Entrevistas

Vigentes y en Jujuy

Este domingo 3 de febrero, Attaque 77 se presentará en el Huancar Rock en la localidad de Abra Pampa, Jujuy. Mariano Martínez opina sobre el flamante disco acústico de la banda. 

La banda ícono del punk argentino se presentará este domingo en la Escuela N°222 de la localidad jujeña de Abra Pampa, en el marco del Huancar Rock 2013. Compartirá escenario con La Yugular (Jujuy), Gauchos de Acero (Salta) y Garrapata de Plomo (Abra Pampa), con entrada libre y gratuita. 

mariano martinez

Siempre seguí la misma dirección

Antes de su vuelta a Salta, el 8 de noviembre en el Teatro del Huerto, Mariano Martínez habla sobre la constante necesidad de Attaque 77 de buscarle la vuelta a su carrera y la vigencia del rock como grito de libertad.

“La aparición del punk es una reacción. Por el lado de la música, reacción al aburguesamiento de los ídolos de rock. Por el social, reacción a aceptar un rol meramente numérico. Y está también la reacción que los separa del resto de jóvenes de su misma edad, esos chicos formales que se ‘dejan deformar por la cultura oficial difundida en los colegios y cuyo pilar fundamental es el éxito’ (según editorializa el fanzine Rock & Feller)”.

El párrafo que escribió Juan Carlos Kreimer en su histórico libro Punk, la muerte joven; explica el surgimiento de la que con el tiempo sería considerada una de las últimas revoluciones verdaderas de la historia del rock. Escrito en Londres en 1977, en pleno auge del género, el texto de Kreimer retrata el perfil clásico de ese rebelde que reacciona contra lo establecido, contra lo que le quieren imponer. En realidad, no está tan alejado de las bases del rock, a secas.

El 77 también es el año que ayudó a bautizar el nombre de una de las bandas más longevas de la actualidad y también de las más cambiantes de la escena argentina. Desde los comienzos ramoneros hasta este presente acústico, maduro y casi de vuelta; los Attaque 77 (el cantante y guitarrista Mariano Martínez; el baterista Luciano Scaglione y el bajista Leo de Cecco) siempre mantuvieron activa la inquietud, la movilizadora necesidad de no estancarse. Rebeldes, a pesar de haber superado los cuarenta. “Me parece que la rebeldía no es exclusividad de la adolescencia ni del punk”, dice Mariano, el guitarrista devenido en cantante principal desde la partida de Ciro Pertusi. Mariano sostiene que “se puede tener un grupo punk y ser una especie de marioneta, estar casado con una postura o con lo que se supone que tenés que mostrar”. “Trascender al punk o a una etapa de la vida es la postura más rebelde que se puede tener. Se supone que el que consume rock tiene que ser adolescente porque después te tenés que casar, tenés que tener un trabajo, formar una familia y te tenés que dejar de joder. Y nosotros seguimos jodiendo con esto (risas). Me parece que por ahí la clave está en entender que la música es una forma de ser libres y no está asociado exclusivamente con ser rebeldes sino que la rebeldía trasciende la música. Se trata de ser nosotros mismos, buscar nuestra propia identidad. Si asociamos al punk y al rock con la rebeldía y la adolescencia nos vamos a dar cuenta de que después no tenemos nada contra qué rebelarnos, sino simplemente tratar de adaptarnos a un sistema y formar parte de esa maquinaria. Creo que habría que romper con esas estructuras, tratar de entender que la música es para ser libres. Se trata de eso.”

Attaque 77 está presentando su nuevo trabajo, un CD + DVD acústico grabado en vivo en el Teatro Opera de Capital Federal. Al igual que otros grupos, Attaque se decidió por versionarse a sí mismo, desnudando sus canciones de siempre. “Es una idea que veníamos hablando desde antes -cuenta. Con los años se venía manejando esa idea, lo veníamos charlando. Además, la mayoría de los artistas que nosotros admiramos en algún momento lo hicieron. Inclusive grupos de rock pesado, como el recordado acústico de Nirvana. Todos los grupos, por algún motivo, pasan por esa necesidad. Inclusive todavía más para una banda que tiene un sonido así, pesado, que viene del punk. Para nosotros era un desafío porque era mostrar las canciones desde otro lugar. Desarmarlas y volverlas a armar. Me parece que las canciones están buenas cuando se pueden tocar con una guitarra, nada más. Eso habla bien de una canción. En ese sentido estuvo bueno, porque las canciones fueron redescubiertas con otro sonido, otro temple, otro clima. Eso tiene un aire que está bueno, que es interesante. Nosotros tenemos ganas de ser cada vez mejor grupo, mejores músicos, y esto es una experiencia de aprendizaje muy profundo.”

