Influenciados por la leyenda de Tanguito, Litto Nebbia y la composición de La Balsa; los rockeros de Salta estarían empezando a reunirse en los baños de los bares de la capital provincial en busca de una iluminación que les conceda crear una canción que rompa todos los rankings y le permita al movimiento local despegar definitivamente.
Intentando emular lo sucedido en la mítica Perla de Once, los excusados de la zona de la Balcarce estarían siendo invadidos por tipos que, guitarra en mano, se sientan sobre los inodoros, intentando llamar a la inspiración.
A raíz de esta cuasi mística situación, los mozos de cada establecimiento gastronómico tendrían órdenes estrictas de no dejar pasar a nadie que cargue un instrumento, lo que habría provocado diversas escaramuzas entre los empleados y los músicos contratados para amenizar las cenas de los comensales.
Publicado en la revista Rock Salta Nº4, en el mes de agosto de 2011