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¿Estás de acuerdo? | Las 10 mejores canciones de Perro Ciego

En el número especial de nuestra revista dedicado a la mítica banda salteña, realizamos un ránking con sus temas emblemáticos.

En 2014, cuando Perro Ciego cumplió 25 años, lanzamos un número especial de la revista Rock Salta dedicado exclusivamente a celebrar al grupo emblema del rock de nuestra provincia.

Entre notas repasando su historia, entrevistas a la banda, fotografías y testimonios varios, la revista incluía un ranking con 25 canciones del grupo. Una lista basada en toda su discografía hasta ese momento, que todavía no contaba con los álbumes Ronco (2016) y Noctambúho (2019). Quizás si hoy hiciéramos una reelaboración de este compilado, tendríamos en cuenta a “Jazz cantado” o “Tan extraños”, entre otros.

Por ahora, les dejamos parte de la lista conformada en su momento, con los diez primeros puestos. Cada canción incluye una breve reseña. ¿Estás de acuerdo con la selección? ¿Cuál agregarías?

10 – “Rock del barrio” – Rocabola (1997)

Del mítico primer casete de la banda, una alusión de pertenencia a ese lugar del cual jamás nos iremos, por más que ya no vivamos allí. Fiesta, las chicas, el vino y la banda de rock sonando. El piano de Fernando Pérez le pone la dosis de “negritud” a este clásico del repertorio de Perro. Inevitablemente, la memoria viaja a lugares como Tequila o Furci, claves en la noche salteña de fines de los noventa. Tony López

9 – “Dos jardines” – Pelafustán (2010)

El tema mamila de los Perro. La melancolía de un amor que ya se esfumó y toda la tristeza que ello conlleva. Si el día de mañana fuera lanzada por los expertos baladistas de Calamaro, Páez o NTVG se transformaría en hit radial inmediatamente. Nadie dudaría ni un segundo que corresponde al estilo y sello de esos exitosos artistas. Así de buena y de distinta a lo acostumbrado por la banda es esta canción firmada por Vega. Fue trabajada por el grupo durante casi diez años. Con un muy buen gusto en los detalles, como la batería o la percusión, sumado al habitual gran trabajo de guitarras marca registrada, que hacia el final se eleva en intensidad y emotividad. El piano de Leo Goldstein proporciona el principal sonido aliado de “Dos jardines”, que curiosamente con su intro y cierre jazzeados es de las pocas veces que el grupo juguetea con el género. Eduardo Pece

8 – “Lo peor” – Peón De Luna (2005)

Blues hecho a la perfección. Cristian Gana dice al respecto: “Excelente manejo del slide, cosa que en Salta nadie usa, prácticamente. Gran variedad de matices y de colores. Evidentemente se usaron tres guitarras distintas. El sonido cristalino es cualidad inconfundible de las seis cuerdas de Martin”. La autoría es del bajista Pelado Vega, quien suele aportarle un refrescante sentido del humor a las letras del grupo, sin olvidar la ironía. Fue una de las más votadas en las diversas encuestas y es la canción más reproducida de su discografía según el sitio Jamendo. En el sitio encontramos algunos comentarios sumamente elogiosos. Incluso en inglés, francés e italiano. Eduardo Pece

7 – “Estabas ahí” – Pelafustán (2010)

Una canción que refleja el dolor por la partida del Pibe Acosta. Firmada por Martín Aguilera, compañero además en su banda paralela Cebolla de Vidrio, fue el tema adelanto de Pelafustán. La noche, un bar, un trago, la bohemia, el recuerdo, la tristeza y la súplica final. Sentida vocalización del Salchi, la viola de Gamba cual pinceladas, va pintando una pieza sonora emotiva y penetrante por donde se la escuche. Tony López

6 – “Resaca” – Letras Rojas (2003)

El rocanrol, cuando se hace bien, transmite energía como pocos otros géneros, y “Resaca” lo hace perfectamente. “Una guitarra clara, cristalina, balanceada. Con riffs y licks justos para los huecos que debe rellenar. Un exceso del buen gusto”, dice Cristian Gana, violero de LaForma sobre su colega y referente Martin Aguilera. La voz al frente es la del Pibe Acosta, que va relatando una historia donde se ve reflejada su mentada bohemia: “En el fondo de ese vaso / hoy me detuve a ver / algún recuerdo astillado / que volvió sin querer.”. Todo encaja perfecto en medio de tantas cuerdas y nuestros zapatos no paran de bailotear. En Vamos (2010), su excelente segundo disco, LaForma le hace una sentida dedicatoria al Pibe con “Acosta Del Rock”, donde cierran gritando “no le queda más que no parar de rockear”. Eduardo Pece

5 – “Paracaídas” – Peón De Luna (2005)