A su modo, Attaque 77 siempre hizo lo que no se esperaba. Nadie auguraba un hit del grupo que cantaba “Yo te amo” (“Yo estoy enamorado, enamorado de tu culo. Quiero chuparte la concha, quiero romperte el culo”); y cuando todos aguardaban una segunda parte de “Hacelo por mí”, la banda se alejó del romanticismo fácil para despacharse con discos como Amén, obviando las pretensiones de las radios más comerciales. En 1998 apareció Otras canciones, donde los “punks” versionaron a Erasure y mezclaron a Soda y a Los Redondos en una sola canción. Tras el éxito de Antihumano (2003), el grupo no tardó demasiado en perder a su líder histórico y siguió su curso cuando se pensaba en una separación inminente. Ahora, con un acústico, Attaque vuelve a hacer de las suyas.

Con todo, el camino recorrido no fue gratuito ni espontaneo. “Cuando uno es chico es un poco más prejuicioso y además uno también busca su identidad –cuenta Mariano. Primero tuvimos que hacer un recorrido que tenía que ver con aprender a tocar, buscar nuestra propia identidad. Si bien al principio teníamos un sonido que estaba emparentado con un montón de grupos, con una movida que nos influenciaba directamente; en medio de eso se fue encontrando la identidad, el sonido propio. Y salirse del prejuicio del qué dirán. En un momento, cuando uno tiene la suerte de estar en una banda que tiene exposición y cierta aceptación en el público, está como en la mira y también sos el blanco de críticas, y demás. También, hay un trauma que todos los grupos tienen que superar en algún momento y encontrarse con que ya no hay que demostrar nada a nadie, ser uno mismo y dar ciertos pasos arriesgados a nivel artístico que te obligan a crecer y a ser mejor grupo y mejor músico. Me parece que estamos justo en ese momento, sintiéndonos cómodos entre nosotros. Sintiendo que el público recibe bien nuestros cambios. Que está, de alguna manera, acostumbrado a que hacemos esos volantazos en nuestra carrera.”

Sin embargo, esa costumbre que tiene el público fiel de Attaque puede ser contraproducente. El rock puede dejar de causar sorpresas. ¿Cómo se hace para seguir adelante con la premisa de no estancarse? Para Mariano, “el rock debería seguir siendo una voz, un estilo donde se habla y se manifiestan cosas desde lo social”. “En realidad –completa-, creo que tener un grupo tiene que ser también para ser solidario y hacer un aporte más extramusical para el cambio en la sociedad. También los años te empiezan a pedir darle un nuevo sentido a la carrera de tu grupo, porque si no, cuando vos trascendés la adolescencia y los comienzos empezamos a cuestionarnos el por qué: por qué seguir, con qué objetivo. Y el que más me cerró fue esto: tratar de hacer un aporte, ser solidarios, tratar de desde nuestro lugar de músicos ayudar a cierto cambio que tenemos que generar a nivel global en toda la sociedad. Eso nos mantiene en un estado de rebeldía, por decirlo de alguna manera, o de inquietud frente a cosas que tienen que ver con lo social, porque nosotros vivimos en un país adolescente. Entonces siempre estamos en una especie de tironeo y discusión que tiene que generar un cambio para que podamos vivir de una manera menos precaria. Entonces, nuestro grupo empieza a cobrar sentido después de tantos años cuando podemos hacerlo funcionar un poco por ese lado. Esto, obviamente, también tiene que ver con los años, amigarse con lo que hacemos. Para nosotros es una responsabilidad grande porque nos escuchan muchos adolescentes y tratamos de ser lo más responsables que podamos con nuestro mensaje y tratamos de tirar una onda positiva y constructiva”. Y dice: “En la historia de la música y del rock hay un mensaje constructivo. Hay que saber leerlo, nada más. Me parece que el rock sigue aportando, sigue teniendo ese espíritu de rebeldía y de resistencia. Lo que pasa es que hay que buscarlo fuera de las fachadas que nos muestran los grandes medios de comunicación.”

