Hablamos con el músico, que esta semana presentará Respirar bajo el agua, su cuarto disco, en Salta, Jujuy y Tucumán.
El año pasado, el guitarrista, cantante y compositor Adrián Berra lanzó Respirar bajo el agua, su último disco. El cuarto de una carrera que comenzó en 2006 con “Un beso en la nariz”, su primera canción, que tuvo un gran alcance y fue la semilla de todo lo que vino después: varios singles, una película y más de ochenta millones de reproducciones que lo posicionan como uno de los referentes de la canción en la escena argentina.
Nacido y criado en Buenos Aires, Berra estos últimos años estuvo viviendo en Uruguay y Córdoba, expandiendo su dimensión creativa. Realizó más de cien conciertos por casi todo el país y unas veinte giras internacionales por más de diez países entre América y Europa. Además de Respirar bajo el agua, editó otros tres discos: Mi casa no tiene paredes (2010), El funeral (2012) y Mundo debajo del mundo (2017).
“Soy una persona que va desencadenándose, entonces las canciones que hago hoy son hijas de las que hice ayer”, le dirá Berra a Rock Salta en la entrevista que sigue. Una charla que sirve de recorrido por su cosmos musical, y para conocer cómo siente y vive su camino cómo artista. Berra lanzará coordenadas de composición, opinará qué hacer frente a los ataques a la cultura y contará cómo encara la gira por el NOA, que tiene parada en Salta el sábado 20 de abril en El Teatrino.
¿Cómo encarás el proceso creativo de composición? ¿Con cada disco se da algo parecido?
Y es relativo, según la época son distintas las formas. Hay intereses que van mutando y un disco para mi es la condensación de intereses que se plasman en él. Cada disco se resetea a sí mismo. Yo empecé a escribir canciones desde muy chico. Hay algo de ese momento que siento que eran discos de tener más certeza, más verdaderos. Uno cuando es chico se quiere comer el mundo, está seguro de lo que cree. Y después la vida te va demostrando que hay muchas cosas y una es el mundo de la idea. La madurez viene hoy con la posibilidad de pensar que hay otras opciones que sólo la mirada o vida de uno. Cada vez hay más preguntas, cada vez hay más misterio y eso es súper rico. Antes componía más directo, más literal, ahora me apoyo un poco más en la pregunta y la posibilidad de otros mundos.
A su vez, pienso que cada canción es un universo y tiene que tener los huevos para poder defenderse. La canción no deja de ser la elección de un camino para plantear algo y siempre algo queda por fuera.
¿Cómo viviste la presentación de tu disco anterior y qué anduviste haciendo estos años que no vimos nuevos lanzamientos tuyos?
Mundo debajo del mundo llevó dos o tres años de presentación, me permitió ser muy federal, recorrer el país, lo toqué en muchísimos lados. Para mí girar y viajar es parte de la esencia. Eso fue algo buenísimo y espero poder repetir con Respirar bajo el agua. En el 2017 me fui a vivir a Uruguay, después a Córdoba y fue mucha data de otras cosas. Tuve un segundo hijo, también filmamos Viajes a Pequemonia.
Irme de Buenos Aires me transformó muchísimo y ahí pude ver que la vida se va abriendo de distintas maneras. El disco es la condensación y me parece que hay discos de muchas cosas: hijos, viajes, geográficos y algunos musicales.
¿Cómo encarás esta nueva gira?
Somos un equipo nuevo. A Salta, Tucumán y Jujuy me voy en formato trío. Me agrada mucho la versatilidad de los formatos: dúo, trío. No repetir para siempre, ir cambiando y que no se apague la llama de tocar en público. Estamos yendo al norte por primera vez a presentar este disco. Soy una persona que va desencadenándose, entonces las canciones que hago hoy son hijas de las que hice ayer. Así que en el concierto estaremos presentando tanto las nuevas canciones como las que se encuentran dentro del imaginario de las personas. Porque si bien está lo que yo siento cuando toco, también está cómo esa canción atraviesa a la persona que viene al concierto. Por ejemplo, en el Konex, toqué “Un beso en la nariz”, que compuse con mi primer profe de guitarra a los 16 años, sin la banda, solo con la guitarra entre el público. Y si bien la cante, más la canto el público, y me pareció un momento muy profundo y me emocionó. Y es una canción que hice un montón de veces y me acompaña. Ahí conecté, sentí que le estaban cantando al Adrián adolescente, así como por el encuentro y la comunión musical que se dió.
¿Tenés alguna opinión al respecto del ataque que está sufriendo la cultura en estos tiempos?
Me parece imposible pensar una sociedad sin una historia cultural. A una sociedad, quitarle la cultura es quitarle la identidad. Es tratar de reducir al ser humano a un plano productivo y la persona se compone de un montón de aristas. La cultura es funcional a la construcción de una persona. Creo que siempre el mundo fue muy bruto, muy torpe y que la cultura es un registro, un lugar de ternura y encuentro. Ya se intentó callar, extinguir, sobre todo en la última dictadura, y siempre vuelve con más fuerza. La cultura es el alimento del alma de los pueblos.
Pensando en tu pasado y tu presente, ¿cuáles son tus coordenadas o hacia dónde sentís que estás yendo?
A mí lo que me representa es la canción. Cuando tenía 17, 18 años me interesaba la canción pelada, el cantor criollo, más callejero. Iba con mi guitarra, me ponía en la vereda, en una plaza, y cantaba para veinte. Eso me parecía hermoso. Después me dio por enchufar, compré guitarras eléctricas, pedales. Actualmente, algunas veces los uso más, otras menos. Ahora uso la computadora para crear. Hoy por hoy yo quiero hacer canciones, para mí la pregunta es qué sensibilidades introducimos con esas herramientas. Si me decís dónde me ubico, yo voy atrás de la canción. Siento que a lo largo de la historia mi canción fue mutando y el camino es infinito. Yo creo que mi poesía se va moviendo por todos lados y creo que hay algo de lo cotidiano y lo profundo que se va mezclando. Me gusta pensar la música como estado de ánimo. Cada canción nos regala estados distintos. A mí lo que me interesa es zambullirme en el estado de la canción.
Gira NOA
El show de Adrián Berra en Salta será el sábado 20 de abril a las 22 en El Teatrino (Aniceto Latorre 1211). Las entradas se consiguen a $10.000 (más gasto de servicio) en NorteTicket. También en Tarjeta Sucredito (Alvarado 777).
Dos días antes, el jueves 18 de abril, desde las 21.30, Berra estará en Puerto Cultural Libertad (Las Piedras 1850) de Tucumán. Las anticipadas se consiguen a $10.000 (más gasto de servicio) en NorteTicket. También en Tarjeta Sucredito (San Martín 836).
Al día siguiente, el viernes 19 de abril, el músico actuará en Zeppelin Bar (Uriondo 585) de Jujuy. Para ese show, los tickets se obtienen a $10.000 (más gasto de servicio) en NorteTicket. También en Tarjeta Sucredito (Belgrano 627).