El álbum se publicó este viernes en CD, vinilo y plataformas. Rescata canciones interpretadas en el Teatro Coliseo.
Este viernes apareció Teatro Coliseo 1975, el disco en vivo que reúne siete canciones de Invisible, la banda de Luis Alberto Spinetta, Machi Rufino y Pomo Lorenzo. Se trata de una nueva edición dentro del marco de lanzamientos curados por la familia del Flaco.
El disco se realizó a partir de las cintas grabadas por Carlos Melero, histórico sonidista argentino, que fueron recuperadas por el Instituto Nacional de la Música (INAMU). El Instituto se comunicó con la familia de Luis Alberto Spinetta para donar los audios. Tras la aprobación de todas las partes, Gustavo Gauvry realizó la digitalización y Mariano López la masterización. El disco apareció a través de Sony Music en una edición con fotos inéditas de Eduardo Martí y material rescatado de la época en la que el trío era uno de los grupos de vanguardia del rock argentino.
Teatro Coliseo 1975 está formado por siete canciones que muestran casi todas las facetas de Invisible. El álbum comienza con “Durazno sangrando”, uno de los clásicos del grupo. Luego siguen dos temas de El jardín de los presentes, el tercer disco de la banda, que por entonces no había sido grabado: “Que ves el cielo” y “Perdonado (Niño condenado)”. Sin embargo, las versiones que se escuchan en este disco son similares a las que irían a parar al trabajo final de la banda.
“El diluvio y la pasajera” y “Oso del sueño” son las dos últimas canciones del lado A del vinilo. El lado B está compuesta por sólo dos temas: “Viejos ratones del tiempo” y “Azafata del tren fantasma”, esta última superior a los 17 minutos. También son las canciones finales del CD.
Un día antes del lanzamiento del disco se realizó una presentación en Buenos Aires con la presencia de Pomo, Machi, Catarina y Vera Spinetta. En un encuentro emotivo, los músicos recordaron los años en los que estuvieron juntos. Una etapa breve pero decisiva. Catarina lo dejó claro al decir que Invisible es la banda spinetteana preferida de todos los hijos del Flaco. Machi fue más allá: “Tocábamos todo el día y ahí se generó no sólo la música de Invisible. Se generó una relación entre los tres muy fuerte que fue irrepetible. Nunca más pudimos tener eso en ninguna otra experiencia musical”.
El bajista repasó una anécdota que también demuestra la dimensión que Invisible todavía posee. “Una vez, muchos años después, en la casa de Luis, le digo: ‘¿Qué fue Invisible para vos?’. Me miró y me dijo ‘Mirá, Machi, para mí Invisible es una joya que guardo en un cofre de oro’. Eso me contestó”, recordó.
Pomo rescató la calidad del audio y la capacidad que tenían como banda. El baterista consideró que Invisible en el Coliseo sonaba “prácticamente” como si estuviera en un estudio de grabación. “Eso es lo que, entre otras cosas, nos empujó a mostrar este material. Compartir fehacientemente la experiencia de cómo presentábamos los discos, cuando Luis Alberto afinaba al aire, no había ninguna edición, ningún nada. No hay nada. Lo que está es lo que se tocaba y eso es muy valioso. Es muy valioso”, declaró.
“Hoy no lo podríamos tocar. A Vélez no lo tocamos mejor, lo tocamos como pudimos porque no podíamos alcanzar esto”, cerró el baterista, en referencia a la reunión de Invisible en diciembre de 2009 durante el show de Spinetta y las Bandas Eternas en el estadio del club Vélez Sarsfield.