La cantante presentó su último material con un incendiario show en el nuevo Club Paraguay.
Texto: Alejandro Wierna
Fotos: Matías Egea
Con el inmejorable contexto, espacial y temporal, de la Marcha Disidente Córdoba (del orgullo), a dos cuadras de Club Paraguay, Sara Hebe oficializó la presentación de su disco Politicalpari (2019).
Luego de un show memorable y muy potente en abril, que la encontró en el momento de mayor convocatoria del festival GRL PWR, su visita era obligada y la ansiedad de ratificar lo visto había crecido mucho. En el medio de este período salió el disco, se estrenaron y viralizaron varios videos, y – tal vez lo más importante- la siempre febril Latinoamérica propició el escenario ideal para empaparse de la fortaleza de esta clase de artistas.
Fue una noche especial, con mucho calor y una producción acorde a la demanda de una época: con la postura activa de plantar una bandera, repudiar conductas transfóbicas, ofrecer un lineup feminista y excelentes condiciones de escenario y sonido para todas las artistas.
La apertura del show estuvo a cargo de Sasha Sathya, con su flow crudo y fluido, disparando pistas desde su pc y agitando constantemente al público que –mayoritariamente- ingresó con la fiesta de las calles que rodeaban el local hecha cuerpo.
Luego Seda Negra amenizó la espera con un set muy bailable. Pasadas las 22, Sara Hebe subió a escena con su banda completa, lo que garantizaría potencia, matices y ese tono orgánico que tan bien va con sus rimas. Ramiro Jota, EL BEATMAKER argentino por excelencia, en un rol fuerte pero desde un segundo plano visual.
Sobre la tarima trasera, en el mismo nivel que la batería de Edu Morote, constantemente construyendo la progresión de las bases que darán forma a la estructura de todas las canciones. También oscila entre una guitarra encendida con machaques a lo Tom Morello.
Las jóvenes y talentosísimas Arie Gaffet en coros y Lali Esquivel en bajo son una declaración de principios, la renovación sin poses ni egos que le está dando una lavada de cara al rock.
«Fck the Pwr», «A.C.A.B.» y «No te dejes» fueron algunos de los temas que más pegaron en el show, trazando líricamente una lucha contra las injusticias y los atropellos que una generación comenzó a denunciar mientras van autodeterminándose por la conquista de sus derechos, por descubrirlos y plantarlos.
Con «Urgente», «Rayan» y «Lujo popular» demuestran que también hay belleza y melodía en la prédica, con estribillos súper coreables y sonidos que quedarán resonando en la cabeza durante algunas horas post show. De eso también se trata, de los matices pop, de la energía de la cumbia y del lindo maridaje de hacer un dancehall con beats electrónicos.
El bajo espeso de 6 cuerdas creciendo sin permisos y el escurridizo juego de contraponer la batería real con la caja de ritmos ofreció una versión excelente de «Vuelvo a Boedo». Por otro lado la fiesta escénica de «Movimiento Social ‘El deseo'», y los hits «El Marginal» y «Asado de Fa» completaron el éxtasis de un show que prácticamente no tuvo interrupciones desde su inicio.
Algunas palabras alegóricas a la lucha del pueblo chileno (todavía no se había consumado el golpe en Bolivia) y pidiendo por el desprocesamiento en defensa de la educación pública, más el cover festivo de “I follow rivers”, el hit de Lykke Li, redondearon todo lo que podía esperarse de un show, no había energías para más.
