Spinetta y La Vieja Barrios. Foto: Blues de los plomos
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“La Vieja” Barrios | Convocan a colaborar con el histórico asistente de Spinetta

Estuvo más de treinta años al lado del Flaco. Realiza artesanías para generar ingresos.

AníbalLa ViejaBarrios, el histórico asistente de Luis Alberto Spinetta, atraviesa una delicada situación económica. En las redes sociales se convocó a colaborar con él para que pueda salir adelante.

El músico Benito Malacalza informó en su cuenta de Facebook que La Vieja realiza y vende artesanías para generar ingresos. “Estamos queriendo tender una red entre quienes puedan y quieran colaborar”, escribió.

Quienes deseen colaborar o difundir el trabajo actual de La Vieja pueden ingresar a su cuenta de Facebook.

Una leyenda escondida del rock argentino

La Vieja y Spinetta se conocieron en la década del 70. Desde entonces se volvieron inseparables. El Flaco ya reconocía la importancia de Aníbal en discos como Kamikaze, de 1982, donde lo mencionaba en los créditos. Como escribió Jorge Kasparián en su libro Luisito, ver a Aníbal al costado del escenario «era una parte indivisible del ritual spinetteano, un caso único de simbiosis entre un artista y su asistente”.

La Vieja siempre fue ordenado, meticuloso y previsor. Llegaba media hora antes que el resto a la sala de ensayo o al estudio para tener todo bajo control. Conocía cada detalle del mundo de Spinetta. Un ejemplo lo demuestra: en febrero de 2007, durante unas vacaciones en Mendoza, Aníbal recibió un llamado desesperado de Spinetta: “Le quiero regalar un pedal a Cerati, ¿vos tenés idea dónde está?”. La Vieja le indicó el lugar preciso donde estaba el pedal que Spinetta buscaba para obsequiar al ex Soda.

En 2013 La Vieja accedió a una entrevista con la revista Rock Salta y contó algunos detalles de su relación con Luis Alberto: “Tocaba el timbre y él sabía que era yo por la forma de tocar. Vos podés venir todos los días a mi casa y yo voy a salir a ver quién es. Pero yo sabía cuando era él”, decía.

En esa entrevista Aníbal recordaba a Spinetta como un amigo sencillo y atento a los detalles. “El tipo salía con un pulóver que le faltaba la manga. Nos sentábamos en la vereda en pleno verano, nos tomábamos una Coca Cola, jugábamos siete horas al ping pong. Te invitaba a cenar, te hacía una comida”, contaba.

La Vieja también participó del documental Blues de los plomos (2013), la película de Paulo Soria y Gabriel Patrono que cuenta el mundo de los asistentes del rock argentino.