La banda italiana de power metal sinfónico pasó por el NOA. Recital histórico e impensado para los fanáticos que vivieron a pleno el show en el Teatro del Huerto.
Fotos de Eduardo Pece
Con el lanzamiento de Legendary Tales en 1997, el mundo de la música pesada abrazó a Rhapsody. Su propuesta de mezclar lírica de espadas y hechicería con power metal más ritmos medievales europeos. Casi al mismo tiempo la adaptación cinematográfica de El Señor de los Anillos por parte de Peter Jackson se transformó en un éxito sin precedentes: ¡Los magos, los elfos, los enanos, las batallas épicas en tierras medievales estaban de moda!.
Esto abrió el abanicó para que músicos se sumaran generando varios grupos que le aportarían cosas nuevas al género. De la misma manera la pantalla grande y la chica no dejaron de concebir producciones ligadas a la época medieval: Game of Thrones, Vikings, etc.
Soñar con una llegada de Rhapsody of Fire a las tierras encantadas del norte argentino era una locura. Pero como pasó con Lacrimosa y Haggard esta visita se haría realidad en el Teatro del Huerto. Difundida con muchos meses de anticipación la fecha salteña marcó el inicio de la segunda parte de la gira aniversario por los 20 años del disco debut.
Pautado para las 21 hs, la gente ingresó una hora antes al teatro, las primeras filas se llenaron completamente. Con sonrisas de oreja a oreja y celulares en mano todas y todos esperaron hasta que los tanos salieron a escena. Sorpresivamente nadie fue disfrazado de elfo, mago o guerrero, algo que le hubiera dado más color a un paisaje predominante de remeras negras. Seguramente deben dejar los disfraces para las populares ferias medievales.
Luego de la intro y con los cinco músicos en escena el show dio inició de manera inmejorable, con toda la fuerza de “Dawn of Victory”. El escenario lucia totalmente despejado. Destacándose los dragones en los banners, uno enorme de fondo y uno a cada lado. Las tablas estaban prácticamente vacías, ya que la banda salía toda por línea, no contando con ningún tipo de amplificador en el escenario. De esta manera el carismático cantante Fabio Lione, el bajista Patrice Guers y especialmente el guitarrista y cerebro creativo Luca Turilli se moverían por todos lados, saltando y agitando con ademanes al público salteño. Publico que dejo inmediatamente las butacas para el ver el show de pie, grabarlo con sus celular, transmitirlo, y celebrar con puños en alto, pero eso si, sin pogo.
Por su parte el otro guitarrista Dominique Leurquin con sonrisa imborrable no se movió mucho de su costado. Mientras que al fondo y en su tarima Alex Holzwarth se mostró como un acelerado y seguro baterista, cumpliendo en el vivo con lo grabado en disco.
Las canciones siguieron unas a otras abarcaron los discos que conforman la Emerald Sword Saga, cambiando lo que hizo el año paso el grupo donde repasaban de manera íntegra Symphony of Enchanted Lands (1998).
Con el correr de los temas Fabio Lione se ganó a todos. Charlando, presentando las canciones y contando anécdotas en un italiano que era traducido por el público o por el mismo cantante que pedía ayuda para poder hacerse entender, de esta manera hablo de su amigo el inolvidable Christopher Lee ilustre actor que hizo de Saurman (en las trilogías del El Señor de los Anillos y El Hobbit) y que colaboró en varios discos del grupo como narrador.
Esta versión de la banda llamada Rhapsody Reunion prescinde del tecladista Alex Staropoli, el otro fundador del grupo quien continúa con el nombre Rhapsody of Fire. Esta ausencia desnuda el único punto flojo de la noche, uno puede entender que la decena de coros, orquestaciones con violines, chelos, mandolinas, etc salgan por pista, pero el teclado es una de las piedra fundacionales de Rhapsody y no poder verlo en vivo siendo que las pistas de la teclas ocupaban cada rincón del Teatro del Huerto, fue por lo menos incómodo. Podrían contar con un tecladista invitado o mejor todavía una tecladista para bajar tanta testosterona escénica. Pero es el juego que proponen los italianos, la salomónica solución, ya que seguramente la polémica y criticas estarían al pie de la catapulta si suman gente que no fue parte de Rhapsody.
Como regalo para los fans el solo de batería incluyó parte de la música de Game of Thrones y previa anécdota del encuentro con su compatriota Andrea Bocelli, Fabio Lione interpretó un cover de su ídolo mostrando un amplio registro vocal.
Para la falsa despedida estallaron con “Holy Thunderforce” una de las mejores canciones del grupo. En su momento fue la principal carta de presentación para acercar gente nueva a la banda. Como lo hiciera el programa de radio Ave Cesar publicado en CD en la recordada revista Epopeya allá por el 2000.
Para los bises quedarían “Rain of a Thousand Flames”, la sentida “Lamento Eroico” más la infaltable y super victoreada “Emerald Sword”. Dando así cierre a dos horas de doble bombo, guitarras veloces y cuentos de tierras lejanas, plagadas de derrotas y triunfos épicos.
Show histórico e inolvidable para cada una y cada uno de los presentes, que ovaciono a cada integrante y despidió a la banda cantando con la nostalgia y alegría de los guerreros que ven cumplida la proeza impensada.