Pez se presentó en Salta como parte del ciclo Cultura da la Nota. 800 personas contuvieron sus ganas de saltar y fueron arrasadas por el sonido del power trío en las butacas del Teatro Provincial.
Fotos de Gaston Iñiguez
Entre las muchas curiosidades que tiene el rock en Salta, ahora hay que sumarle una más, y es que en las dos oportunidades que la banda del inquieto y fundamental Ariel Minimal se presentó en la ciudad fue en teatros. Algo sumamente extraño para un grupo sanguíneo y poderoso que va mutando entre punk, rock progresivo, jazz, folk y lo que se le ocurra a su cambiante formación. Incluso su último disco Nueva era, viejas mañas (2013) da un paso más de lo que se puede esperar de una triada clásica en el rock argentino y abraza el metal.
Pasadas las 22 el telón rojo se abrió para dejar a la vista en la inmensidad de las tablas del teatro la propuesta despojada de una banda de rock única. “Desde el viento en la montaña hasta la espuma del mar”, una de las mejores composiciones que ha brindado Minimal, encendió las alamas sensibles. Resulta nutritivo escuchar cantar “si no hay un dios algo bueno habrá”, a metros de la catedral salteña y en una época en la que el multimedio de rock más poderoso del país vende cruces bendecidas de plata con nombres de próceres rockeros.
Luego, desde el último álbum llegarían como patadas metaleras “Os garcas” y “La madre de todas las artes”. Y ahí vino la nota de color del show ya que el ex Fabulosos Cadillacs intercedió ante los guardias del teatro que se mostraron reacios a que la gente dejara sus butacas y pediría que permitieran subir “al bailarín de Pez en Salta” al escenario. Desde ese momento, su baile, o mejor dicho expresión corporal, acompañó el show desde las tablas. Más tarde el líder del grupo volcaría la experiencia en las redes sociales mostrando su agradecimiento a Fito, actor de profesión y personaje en los bares salteños de la Balcarce.
«No mi corazón coraza», «Ahogarme», «Cabeza de departamento» irían desandando veinte años de carrera, aunque la lista de temas no se apartó demasiado de lo que venían haciendo en los últimos shows, y mostró el costado más aguerrido del grupo, que cuenta con la base fundamental de Fósforo García en bajo y Franco Salvador en batería. Para desgracia de los que aman su costado jazzístico, y en especial esa obra cumbre que fue Hoy (2006) plagada de rock canción, folk y las teclas que proveía Leopoldo Limeres.
«Somos una banda única. Nosotros somos Pez, y estamos en el lugar que está Pez. Hacemos la música que hace Pez. No queremos ser otra banda, no queremos estar en otro lugar que en el que estamos. Todo lo que nos pasa es lo que nos pasa. Es nuestra vida, yo no quiero vivir la vida de otro. No me interesa. No me gustaría ser Ale Sergi y que pasen mi música en la tele o ser los Decadentes y que todos los barrabravas canten mis canciones. Nosotros hacemos lo que hacemos, nos pasa lo que nos pasa y esa es nuestra vida», le explicaba Minimal a la revista Rock Salta en la anterior visita del grupo por el NOA.
Prolíficos como pocos, adelantaron la canción “20 de marzo de 2014” que remite inmediatamente al estilo de Moris. No faltó su excelente y festejada versión de “Estallando desde el océano”, que regalaron «para todos los Sumo«, hace unas semanas desde su cuenta de You Tube.
Las remeras de los músicos, lucían nombres de bandas como Los Antiguos y Fútbol. Tales grupos han participado en el Festipez, el festival que en cada edición muestra a un sector del rock argentino que no se mueve por los carriles del mainstream y propone un cambio desde la autogestión y la independencia artística.
Para la despida, luego de hora y media de show, donde con un sonido demoledor y a un volumen altisimo y sumamente disfrutable pasaron a todos por arriba, el grupo eligió la fuerte, dulce y grave “Los verdaderos sonidos de la libertad”, y recordó que todos sus discos se pueden descargar gratuitamente desde su web. Invitaron a darse una vuelta por su kiosquito, donde se vendían los discos y las ponderadas remeras del grupo. “Ahora somos una empresa textil”, bromeaba Fósforo en comunicación con el programa de radio de Rock Salta, un día antes.
