae que el público les pida que “no rompan más las bolas y toquen Rocabola”? ¿No es una manera de no dejarlos crecer?
– Gamba:
Creo que el público tiene cierta idolatría o algo así con ese disco. Creo que es una cosa folclórica. No me cae mal. No es que no quieran escuchar los temas nuevos, porque cuando tocamos “Estabas ahí” o “Pelafustán”, lo cantan.
Pelado: Es como que nos dicen que sigamos manteniendo el espíritu de ese disco.
Salchi: Si les hubiéramos dado bola… los otros discos no tienen nada que ver con Rocabola. Quizás en un futuro hagamos un disco como Rocabola.
Pelado: La gente se tiene que bancar el cambio, pero es verdad que uno siempre dice “mmmm, éste ya no va…” y por ahí es porque no acompañaste el cambio de esa banda.

– ¿Hasta qué punto “sirvió” que Fede no esté para que la banda de un paso más en su etapa profesional?
– Gamba:
La situación con Fede en los últimos tiempos fue compleja. El último show, con Los Gardelitos, fue un desastre. Nosotros estábamos en otra. Casi no ensayábamos y estábamos todos con que Fede estaba mal.
Pelado: Además, con Fede siempre era complicado. Es el lado complicado de los talentosos. Un tipo que era imprevisible. Había cosas que la banda no podía ajustar porque estábamos sujetos a él.
– ¿Fede habría tenido más protagonismo en lo que fue Pelafustán desde las voces?
Gamba: Y en las composiciones también.
Salchi: Es como que ya habíamos unificado todo. Fue todo un proceso. Fede tuvo sus bandas pero por ahí no tenía, por su situación de vida, el empuje para organizar más el tema. Había que bancarselá para tocar con Fede.
Pelado: Había que entenderlo. Aparte era bien gracioso. Cuando lo veías te cagabas de risa.
Jopo: Por ahí te cagabas de odio hasta que lo veías.
Pelado: Son tipos que son así y te lo tenés que bancar. Además a la banda le aportó un montón y se nota que no está, entonces tenés que armar algo para mejorar.
Peón de Luna está muy influenciado por él.
Pelado: Claro, estábamos sujetos a la inspiración del tipo. En la cancha de Ferro, no me acuerdo qué dijo, pero a la gente se la metió en el bolsillo. Dependíamos de eso.
Salchi: Aparte, nosotros estábamos ilusionados. En Letras Rojas el Fede entra como invitado y nosotros respetábamos eso, que él tenía su banda y sus propias composiciones. Después empezó a meter coros y después fue uno más. En Peón… ya se notó eso y para el disco posterior veníamos embalados con que tenga mayor participación y cante más temas. De repente, salimos a presentar Peón… y estaba bueno porque lo veníamos puliendo al disco y justo se empezó a truncar. Para ese show con Gardelitos veníamos en bajada porque Peón… ya tenía su tiempo y teníamos los problemas de él. Pero sí, a partir de lo de Fede tuvimos que amortiguar y salir con un crecimiento. Entonces nos pusimos a ensayar.
Gamba: Claro, dijimos “salimos los cuatro, pero salimos mejor”. Entonces empezamos a ensayar mucho más.
Pelado: También era una época en la que el rock se había berretizado un poco y cuando escuchábamos las bandas que sonaban en las radios (La 25 o Jóvenes Pordioseros) pensábamos que sonábamos a la misma altura.
Salchi: A nivel de las voces, ya se notaba que cantábamos los dos juntos al mismo tiempo. Fede ya no hacía sólo los coros, cantaba todo el tiempo entonces ya tenía ese sonido la banda.
Gamba: Fede tenía una postura muy llamativa. De hecho, después de su muerte, muchos pensaron que se había muerto «el cantante de Perro Ciego».
Salchi: Yo trato de que se note más mi voz, porque ya no está Fede. Ahora ya se nota eso, porque hubo un trabajo. Y en los shows también, porque antes pensábamos más en pulir el tema y no pensábamos en el show como unidad y por ahí eso influía en la calidad. Ahora tratamos de sonar más ajustados y que haya un viaje en todo el recital. La gente lo valora y te lo dice.
– Antes era más bohemia la cosa.
Pelado: Sí, le aportaba eso Fede, y la chispa. Pero eso no te da regularidad. Puede ser muy inspirado un día y otro no. Es como esos 10 que hacen una jugada que tira abajo al estadio y después no la tocan en todo el partido y te comés cuatro. Es así, el Fede era así. También nos acostumbramos a resolverlo en el escenario.
– ¿Y tuvieron muchas charlas con él por su problema?
Todos: Sí…
Gamba: Mil veces hablamos con él.
Jopo: No solamente a nivel grupo, sino como amigos. Lo agarraba yo, después lo agarraba otro. Pero era difícil.
Pelado: Yo tocaba con él en La Renegona y peleaba mucho con Fede porque me daba bronca verlo así. Me daba bronca el entorno que tenía, cómo lo usaban. A lo último me quería pelear con todo el mundo. Lo esperaban y como sabían que había cobrado lo esperaban para chupar. Después Fede venía a tocar con las armónicas que no le andaban, y vos sabías que no se podía comprar otras por ese problema. Está bien que era un tipo grande, pero no tenía contención. Creo que a él le faltó eso desde chico. Nosotros lo conocimos así.
Gamba: Desde los 14 años.
– ¿Dónde estaban cuando lo internaron a Fede?
Gamba: Nosotros habíamos armado todo para ensayar con Cebolla de Vidrio y ese día me llamaron para decirme que lo habían internado.
Salchi: El primer día estaba consciente. Nosotros lo hablábamos y decía que le dolía todo.
– ¿Había estado internado antes?
Pelado: Sí, ya era la tercera o cuarta.
Salchi: Nosotros sabíamos que no podía caer otra vez. Porque en abril de ese año (2007) lo internaron y le descubrieron algo terminal, y no nos dijo nada. Era una cuestión de tiempo.
Jopo: Cuando lo internaron en abril le dijeron que se deje de joder.