Ir para adelante a pesar de los obstáculos probablemente sea la postura más “rockera” de la vida. No necesariamente seguir siempre la misma dirección, la difícil, la que usa el salmón; sino atravesar los desafíos y triunfar, aunque sean pequeños hits personales. Como dice Charly García, se trata de mantener la energía de la juventud y conservarla durante toda la vida. “Es un poco eso –comparte Mariano. A mí me pasa mucho encontrarme con gente que me dice ‘no, yo antes los iba a ver’. ¿Y qué pasó? (risas). O gente que me dijo ‘yo tocaba la guitarra cuando era chico’. ¿Y? ¿Qué pasó? ¿Te gustaba? Y bueno, (la idea es) seguir más o menos esto, esta línea, tener una vocación, saber lo que te gusta e ir detrás de eso. De alguna manera uno se mantiene vital y joven a través de los años cuando tenés una vocación, cuando tenés la suerte de hacer y de dedicarte a lo que te gusta y llevarlo adelante. Eso te carga las pilas de una energía, como decía Charly. Charly hace lo que le gusta y es una especie de freak a nivel social. Tiene objetivos y los lleva adelante a fondo. Es un poco un loco. Y es una forma de salirte un poco del molde y pensar que podés hacer lo que querés y que podés llevarlo adelante con optimismo. Yo me siento muy afortunado de haber tenido ese espíritu. En ese sentido hay que ser rebelde porque hay que remar contra la corriente.”

Entonces, con una escuela de toda la vida que enseñó a no quedarse quieto, ¿por qué no un nuevo paso que sorprenda totalmente al público attaquero? ¿Por qué no algo menos esperable para un trío eléctrico punk como (no sé) un disco folk? Mariano se ríe y contesta: “Podría ser, eh. Es que, en realidad, nosotros necesitábamos entender de qué se trataba esto de hacer un acústico. Y obviamente que eso abre un nuevo panorama y además nos enseñó a tocar de una forma diferente. Así que no sé qué puede pasar en el futuro. Lo hemos hablado algunas veces. Dijimos ‘¿qué se supone que tenemos que hacer ahora? ¿Un disco punk hardcore extremo en oposición a lo que fue el acústico?’ (risas). Y yo creo que el acústico aportó algo que probablemente se verá en los próximos discos. No sé si hacer un disco folk, ya sería un poco extremo. Pero nosotros tratamos, disco a disco, de voltear los límites que nos imponemos. Me parece que el próximo disco puede tener una influencia de todo esto. Trataremos de no decepcionar a nadie y hacer un disco lo más abierto que podamos.”

Mariano, productor y cantante de la mayor parte de los hits recientes de Attaque (“Arrancacorazones”, “Setentistas”); comparte la idea que alguna vez deslizó Moby. El pelado neoyorquino se preguntó alguna vez por qué los músicos no pueden hacer distintos tipos de música, cuando la mayoría de la gente escucha más de un género en sus celulares y sus equipos de audio. ¿Por qué entonces no dar un nuevo giro, un Zeppelin III a la 77? “Y estaría bueno, eh, porque sería bastante provocativo en algún sentido. Como ha ocurrido en algún momento, con el disco de covers. Fue un disco que por ahí se esperaban canciones de los Pistols, los Clash y fue otra cosa. De hecho, hay muchas bandas que nos han mostrado eso: grupos esencialmente punk, como los Clash. Si analizás su discografía, ellos hicieron una evolución alucinante en su música. Está bueno tener en cuenta correr los límites. Entonces, de alguna manera, ese espíritu siempre está, así que quién sabe. La verdad que ahora que me decís un disco folk, lo vamos a charlar (risas).”

Entrevista publicada en la Revista Rock Salta N°12 (Octubre-Noviembre de 2012).