A fines de 2012, la banda volvió a tocar en vivo y a repasar las canciones que la volvieron una de las más importantes de la escena.
Diciembre de 2012. Todavía se recuerdan aquellos carteles gigantes en plena Avenida Virrey Toledo, que estaba por cambiar de nombre y adoptar su denominación actual de Avenida del Bicentenario. Allí, en medio de aquella efímera polémica entre concejales, comerciantes y vecinos, flotaba la imagen de tres jóvenes salteños que miraban a cámara con desafío y ostentación. Eran los Luca Makonia, que anunciaban su regreso a todo lujo, al menos para la foto.
“Luca Makonia dejó los escenarios hace poco más de año y medio, tras un 2010 donde tocaron mucho, con gira mediática por Bolivia incluida. Fue tras ese viaje donde comenzó a desinflarse el asunto, de manera súbita. Y no dejó de llamar la atención. Para ese momento su convocatoria era muy alta (por lo menos para los criterios de masividad del rock salteño): eran los únicos que podían llegar a igualar a Perro Ciego. Incluso, esta banda de orígenes punk había sido gran protagonista en el recambio generacional del público rockero local”, aseguraba Rock Salta en aquel momento.
La banda había puesto fecha para marcar su regreso: el domingo 23 de diciembre en La Estación Mega, un recinto reservado para las bandas convocantes de Buenos Aires.
“A mí esta previa me genera cualquier sentimiento: ansiedad, cagazo, entre otros; pero más que nada, esto lo estamos haciendo de locos nomás, de mandados, porque no es financieramente redituable. Estamos yendo a perder y nos ponemos felices porque las expectativas son buenas, porque le estamos poniendo onda”, decía el cantante y guitarrista Horacio Corimayo a Rock Salta.
El regreso era puro entusiasmo y ganas de salir con todo. “Vamos a poner el mismo sonido que las bandas de Buenos Aires, para sonar como tiene que sonar”, decía el baterista Genaro Alfarano.
La producción visual, mostrándolos como todo lo que no es el rock salteño (dinero, beneficios) surgió como una parodia. El bajista Beto de la Fuente recordaba que querían una imagen bizarra y ambigua. “Que lo bizarro sea que parezca tan real que tenemos muchísima guita y que volvemos por la guita. O sea, que si vos no sos de acá, de verdad te la creas”, decía.
La ambición no quedaba en el show de regreso. Un año después, en diciembre de 2013, la banda presentó un disco nuevo, 3 cuotas de 200 guerras, con un documental.