Coberturas

Solapaditos

El ciclo de M.I.A.S. continúa sin inconvenientes en la Casa de la Cultura. Esta crónica refleja las presentaciones de Víctor Conti y Nagoba, un nuevo grupo que promete alucinaciones 3D.

Nuevamente la Casa de la Cultura fue el lugar para una muestra de música independiente más dentro de la gestión de M.I.A.S. El combo siempre viene con dos artistas/bandas que durante un par de horas hacen de las suyas en la Sala Mecano y también en la sala mayor, la Juan Carlos Dávalos. Esta vez la acción transcurrió en la sala menor con un marco de público aceptable en comparación de lo que fueron las tocadas anteriores con no mucha respuesta por parte de la gente. Pasadas las 22 la gente empezaba a ingresar a la sala con un demo de difusión de Víctor Conti en la mano: por cada entrada se regalaba un demo nuevo de La Hiena titulado Canciones para llorar en el baño, dos CD que se repartían según la elección de la gente (sólo se podía elegir  un disco por persona). Este nuevo material viene dividido, como los baños, en “Caballeros” y “Damas”, cada uno con tres canciones respectivamente. “Es un demo de lo que estoy laburando ahora, temas un poco más pop de lo que venía haciendo antes en los discos ya terminados”, dijo Conti parado en la entrada a la sala mientras la gente seguía llegando y acomodándose.
 
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El encargado de abrir la velada fue LaHiena con un set corto de canciones acústicas que incluían yapa macabra con tres clásicos de la banda de los hermanos Conti: “Nunca Supe”, “Barcos De Papel” y “O Sea”, esta última presentada como “la canción que verdaderamente me hizo famoso en Salta”, volviendo al año 2004 cuando fue editada en el compilado de Cerveza Salta y coreada por todos. El set también incluía piezas de su etapa solista con algunos deslices en un par de temas, pero siempre con señas claras hacia al público (“me olvidé la letra, perdón”).
Conti ya nos acostumbró a salir a tocar solo, junto a su guitarra, parado frente al público mientras va hilando una lista de temas que, de la impresión, la va modificando según el ánimo y las reacciones del momento. “Ahora vienen los chicos de Nagoba, una tremenda banda con proyecciones 3D. Son nuevos en M.I.A.S y es la primera presentación que hacen con nosotros, espero que les guste”, adelantó al terminar su set mientras seguía con las menciones de las actividades de la asociación y resaltaba el gran laburo que sostienen entre todos y, siempre, aludiendo al público que esta vez había acompañado desde el principio.
 
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Tal como se había adelantado, Nagoba tocó bajo excelentes proyecciones sobre sus cabezas haciendo delirar a todos, a lo largo de tres extensos temas, con zapadas eléctricas con pequeños pedazos de una chacarera furiosa que termina en juegos de un híbrido instrumento que combina en una sola cosa al bajo con una guitarra, acoplándose a cajones peruanos, una guitarra clásica potente, un batería y una quena. Todo esto en manos de sólo tres músicos: Emilio Lombardo (bajo/guitarra), Juan Manuel Soto (percusión, vientos, guitarra y coros), y Pablo Soler (guitarra, voz). La banda, todavía dándose a conocer en el ambiente local, ya tuvo un par de tocadas en lugares chicos y planea grabar para seguir tocando/jugando con los instrumentos en cada presentación bajo la forma de una propuesta un tanto innovadora en el marco del rock salteño que se disfraza por momentos de banda audiovisual y, por otros, de grupo que te vuela la cabeza sólo con los sonidos.