Entrevistamos a Mateo Moreno para conversar sobre el show acústico que lo traerá a Salta el 15 de julio para repasar canciones de sus tres discos solistas y el repaso de canciones de su paso por No Te Va Gustar. Escuchá la nota completa.
Un uruguayo suelto en Salta. Mateo Moreno dedica su vida a la música y a todo lo que de ella se desprenda. Productor, bajista e inquieto, en su repertorio musical se puede respirar no sólo el ritmo candombero del Río de la Plata sino también las influencias de un camino intenso con el que fue descubriendo, de la mano de los mejores exponentes, las distintas matices de las que sus canciones se componen.
Tras su alejamiento de No Te Va Gustar, banda que fundó durante los noventa, se concentró en evolucionar un sonido y un concepto que hoy por hoy, confiesa, ha obtenido al mirar su discografía resumida en tres discos, Auto (2008), Calma (2010) y Meridiano (2015). El próximo viernes 15 se presentará en el Café Del Tiempo en un formato acústico repasando parte de su historia, tanto solista como en banda. Por eso lo entrevistamos en nuestro programa de radio donde, además de confesar que aún se siente parte de NTVG, brinda una mirada en profundidad sobre su propia carrera.
SOBRE EL SHOW ACÚSTICO
“Voy a hacer un acústico hermoso con los dos hermanos Sierra, repasando mis tres discos y, también, todos mis temas dentro del repertorio de NTVG, para la gente que le guste eso: El Oficial, Ya Entendí, Te Quiero Más, Adiós, Un Solo Color, todos temas míos que ahora los estoy incluyendo en mi repertorio. El formato acústico es muy bueno porque uno puede parar el concierto y mirar a la gente a los ojos. Es más difícil tocar para diez personas que para trescientas mil. Además, sirve para conocer las canciones desde otro punto de vista.”
SOBRE SU PRESENTE MUSICAL
“Yo tengo un punk interno. Pero como arranqué a los 18 años creo que ya me lo gasté (risas). Uno está más maduro. He vuelto a las raíces de alguna manera, tratando de investigar un poco lo que es el candombe, las murgas, las baladas, las armonías. De abrirme, no sólo en la parte cancionera que desarrollé en NTVG – donde fui compositor, bajista e instrumentista desde la parte germinal, fundadora-, sino también abrirme en la parte instrumental. He tenido la suerte de trabajar con Jaime Roos, con elNegro Rada. Eso me abrió la cabeza y entendí que el músico es como un funcionario de la sociedad con la función social de hacerle bien a los demás.”
SOBRE LAS EXPERIENCIAS DE LA MÚSICA
“Las grandes satisfacciones no solo fueron cuando toqué para un público enorme de trescientas mil personas. Las grandes satisfacciones fueron cuando la gente venía y me decía cosas. Una chica, por ejemplo, se quiso suicidar y me dijo que gracias a mi disco Calma pudo salir adelante: sintió que las canciones que compuse la ayudaron, la salvaron. Haber compuesto El Oficial con NTVG sobre la matanza de Floresta en el 2001 y que me llamara la madre de uno de los chicos asesinados para decirme que gracias a la canción su hijo seguía vivo, en la memoria de todos… cuando uno va y vuelve de eso, ése tipo de cosas son por las que uno con el tiempo -cuando te pasaron por primera vez en una radio, llenaste por primera vez un boliche o un estadio- se da cuenta que lo más importante es lo que genera uno en los demás.”
SOBRE EL PASO AL COSTADO DE NTVG
“Con Emiliano (Brancciari), mi amigo de la infancia, siempre fuimos muy maduros en nuestra relación. No somos unos tipos rockeros que se pelearon por minas, guita o drogas. Nuestra separación fue muy natural: cayó por su propio peso. Él es el padrino de mi nena, nos seguimos viendo, toqué con ellos hace poco en Mar Del Plata e hicimos un asado. Cuando escucho mis canciones tocadas por otra persona (Guzmán Silveira) me llama la atención qué es lo que elige de los bajos que he tocado para armar su propia línea. Me impresiona cómo ha crecido la banda y lo que genera en el público pero me sigo sintiendo parte de ella de alguna manera. No siento cosas raras. Vos pensá que me fui de la casa de mi vieja a los dieciocho años, mi primer destete, para estar con NTVG durante unos diez años en la oscuridad antes de sacar el primer disco con mis mejores amigos de mi adolescencia temprana como lo fueron Emiliano y Chamaco (Pablo Abdala). Estuve unos quince años en total con ellos. Y cuando salí de ahí fue otro destete de alguna manera. Salí de un amparo, de un estilo, para poder tocar, ser yo mismo, ser Mateo Moreno y no ser siempre el ‘bajista de’. Yo tenía mucho para dar, tenía mucha inquietud de desarrollar la música del Uruguay, la murga y el candombe, viste. Me siento muy contento de haberlo logrado.”
SOBRE EL ROCK URUGUAYO ACTUAL
“Hay una movida indie-rock que ha explotado ahora con la nueva juventud. Hay una vuelta a cantar en inglés que me gusta y no me gusta. Ustedes piensen que Uruguay está un 50% mirando a Brasil y un 50% mirando a la Argentina y durante mucho tiempo hemos tenido mucha influencia de ustedes y del Brasil sin tener un feedback: lo que nos mandaron durante todos los setentas y ochentas nosotros lo procesamos con el candombe y la murga y se lo estamos devolviendo de nuevo (risas).”
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