Entrevista a Bruno Arias por la presentación en Salta de «El derecho de vivir en paz», su último disco. Escuchá la nota completa.
Generalmente los últimos acordes de un show dejan una adrenalina, esa que se fue forjando desde el primer tema ejecutado en la noche, intacta sobre el escenario vacío, con los músicos caminando de regreso a los camarines. A Bruno Arias, quizás el mayor exponente del nuevo folklore revolucionario, esta situación lo sobrepasa. Le genera ansiedad y ganas de volver a enchufar la guitarra para seguir cantando y bailando. Para seguir haciendo cantar y bailar a la gente. “Cuando terminamos los shows escuchamos a la gente corear los temas. Es hermoso” dice antes del show que brindó en el Teatro Del Huerto la semana pasada. Tanta es la adrenalina que, si se puede, se da el lujo de salir caminando por los pasillos de los teatros con la guitarra colgada para seguir con la interpretación en la calle. En laSerenata a Cafayate del 2013 siguió cantando en la plaza principal y la gente lo siguió como si se tratase de una procesión. “No queremos terminar de tocar pero en algún momento se tiene que cortar el recital”. El Derecho De Vivir En Paz (2015) es el motivo de su presentación en Salta –en una gira que también incluyó Tucumán- pero siempre que puede, junto a su banda, se hace un espacio para tocar en nuestra ciudad. Por eso, en nuestro programa de radio lo entrevistamos y repasamos, además, lo que significó su participación en el video homenaje de la AMIA y los proyectos futuros que se vienen. Se armó el pogo andino.
Dos generaciones. Bruno Arias junto a Emilio del Guercio reunidos por primera vez en el video de la AMIA.