En todo show de Perro Ciego se desata la fiesta con las primeras notas de la armónica. “Es un hitazo poguero y la letra es de las mejores, tiene esa parte punchera que me re cabe: ‘Han pasado cosas por aquí y también algunas más allá. La verdad no ofende si callás, la verdad sin mentira no es verdad.’ Esas dos frases lo dicen todo para mí”, cuenta Emiliano Livelli, voz y guitarra de Bort. “Paracaídas” es rock stone bien entendido, una receta extraída de sus majestades satánicas pero con vuelo propio, ese que plasmaron en el (para muchos) mejor disco de la banda. Eduardo Pece

4 – “El tiempo no está de tu lado” – Letras Rojas (2003)

Luego de seis años de su debut, el aplomo en la composición y el sonido comenzaban a hacerse palpables. Entre las canciones que marcan a fuego este paso está “El tiempo no está de tu lado”. El trajín de la vida es una constante en las letras de Perro: mucho calor humano, en relaciones personales o de pareja, que terminan en el callejear habitual de las noches y días. “El tiempo…” habla de esos cumpas irrescatables, que saben angustiarnos y alegrarnos, y con los que sólo podemos compartir momentos “como si fuera la última vez”. Y cada trazo de guitarra o de armónica, toda la canción minimalista y poderosa, remata perfectamente la historia de los hermanos de la vida. Mario Tapia

3 – “No quema igual” – Peón De Luna (2005) 

La más bella canción de todo el repertorio de la banda. Infaltable en los shows, donde sólo basta esa armónica inicial y la guitarra jugueteando por detrás para que nos rindamos a sus pies. De letra melancólica y estribillo ganchero. Está firmada por Dique-Acosta-Aguilera, y son ellos tres los que se lucen. La voz de Salchi entrega tal vez su mejor registro, el Pibe brinda belleza con sus aportes en coros y en su característico instrumento de viento, Gamba en viola eleva este blues a la primera clase, ya sea soleando o en los detalles mínimos, demostrando la influencia de grandes guitarristas como Eric Clapton, de quien supo aprender y muy bien. También hay mucho del espíritu de Tom Petty and The Heartbreakers. La canción fue reconocida por importantes músicos salteños vinculados al jazz, como el baterista Chinato Torres, ubicándola como la mejor canción del rock salteño. Eduardo Pece

2 – “Perro Ciego” – Rocabola (1997)

Uno de los temas más populares del grupo. La juventud y el buen gusto por un blues no son comunes de encontrar, pero con la escuela stone en la espalda y mucho de Pappo, en su disco debut la futura gran banda del NOA plasma con melancolía una profecía algo errada: “Yo sé que un día / Cuando ya no esté / Mis canciones se escucharán”. Rocabola de Perro Ciego: ¿Acaso el disco de rock salteño que más entró en la gente? Es cierto que hoy escucho el cantito futbolero de la hinchada de Perro, en el cual le pide a la banda que “no rompa las pelotas y toque Rocabola” y molesta, porque respeto y valoro muchísimo el crecimiento musical que tuvieron desde ese momento; pero por otro lado, es imposible pretender que la gente que sigue al grupo no tenga por siempre presente ese repertorio que fue el que puso al rock de autor en un lugar importante de la cultura salteña. Si Rocabola tiene una virtud es ésa. Después de mucho tiempo de dominio del repertorio folclórico, la gente empezó a cantar canciones de rock escritas en Salta. El título del disco tributa al nombre original de la banda. Diego Maita

1 – “Dormilón X 8” – Peón De Luna (2005)

Ninguna otra canción creada por el rock de la región retrata tan bien lo que pasa en la escena. No importa si la banda es de metal extremo, reggae, pop o de planteos más ambiciosos o experimentales. Nadie queda por afuera de “te dicen muy bueno tu rock and roll / lindo, pero ahora ya terminó / otra noche más y otra vez / cargamos y a guardar / otra noche y otra vez más / final sin empezar”. Y es que así es la cosa para miles de bandas de todo el país. En una Argentina en la cual nadie duda que si Spinetta o Cerati hubiesen hecho carrera en Estados Unidos o Inglaterra hoy serían estrellas mundiales, de la misma forma aunque salvando las distancias creativas, hay decenas de bandas que tendrían otra suerte de estar en Buenos Aires. Un caso es el de los propios Perro, que muestran de sobra mejores argumentos que casi toda la repetitiva escena de rocanrol argentino post noventas. Cuando suena en vivo esta canción, la fiesta, las banderas, y el cantito característico de la hinchada en el estribillo de “Dormilón X 8” son conmovedores y contrastan con la idea relatada en la letra, en especial al traer los recuerdos de sus mejores momentos en popularidad, que los llevó a presentar el disco en el Estadio Delmi, algo que ninguna otra banda local pudo lograr, ni ellos repetir. Eduardo Pece

Leé el artículo completo en el especial número 2 de la revista Rock Salta, de noviembre de 2014.