En su show más ambicioso la banda salteña presentó nuevas canciones y reafirmó su poder de convocatoria tocando para mil personas en el boliche de zona sur.
Club 20, la banda de exportación que tiene Salta, llegó a La Roka, uno de los boliches más grandes de la ciudad, donde en su momento tocaron La Vela Puerca o Las Pastillas del Abuelo. Al igual que en 2024, el grupo esperó al invierno para la primera tocada del año en Salta. Club 20 viene copando boliches, ya se había hecho fuerte en La Rosa y antes en Jekill. Es ambicioso, se toma su tiempo para dar sus pasos y la gente le responde.
El recital arrancó cerca de las 2 de la mañana con “Transmutar”, canción que abre Feria (2023), el sonido se fue acomodando y la banda fue creciendo. En esta oportunidad cambiaron su show, merced a las nuevas canciones, en su mayoría bailables. Al ingresar, algunos afortunados recibieron un cancionero con las letras de nuevos temas como “Falafel”, “Tintilay”, o “Taritolay”. Detalle que, por ejemplo, Anguila Macabra tenía en sus recitales hace veinte años. La comparación musical de Club 20 con Anguila no tiene lugar, pero sí mucho de lo que representa para la gente que los va a ver. Ese sentido barrial, de pertenencia, con imaginario futbolero incluido. Ahí están las banderas del Clu Clu colgadas de los balcones del boliche. Y esas letras que conectan directo, que su público se apropia, las vive, las siente.
“El auge” es el impecable último single del grupo, con un pulso ochentero y bailable, lanzado en abril con un video que pica en alto como lo mejor del año. Sonó promediando el show. Pegado siguió “Dale dale”, el anterior single, de octubre del 2024. Los dos que lanzaron desde Feria. En las canciones que estrenaron se nota ese camino de profundización en ritmos para la pista de baile.
¿Hay haters de Club 20? En la era de los comentarios dañinos, el grupo asoma como un oasis en la escena donde todos desean que le vaya bien. Para este show medios salteños grandes y pequeños hablaron de la fecha. La banda fue ampliando y aceitando ese buen equipo de trabajo que tienen. Como novedad, en esta oportunidad había puesto de merch con remeras, bolsas de tela y stickers.
Para “Salirte de la piel”, Sandro Ahumada y su escuela de baile retro dieron el tono en la cima del boliche. Gran momento. Con una buena puesta de sonido, pantallas y luces, incluso vallas para el escenario, tal vez lo único reprochable de la noche fue que nunca se terminó de escuchar bien la voz de Piruu. Costó entenderla. El único aspecto que fue un paso para atrás, porque el show de julio y de diciembre del año pasado en La Rosa fueron perfectos en ese sentido. Quedará como punto a solucionar para el próximo recital, que se prometió desde el escenario vendrá con temperaturas más amables.
Para el cierre quedaron “Mi único amor”, de Nestor En Bloque, que dejó a más de un rockero sin saber qué cantaba la gente, y los clásicos del grupo: “Tu cara al verdecer”, que ya es remera, y “Después de verte”. Diecinueve canciones en casi hora y veinte de show. En la despedida, el variado público aplaudió, coreó y festejó otro gran partido de su banda. Quedó el boliche con un DJ que deambuló por distintas décadas y estilos en la helada madrugada salteña.
Tal vez por ese frío en la charla de taxi/uber comunitarios para volver a casa se repetía una duda. ¿Está Club 20 para tocar a las 21 en un teatro? Un show en un horario de recital y no de boliche, como hacen los porteños que van al Teatro Provincial. Teniendo en cuenta que hay un buen público que por frío, por edad, por obligaciones al otro día, no va un show a las 2 de la mañana. ¿Va la butaca con el Clu Clu? ¿Ahí estará el nuevo público que pueden conquistar en Salta?