La banda presentó su esperado cuarto disco, Pelafustán, ante un gran marco de público. RS se hizo presente en el lugar y te cuenta todo lo que pasó.
Por Diego Maita López – dmaita@rocksalta.com
Fotos: Gentileza Alejandro Ahuerma y Fidel Puggioni / Video: Pablo Choke Torramorell
¿Estabas ahí?
El de ayer seguramente quedará grabado en la memoria de los asistentes (y sobre todo de los cronistas, que somos los que podemos comparar) como el show pago mas convocante de una banda salteña en 2010. Sí, faltan 3 meses para que se vaya el año, pero nada hace pensar en algo distinto.
Y lo de ayer, por más que parezca tener un tono de monotonía con los shows grandes de Perro, fue eso, un show muy bien armado, pensado y ejecutado. Desde el repertorio, que transitó por Pelafustán, pero también regaló los clásicos de sus 21 años de carrera, hasta la convocatoria de los invitados, que forman parte de un buen pedazo de la historia del rock en Salta.
El show arrancó aproximadamente a las 19.30, el marco de público rondaba entre las 500 y 600 personas, y como siempre fue imponente el despliegue de banderas y papelitos de la hinchada canina. El primer tema fue Macabro, con la banda al palo, y el Salchi ataviado en una reglamentaria campera de cuero negra (a lo Riff, ja), con la remera oficial de Pelafustán (aún se consigue, creo que a 25 pesos). El último tema fue Resaca, si, aquel que el gran Pibe Acosta cantaba casi como un himno premonitorio y autorreferencial.
Y volviendo al tema de las pilchas, merecen un párrafo aparte los pantalones a lo Disco Stu, de Carlitos “Pelao” Vega… Sólo le faltaban el saquito y los zapatos plataforma.
El repertorio rondó los 28 temas, dos horas más o menos, y abarcó: a) TODOS los temas de Pelafustán, b) dos de Rocabola, c) cinco de Letras Rojas, y d) ocho temas de Peón de Luna. Entre los invitados estuvieron Leo Escobar, ex Esencial, invitado permanente en armónica, Leo Goldstein, un tecladista radicado hace varios años en nuestra provincia y que, entre otros proyectos forma parte de la banda Giróscopo junto al Pelado Vega, Esteban Cárdenas, uno de los mejores percusionistas latinos de Salta, y dos históricos: Ariel “Cholo” Sánchez, aquel armoniquista del recordado grupo La Turra, que tocara de invitado de Pappo en 2004, y Ernesto “La China” Sánchez, ex Santa Vaina, entre otras bandas locales, en teclados.
El público, en su mayoría también era del palo. Muchos mas varones que mujeres, muchas remeras de Perro y de bandas del estilo, como La 25, por ejemplo. Trapos, a lo futbol, destacando uno muy grande que desde arriba se veía que al desplegarlo casi ocupaba la mitad del salón… muy bueno. Y sí, la mayoría de los asistentes eran pibes de 15 a 20 años, mostrando una de las peculiaridades y quizá uno de los secretos de Perro Ciego, esto es, la eterna renovación del público que los sigue a todos lados. Lo único que resalto negativamente es la actitud ortodoxa y folklórica (fuck!) que resumió en el cantito: “Perro Ciego no rompas las pelotas, la gente sólo quiere que toquen Rocabola”, que no creo haya sido entendida por gran parte del público que automáticamente la entonaba, aunque el gesto atónito ante canciones como Pelafustán (funk con brasses magistrales de Leo Martino y Juan Pablo Mayor, de la Sinfónica, otros de los invitados) nos deja dudas respecto a esto.
En síntesis, un show muy bueno, con una concurrencia que estuvo en un buen número (dentro de lo esperado por quien escribe), con un buen trabajo por parte de la producción local, en un escenario que se consolida como sitio ideal para este tipo de recitales (entre 400 y 1200 personas andamos bien). Lo único DESAGRADABLE en esta historia es el gesto prepotente, cavernícola y fascista de PARTE de la Seguridad del Local (los dos gorditos, el viejo y el mas pendejo con cabezas de milico) que lamentablemente intentaron impedir nuestro trabajo, el de los colegas de FM Universidad y de Radio Dínamo.
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