Pelado: En Cosquín Rock, ese año, estuvo una hora internado. Saltaba en la camilla, Lo agarrábamos de las piernas y le saltaban los brazos; lo agarraba de los brazos y le saltaban las piernas. Yo lo agarraba para que el médico lo pudiera tratar. Se movía para todos lados y no lo controlaba. El estaba lúcido, te miraba y no podía hacer nada. Después, le empezó a contar chistes al médico. El Pibe enseguida se hacía amigo. Cuando salí me pidió dos discos para regalarle (risas). Pero esas cosas eran duras.
– En medio de esa forma caótica que tenía Fede, ¿cómo fue laburar y grabar los discos con él?
Pelado: A la hora de grabar se ponía las pilas.
Gamba: Se cuidaba la voz.
Salchi: Para mí, si no se enfermaba del hígado, el Pibe podría haber seguido pichi hasta los setenta años. Yo me acuerdo que él se hizo un estudio del hígado algunos años antes de que se muera, y lo tenía bien. Esa cagada te la podés agarrar en cualquier lado.
Gamba: El tenía un nivel de reviente muy fuerte. No era muy medido.
Salchi: Pero también es mala suerte. La hepatitis te la podés agarrar en cualquier lado. También influye que suerte te tocó.
Jopo: A lo último Fede ya se perdía. En los últimos tiempos no lo encontrábamos, se perdía varios días. Era muy descontrolado a lo último.
Salchi: Eso me parece que fue porque le sacó la ficha y se dio cuenta de que ya no lo iba a poder revertir. Entonces en ese momento se alejó, no venía a los ensayos. Fue un lapso de seis meses, que venía a un ensayo cada tres, ahí le preguntábamos cómo estaba. Pero él no quería contarnos, quería que la banda siguiera.
– ¿Nunca le plantearon que deje de tocar para que se ponga bien?
– Pelado:
Y… a veces. Por ahí uno pensaba: “¿hasta qué punto no lo estoy explotando?”. Uno no sabe qué es bueno y qué es malo.
Salchi: A lo último hubo un par de charlas, se hablaba de parar la pelota un poco.
Gamba: Incluso tuvimos la idea de que él funcione sólo como compositor. Que no saliera a tocar. Eso fue lo último que hablamos.
Pelado: Cuando estaba bien, era un tipo que tenía el entusiasmo, la creatividad, tenía todo. Pero estaba enfermo y había que asumirlo. Nosotros veíamos situaciones en las que decíamos que estaba en la cornisa. Situaciones que te indignaban, como los que lo esperaban a la vuelta. Entonces vos te preguntás hasta qué punto está bueno hacerlo tocar en una banda.
– Y una vez que falleció, ¿dudaron de la continuidad de la banda?
Gamba: No.
Salchi: Incluso lo hablamos con él, decía que sigamos para adelante.
Pelado: A mí me pasó antes, cuando vi cómo se iba desarrollando la secuencia. Después no porque lo que nos impactaba era su problema, no la banda. La música se puede volver a hacer.
Jopo: Sí, pasó su problema al primer plano. Lo personal.
Salchi: Lo más importante en ese momento era su problema.

– Muchos dicen que Peón… es el mejor disco. ¿Ustedes piensan igual?
Gamba: A mí, en cuanto sonido me gusta más el último (Nota: Pelafustán, en el momento de la entrevista). Creo que es el que está mejor logrado, porque todos tenemos más experiencia y nos involucramos más. Antes no había demasiada participación, pero ahora fue más laburado el tema del sonido. También desde el punto de vista de los arreglos.
– ¿Y en cuanto a composiciones?
Salchi: Yo veo una continuidad entre Peón… y Pelafustán.
Gamba: Es como que esos dos discos están ahí en la composición y en la idea musical.
Pelado: Letras Rojas tiene buenas canciones. Quizás sea el que peor suene pero lo salvan las canciones.

Entrevista publicada en la revista Rock Salta N° 3, de julio de 2011.