En una entrevista con nuestra revista, los integrantes del recordado Humahuaca Trío reflexionaban sobre la instalación de empresas multinacionales en la región y la contradicción a la hora de elegir entre trabajar para vivir o repudiar un daño futuro.
En 2012, la revista Rock Salta entrevistó a los integrantes del recordado Humahuaca Trío, que por entonces acababan de publicar Originario, un disco en el que se posicionaron explícitamente en contra de la minería a cielo abierto y la contaminación que ésta produce en los pueblos de la zona.
La banda, que estaba conformada por Apu Condorí (voz, composiciones y guitarras), Juan Cruz Torres (charango y voces), Pablo Narezo (bajo) y Guillermo Valeriano (quena y zampoña); entregaba en Originario un mensaje claro que no siempre iba de la mano con el día a día de la gente de la zona.
“Siempre está bueno aportar desde las canciones a tomar conciencia de la problemática que genera la contaminación minera”, decía Apu, y reconocía que pensar en la eliminación de la minería era algo utópico, pero se podían encontrar caminos alternativos: “Creo que tenemos que tener conciencia e instar a la conciencia del Gobierno, que tiene que controlar que no se contamine y que los recursos que se sacan dejen un beneficio a todo el pueblo argentino, no que se beneficie una transnacional. Porque a veces también nos ponen como unos trastornados de mierda a los que les importa un pingo el desarrollo, y no es así”.
“Nosotros vivimos en Humahuaca, tenemos ahí al toque a la minera El Aguilar, que da fuente de trabajo como a 3 mil familias y que si se cierra, ¿a dónde van a ir? ¿A pastar ovejas? ¿A pastar llamas? No, no tiene razón de ser. Sí creemos que se debe controlar, que el Estado debe estar activamente controlando y nosotros como pueblo estar participando para que el Estado esté atento a todas estas cuestiones. Y nosotros también movilizados: si todo el mundo está alerta, vamos a tener mejor resultado”, agregaba.
“Nosotros cantamos canciones sociales y vos ves que el obrero quiere trabajar. Entonces nos chocan las contradicciones de ver que estamos cantando en contra de la minería y salen los mineros a defender las compañías mineras. Y es un garrón. Pero hay que hacer que el paisano se dé cuenta de que desde adentro también tiene que controlar porque les están hipotecando el futuro a sus nietos”, seguía Apu.
“Yo viví un par de años en la mina El Aguilar, laburando de maestro de música, y se vive una situación de desigualdad -contaba-. Por ejemplo, el micro que te lleva desde Tres Cruces hasta El Aguilar es rentado por la compañía minera, entonces se sienta una maestra embarazada en el colectivo, viene un minero con el carné de minero y le dice ‘levantate, dame el asiento, porque este colectivo lo paga la minera para nosotros’. Entonces, date cuenta que esas cosas hasta hoy en día pasan. La minera lo protege de tal manera a su obrero, que le está sacando la plusvalía pero ¡uf! ¿Cuántas veces él con sus horas de trabajo paga su sueldo? Y de hecho, a su vez, está hipotecando la salud y no lo ven. Pero bueno, por eso mismo también tenemos que ver que si se cierran las mineras… de qué vamos a vivir”.
Y Apu tenía razón: casi una década después de aquella entrevista, llegó la mala noticia. La Compañía Minera Aguilar, que depende de la multinacional Glencore, con sede en Suiza, abandonará las operaciones en la zona en enero de 2022 y se irá definitivamente en 2023. Más de 600 trabajadores fueron desvinculados a principios de este año y recién este mes pudieron cobrar un subsidio de desempleo otorgado por el Gobierno de Alberto Fernández.
Leé la entrevista completa en el número 9 de la revista Rock Salta, de abril de 2012.