Desde el 2011 el ciclo Cultura da la Nota, es la mejor de las propuestas que desarrolló la actual gestión gubernamental. Facilita que por una entrada mínima, el público salteño pueda disfrutar de una banda local en ideales condiciones junto a una reconocida banda o artista nacional. A pesar de no conseguir un lleno total, como en otras fechas donde desfilaron grupos sumamente radiables y pertenecientes a los grande sellos discográficos, en esta oportunidad sirvió de revancha a la fecha suspendida en diciembre y cortar una ausencia de ocho años de Pez en Salta.
Pez se presento en Salta. 800 personas contuvieron sus ganas de saltar, y fueron arrasadas por el sonido del power trío en las butacas del Teatro Provincial en el ciclo Cultura da la Nota.
Entra las muchas curiosidades que tiene el rock en Salta, ahora hay que sumarle una más, y es que en las dos oportunidades que la banda del inquieto y fundamental Ariel Minimal se presentó en la ciudad fue en teatros. Algo sumamente extraño para una banda sanguínea y poderosa que va mutando entre: punk, rock progresivo, jazz, folk y lo que se les ocurra a su cambiante formación. Incluso su último disco Nueva era, viejas mañanas (2013) da un paso más de lo que se puede esperar de una triada clásica en el rock argentino y abraza el metal.
Pasadas las 22.00 el telón rojo se abrió para dejar a la vista en la inmensidad de las tablas del teatro, la propuesta despojada de una banda de rock única. “Desde el viento en la montaña hasta la espuma del mar”, una de las mejores composiciones que ha brindado Minimal, encendió a las alamas sensibles. Resulta nutritivo escuchar cantar “Si no hay un dios algo bueno habrá”, a metros de la catedral salteña y en una época en la que el multimedio de rock más poderoso del país vende cruces bendecidas de plata con nombres de próceres rockeros.
Lugo desde el último álbum llegarían como patadas metaleras/punk “Os garcas” y “La madre de todas las artes”. Y acá vino la nota de color del show ya que el ex Fabulosos Cadillacs intercedería en una trifulca entre guardias del teatro que como de costumbre se mostraron reacios a que la gente deje sus butacas y le pidió que dejen subir “al bailarín de Pez en Salta” al escenario.
Desde ese momento su baile, o mejor dicho expresión corporal, acompañó el show. Más tarde el líder del grupo volcaría la experiencia en las redes sociales mostrando su agradecimiento a Fito, actor de profesión y personaje en los bares salteños de la Balcarce.
«No mi corazón coraza», «Ahogarme», «Cabeza de departamento» irían desandando 20 años de carrera, aunque la lista de temas no se aparto demasiado de lo que la banda viene haciendo en los últimos shows, y mostro el costado más aguerrido del grupo que cuenta con la base fundamental de Fósforo García en bajo y Franco Salvador en batería. Para desgracia de los que aman su costado jazzístico, y en especial esa obra cumbre que fue Hoy (2006) plagada de rock canción, folk y las teclas que proveía la ex cuarta pata Leopoldo Limeres.
Prolíficos como pocos adelantaron la canción “20 de marzo de 2014” que remite inmediatamente al estilo de Moris. No falto su excelente y festejada versión de “Estallando desde el océano”, que regalaron “para todos los sumos”, hace unas semanas desde su cuenta de YoutTube.
Para la despida, luego de hora y media de show donde pasaron todo por arriba, el grupo eligió la fuerte, dulce y grave: “Los verdaderos sonidos de la libertad”, y recordó que todos sus discos se pueden descargar gratuitamente desde su web. E invitaron a darse una vuelta por su kiosquito ubicado en hall, donde se vendían los discos y las ponderadas remeras del grupo, “ahora somos una empresa textil” bromeaba Fósforo en comunicación con el programa de radio de Rock Salta, un día antes.
Desde el 2011 el ciclo Cultura da la Nota, es la mejor de las propuestas que desarrollo la actual gestión gubernamental. Facilita que por una entrada mínima, el público salteño pueda disfrutar de una banda local en ideales condiciones junto a una reconocida banda o artista nacional. A pesar de no conseguir un lleno total, como en otras fechas donde desfilaron bandas sumamente radiales y pertenecientes a los grande sellos discográficos, en esta oportunidad logro la revancha de la fecha suspendida en diciembre y sirvió para cortar una ausencia de ocho años de Pez en Salta.