La banda salteña llevó las canciones de Ronco a La Docta. Crónica del show junto a Pato Lange y Los Vagos.
Foto gentileza de Jero Benassi
1:30 AM en la puerta del conocido reducto cordobes Casa Babylon, a la vera de la costanera bajo un seco frío reinante, la noche se viste de rocknroll con la presencia de Perro Ciego. Es la presentación de Ronco y las expectativas no son mínimas. Pocas caras y un opacado sonido de guitarras que se escucha desde el interior retumbando hacia el resto de la ciudad.
2:00 AM al cruzar el umbral se advierte a ojo rápido unas treinta y algo personas. Mucho espacio abierto y una densidad latente, con la esperanza de colmar los ánimos de un movimiento leal y resistente. Con el aguante y las ganas de disfrutar cada acorde, el público aplaude a Los Vagos. Cordobeses que exhalan rock barrial del más clásico y directo, con cierta actitud punk arriba del escenario.
2:30 AM una honesta sorpresa. Pato Lange, proveniente del oeste bonaerense y amigo de figurines como Joaquín Levinton, se sube con su banda colmado de buenas vestimentas y bellos instrumentos. Regulando sobre un estilo cuidado y perseverante ante la pose, genera un éxtasis tal vez demasiado melódico para la poca respuesta en la audiencia. Bases acústicas y hasta con un toque reggae, vuelven ecléctica y punzante a la noche con el rock hitero y programado. Sensación cruzada. Como esa conocida conjunción de bandas disímiles entre sí, en una jornada de festival con el sponsor de turno.
3:00 AM en una rápida escabullida a los camerinos, se revive la cordialidad y la camaradería de aquellos músicos con mucha ruta encima. El Salchi Dique fomenta una previa con pensamientos sobre la nítida experiencia en la grabación y la pos-vivencia del último disco editado. De fondo se escuchan complacientes interludios del DJ residente, y se cuentan muchos más asistentes a la cita.
3:30 AM larga Perro y no son menos de setenta oídos disfrutando la agresiva secuencia inicial de «Manos gitanas». Con un playlist de más de veinte canciones, Ronco es ejecutado casi en su plenitud con un sonido limpio y dando bien la cara. Correcta selección con un par de viejas perlas, como «Dormilón x 8» y «Estabas ahí», generando un contexto ameno donde se asienta el avance maduro de la banda. Salteños y sus banderas dicen presente en cánticos futboleros. Tal vez falta algún tipo de acompañamiento orquestal (plagado de fuertes coristas negras) en canciones como «Blues en tu nombre». Una presentación idealista, con vientos y suaves teclas, propia de cualquier recital blusero en la ciudad de Memphis o Chicago. El Gamba Aguilera defenestra con el slide en cada intervención, y el Pelado Vega da una innata clase de como tocar el «contrabajo» en «Jazz cantado».
5:00 AM Con el acople final del showman (y productor local) Chino Rocabado para interpretar «Resaca», y los infaltables bises clamados por los fervorosos, es hora de volver a las heladas calles por el viejo Abasto. Perro Ciego seguirá su gira y la escena rocknrollera cordobesa, agradecida por este paso en su historia.