El 20 de septiembre de 2007, el trío de Cerati, Bosio y Alberti dio la patada inicial de su regreso con una serie de shows que estuvieron a la altura.
El jueves 20 de septiembre de 2007 no fue un día más. A eso de las siete de la tarde de aquella antesala de la primavera se concretaba el sueño de muchos fanáticos del rock argentino: la vuelta de Soda Stereo. El trío volvía luego de diez años para realizar una gira que hoy ya sabemos que fue histórica, a la altura de la leyenda del trío.
El regreso fue diez años exactos después de la despedida en el estadio de River, cuando Gustavo Cerati lanzó su famoso «Gracias… ¡totales!». El boliche porteño Museum, donde la banda había grabado partes del video de «En la ciudad de la furia», fue el lugar elegido para que la banda de Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti marcaran el puntapié inicial de la vuelta.
Ese día de 2007, el regreso fue breve: apenas dos canciones y una conferencia de prensa donde se dieron a conocer los detalles de la «burbuja en el tiempo» que Soda venía a establecer. «En la ciudad de la furia» y «Sobredosis de T.V.» sonaron ante una platea privilegiada. El trío anticipaba lo que se venia con una estética ochentosa que mostraba que el interés de los Soda no era presentar material nuevo sino repasar su rica y variada historia. Con eso alcanzaba.
Seis meses antes, Cerati había tocado en Salta. Se había presentado en el Microestadio Delmi en el marco de la gira Ahí Vamos. Estaba en un excelente nivel como solista y el regreso de Soda lo encontró en un momento inmejorable, consolidado con su nueva etapa.
«En lo personal sentí que era un buen momento para celebrar. Venía de tocar mucho como solista y era un buen momento. También me gustaba la idea de que mis hijos vean a Soda alguna vez. Yo anuncié que no lo iba a hacer si estábamos demasiado patéticos», decia Cerati en la conferencia de prensa. Y agregaba: «Hace diez años estábamos cansados de nosotros. Ahora, más allá de todos los recuerdos, hay una especie de frescura, y se recupera una energía que habíamos perdido. Ahora se ve con otros ojos lo que ocurrió, las canciones, las temáticas».
En la conferencia, los músicos negaban haber regresado «por la plata». «Si fuera por eso hace rato nos habríamos juntado. La cosa salió sin propuestas de afuera. Propusimos nosotros», decía Zeta.
Charly agregaba: «El tiempo es lo que permitió el reencuentro. Redescubrirnos, alejarnos. El tiempo cura. Y si tenés la cabeza bien, se produce lo que se produjo con nosotros. Aprendí a entenderlos a ellos con el tiempo y estoy disfrutando mucho este momento».
La gira fue un éxito. Comenzó el 19 de octubre de ese año en River y se extendió hasta mediados de diciembre. En el medio hubo recitales en México, Chile, Perú, Panamá, Estados Unidos, Colombia y Ecuador. La banda se mostró en excelente forma, con versiones que por momentos sonaban mejor que las originales.
Que Los Piojos tomen nota. A la hora de hablar de regresos tenemos un antecedente poderoso.